La desarrolladora afincada en Vancouver se encontraba inmersa en el desarrollo del videojuego Pirates of the Caribbean: Armada of the Damned antes de que fuera cancelado el pasado mes de octubre, situación que les obligó a recortar drásticamente sus activos, que pasaron a ser un pequeño equipo para terminar de desarrollar Tron: Evolution, además de su respectivo DLC. Ahora toca aclarar qué pasará con las franquicias que han quedado huérfanas.