Cuando Microsoft presentó ‘Max: The Curse of Brotherhood’ como apoyo al catálogo de lanzamiento de Xbox One, la imagen del juego corrió en paralelo a los grandes anuncios de Microsoft, los etiquetados como "AAA“. Si bien la apuesta de Pres Play no puede ser clasificada como título indie, ya que nace de un estudio que cuenta con financiación de la propia Microsoft, la propuesta minimalista del juego, sin duda, agradará a los jugadores que aprecian una experiencia diferente. Max, el valiente niño pelirrojo, se presentó entre anuncios de éxitos cantados, tiroteos frenéticos y muertos vivientes hiperdetallados armado tan solo con un lápiz, una mochila y su poderoso ingenio. Por mucho que los éxitos de taquilla presenten obras maestras del desarrollo, las fórmulas de siempre se repiten en un mercado donde cada vez es más difícil hacerse un hueco con ideas originales. Y ‘Max: The Curse of Brotherhood’ es una buena opción para demostrar que las buenas ideas nacen de las cosas más simples.
‘Mario Party’ es una popular y querida serie de videojuegos de Nintendo que vio la luz por primera vez en 1998 con una versión original para Nintendo 64, en la que cuatro personajes del universo de Mario, controlados bien por jugadores o por la cpu, se reúnen para competir y disfrutar de una amplia variedad de minijuegos sobre tableros de mesa. No obstante, aunque se trate de una serie que en el recuerdo deja un grato sabor de boca, las últimas entregas no han logrado pasar de mediocres y por desgracia, ‘Mario Party: Island Tour’ no parece ser la edición que varié el rumbo que ha tomado la serie desde hace algunos años, pues su mayor virtud está en implementar características que únicamente son posibles con Nintendo 3DS. La llegada a la portátil de ‘Mario Party: Island Tour’ contradice el propio espíritu de la franquicia, algo que por otra parte no es nada nuevo, ya que ‘Mario Party DS’ también desestimaba la característica principal de las entregas anteriores.
‘Peggle’ es una conocida franquicia desarrollada por PopCap que invita a los jugadores a resolver desafíos de orden intelectual, físico y lógico, que requiere un punto de concentración, buena puntería, y como no, una buena ración de suerte. Como es habitual en todos los productos de la serie, para ir avanzando y descubriendo nuevos entornos se debe cumplir con varios requisitos dentro del juego. Aunque, en términos generales todo se centra en apuntar con un cañón para impactar y destruir las bolas de color naranja, que intencionadamente han colocado los diseñadores en cada escenario entre bolas de otros colores. El objetivo es terminar con las bolas de este color que pueblan cada escenario empleando el menor tiempo y número de tiros posibles, con movimientos especiales y sin perder de vista la tabla de puntuación y los multiplicadores. El color de cada bola marca su efecto, es decir, las azules son reboteadoras sin efecto, aunque aportan sus puntitos, las verdes activan el poder especial de los personajes y las moradas amplían el multiplicador de puntos. Aunque el concepto de juego es simple, su ejecución logra alcanzar nuevas cotas gracias al desarrollo para Xbox One, única plataforma en la que se puede disfrutar de ‘Peggle 2’, y que ofrece a los jugadores más de 120 niveles diferentes, incluyendo muchas pruebas y una inmensa cantidad de contenido adicional.
'Knack' ha ocupado una posición preferente entre los títulos destacados en el lanzamiento de PlayStation 4. La propuesta de Mark Cerny, diseñador y arquitecto de la consola, es un juego de acción lineal y plataformas que dejaba ver sus intenciones incluso antes de su lanzamiento. En este caso, la idea era proporcionar a Sony un escaparate tecnológico, ya que 'Knack' es el tipo de juego que se utiliza básicamente para convencer a los usuarios de la llegada de una nueva tecnología, más poderosa y competente. Una tecnología capaz de, por ejemplo, mostrar la capacidad gráfica de la máquina para manejar innumerables elementos en pantalla bajo una propuesta de juego que combina acción con plataformas.
Media Molecule siempre será recordado por traer a nuestras vidas la serie ‘LittleBigPlanet’, un completo y divertido derroche de imaginación con unos entrañables personajes de trapo, que trazaron las primeras líneas de auténtica magia en PlayStation 3. Tras desarrollar las principales entregas de la serie y supervisar las versiones para las portátiles de Sony, el estudio ahora afronta un nuevo reto con ‘Tearaway’, un juego diseñado para PSVita que guarda muchas similitudes con el universo de los Sackboys, mantiene el nivel de creatividad y la sobresaliente dirección de arte que han demostrado sus creadores.
Se acercan las Navidades, y en todo hogar que se precie, no puede faltar el título de karaoke o baile para amenizar las fiestas acompañado de amigos o familiares. El título que hoy nos ocupa, ‘Let’s Sing 6 – Versión Española’, nos propone demostrar nuestro talento en la disciplina del karaoke, a través de una selección de 30 temas del panorama musical en castellano.
Cuando Gavin Moore, el director de arte de 'Puppeteer', anunció el juego, la obra de Japan Studio llamó poderosamente la atención del público gracias a su planteamiento y puesta en escena. Según Moore, la idea del juego nació como una forma de estimular la imaginación de su hijo. Pronto observó que se cansaba de contemplar el mismo entorno estático, lo que por otro lado, limitaba sus opciones imaginativas. Para ello que mejor solución que el escenario de un teatro repleto de marionetas, capaz además, de mostrar sucesivamente varios ambientes repletos de magia. Pero aun faltaba una historia. Y la pieza elegida para representar 'Puppeteer' cuenta la de un chico sin cabeza en el reino de la luna.
No importa cuándo, ni cómo, ni si ha ocurrido voluntariamente o ha llegado hasta nosotros de alguna manera, pero todos tenemos o hemos tenido contacto con la magia que la factoría Disney ofrece desde mediados del siglo pasado. Las franquicias surgidas del gigante del entretenimiento han cautivado a millones de jóvenes, y no tan jóvenes con sus películas, animaciones, historias y todo tipo de fórmulas llamadas a divertir, emocionar y entretener al público infantil y arrastrar su magia al público mas adulto.
'Castle of Illusion' es otro de esos clásicos incontestables de los 90, de modo que no es una sorpresa que SEGA haya decido rescatar uno de los juegos más importantes protagonizado por Mickey Mouse en Mega Drive, ya que se lanzaron varios títulos centrados en la imagen y el tirón comercial del inconfundible roedor de Disney, pero 'Castle of Illusion' es diferente; Aún con el paso del tiempo sigue siendo tan bello y delicado que parece difícil ponerse a evaluar un clásico de estas características sin herir algunas sensibilidades. Simplemente porque es difícil evaluar un producto que recoge tantos y tantos recuerdos para la misma cantidad de jugadores. Pero por suerte, aquí no va a ser necesario tirar piedras, ya que la actualización que se ha realizado a 'Castle of Illusion starring Mickey Mouse' es, simple y llanamente, la que necesitaba el título. No solo los escenarios y niveles han ganado en vida y dinamismo, pues en gran parte, el juego se moderniza para adoptar algunas tendencias actuales, algo similar a lo que hemos podido ver recientemente con 'DuckTales', pero con un nivel de revisión más amplio y profundo.
La responsabilidad de 'Rayman Legends' no es pequeña. No en vano, 'Rayman Origins' la anterior iteración de la serie se consideraba hasta el momento, como el mejor título de plataformas lanzado para la generación actual de máquinas con mucha distancia, sin olvidarnos de la incorporación de un multijugador que ofrece tanta diversión como para elevar el criterio de evaluación general del juego hasta niveles muy altos. Aunque en Ubisoft lo hubieran tenido fácil con tan solo ampliar la fórmula anterior con mas saltos, colores y melodías. 'Rayman Legends' no se conforma con ampliar lo ya conocido, invitando a los jugadores a participar en un baile tribal repleto de vida. Aquí todo palpita, los decorados, los animales, los saltos, imágenes, todo regado con los mejores sonidos y temas que se hayan editado jamás en este formato.