Muchas son las incógnitas que rodean los nuevos sistemas de entretenimiento digital, por lo que a lo largo de este artículo vamos a intentar desglosar las funciones y capacidades técnicas de ambas videoconsolas, tanto PlayStation 4 como Xbox one, para darle al jugar una visión un poco más técnica de lo que está por llegar al mundo de los videojuegos.
Así pues, tanto la videoconsola de Microsoft como la de Sony cuentan con una CPU -o unidad de procesamiento central- x86 AMD Jaguar de 8 núcleos, siendo la de Microsoft preparada para la ocasión mientras que la de Sony será similar a la arquitectura de ordenador, por lo que, en un principio, desarrollar para PlayStation 4 será un poco más familiar para los estudios centrados en PC. Sin embargo, en cuanto a núcleos de la GPU -o unidad de proceso gráfico- PlayStation 4 cuenta con 1152, mientras que Xbox One cuenta únicamente con 768. La diferencia no es abismal, pero hay que reconocer que PlayStation 4 será un poco más potente en cuanto potencia bruta en este aspecto.
Durante el desarrollo y anuncio de las dos plataformas, Sony expuso de manera concisa que su nueva máquina contaría con una memoria RAM de 8GB GDDR5, la última versión disponible en el mercado de PC y que cuenta con una velocidad de transmisión de datos superior, por lo que se especuló sobre el encarecimiento final de la videoconsola. Xbox One también contará con una memoria de 8GB, aunque no será tan eficiente y veloz como la de Sony al ser DDR3.
Por otra parte, ambas videoconsolas contarán con una unidad Blu Ray para reproducir sus videojuegos, aunque en el caso de Xbox One el disco se utilizará una única vez para instalar el título en el disco duro y así aprovechar la velocidad de sus sistema operativo para realizar la multitarea sin esperas. De hecho, esta obligación de instalar en el disco duro los videojuegos hace posible una de las grandes bazas de Xbox One: la rapidez con la que podremos acceder a los videojuegos, cambiar entre funciones de juego y televisión o realizar actividades multitarea.
Instalar videojuegos en el disco duro es importante, pues reduce el uso de la lente -que, en algunos casos, tienen una vida operativa no demasiado longeva- por lo que las nuevas videoconsolas vendrán dispuestas de un disco rígido de 500GB, siendo el de Xbox One ampliable mediante un disco duro externo. En PlayStation 4 no será necesario instalar los videojuegos, por lo que no necesita una ampliación de disco duro por el momento, aunque sí que podrá ser reemplazado por otro de mayor capacidad si el usuario así lo desea.
Otro de los aspectos que más ha dado que hablar en la industria han sido los sensores de movimiento, introducidos y globalizados a nivel mundial por Nintendo con Wii. Microsoft apuesta fuerte por Kinect 2.0, que vendrá de serie con la videoconsola, mientras que Sony venderá por separado tanto su PlayStation Eye como su periférico Move, que realiza unas funciones similares al mando de Wii. Además, una segunda pantalla será aplicable al funcionamiento de los videojuegos, siendo la propuesta de microsoft SmartGlass -una aplicación disponible para cualquier tablet-, mientras que Sony apostará por su portátil PlayStation Vita para ejercer las funciones de segunda pantalla.
En cuanto a las funciones sociales, Microsoft y Sony apostarán de la misma manera a la hora de compartir contenido entre sus usuarios. De hecho, una de las grandes novedades de las nuevas máquinas es la oportunidad de ofrecer un servicio de retransmisión de partidas online para que otros jugadores se unan a ver nuestra partida o grabarlas en nuestro disco duro para, posteriormente, subirlas a la nube y así formar una comunidad de usuarios con contenido de calidad.
Sin ir más lejos, la nube será interesante no sólo para ofrecer -y guardar- contenido por y para los usuarios, ya que Microsoft ha declarado que aprovecharán los nuevos servidores de Xbox Live para aumentar la potencia de la videoconsola y ofrecer nuevas experiencias a los jugadores. De aquí surge la necesidad de que la videoconsola deba estar conectada a Internet, como mínimo, cada 24 horas, mientras que para disfrutar de los videojuegos en PlayStation 4 no será necesaria la conexión más allá de las modalidades online.
Para jugar con otros jugadores a través de Internet, habrá que pagar una cuota en ambas máquinas. Microsoft con su Xbox Live -que a día de hoy ya cuenta con modalidad de pago para disputar encuentros en la red- y PlayStation Network que, mientras en PlayStation 3 se encuentra de manera gratuita, adoptará la modalidad Plus para ofrecer nuevo contenido y la posibilidad de jugar por Internet.
Otro de los paradigmas que más polémica han levantado ha sido la decisión de Microsoft de contar con códigos de activación para todos los videojuegos publicados en Xbox One, lo que permite, por una parte, jugar a cualquier videojuego de nuestra biblioteca en cualquier videoconsola, pero que a su vez pone trabas a la hora de prestar o vender los videojuegos adquiridos. De hecho, Microsoft ha confirmado que los títulos usados podrán ser revendidos y utilizados siempre y cuando el desarrollador lo permita, contando con una cuota -todavía desconocida- que será destinada al estudio del videojuego. PlayStation 4, en un principio, será más clásica, permitiendo el préstamo y venta de videojuegos de segunda mano sin ningún tipo de restricción, aunque abre la puerta a las desarrolladoras para permitir si quieren cobrar o no el material utilizado.
En cuanto a la retrocompatibilidad, ninguna de las dos plataformas aceptará videojuegos de sus predecesoras en un principio. Xbox One contará con una entrada HDMI extra que ejercerá de input, lo que implica que podremos conectar cualquier dispositivo -como una Xbox 360 o un TDT- para que la nueva plataforma sirva de puente. En este aspecto, es de esperar que Microsoft haga algún tipo de anuncio al respecto para aclarar las novedades con respecto al tándem Xbox One - 360 y lo que ofrecerá. PlayStation 4, por su parte, cuenta con la tecnología Gaikai, y se especula que, en un futuro, se podrán jugar a títulos retrocompatibles a través de Internet.
Por último, también se ha confirmado el tema de la restricción regional, que implica poder usar software de otros países. Microsoft contará con una política muy estricta al respecto, por lo que no será posible instalar videojuegos de otras regiones. De hecho, las últimas declaraciones vía Twitter confirman que no será posible hacer funcionar la videoconsola fuera de los 21 países que recibirán la videoconsola a finales de año. Sony, en esta ocasión, soportará juegos de todas las regiones.
En definitiva, Microsoft y Sony cuentan con una máquina de prestaciones similares en cuanto a potencia, siendo la propuesta estadounidense un poco más modesta en prestaciones brutas pero que podría ser compensada a través del esperado servicio de la nube. Las imposiciones de Microsoft al respecto de su nueva política de ocio se han hecho de rogar, y finalmente han dejado una sensación agridulce al jugador, aunque todavía son muchos los detalles que deben desvelar a medida que vaya acercándose la fecha de estreno de la plataforma. Sony, por su parte, se ha ganado a pulso a la comunidad con su política de plataforma de videojuegos, dejando a un lado la temática de la televisión y otros servicios que sí estarán disponibles en Xbox One. Por último, ambas videoconsolas estarán en España a finales de año, PlayStation 4 se lanzará a un precio de 399€ mientras que Xbox One aparecerá -con Kinect de serie incluido- a un precio de 499€.
Xbox One - Unveil Video