La batalla legal entre Epic Games y Silicon Knights comenzó en 2005, cuando Silicon Knights llevó a los tribunales a Epic Games después de pagar a la firma 750.000 dólares por el derecho a usar su motor gráfico, Unreal Engine 3, para el desarrollo de 'Too Human'. La desarrolladora alegó que el motor gráfico no funcionó correctamente, y acusó a Epic Games de rechazar un reemplazamiento de software con una versión más propicia o reembolsar el pago de la licencia. También la acusó de interferir en los contratos de publicación con Microsoft y Sega. Seguidamente, Epic Games interpuso una contrademanda con pruebas alegando que Silicon Knights utilizó su motor gráfico para desarrollar títulos fuera del acuerdo para desarrollar ‘Too Human’, y otros proyectos como el cancelado ‘X-Men: Destiny’, una versión que no llegó a la luz de ‘Siren in the Maelstorm’ y ‘The Sandman’. La firma de abogados encontró evidencias de que Silicon Knights copió cientos de líneas de código con copyright del Unreal Engine 3. Con estas pruebas, el tribunal impuso una sanción a la desarrolladora y la orden de recoger y destruir cualquier copia no vendida de ‘Too Human’ y ‘X-Men: Destiny’, así como el pago de los 9.2 millones de dólares.