¿Minecraft en 2D?
'Minecraft'supuso el salto a la fama de su creador, Markus “Notch” Persson, que cultivó y maduró una idea innovadora y con el paso de los años la trasladó a un éxito de ventas tan inesperado como merecido. La gestión de recursos en un mundo formado por bloques tridimensionales cuajó entre el público, y, pese a no ser un título apto para todos los paladares, su sistema híbrido entre juego de supervivencia y gestión de recursos parece ser blanco de las desarrollas menos inspiradas para realizar copias similares al concepto.
'Terraria', por otra parte, parece haber sufrido el síndrome postMinecraft, pues pese a haber sido lanzado antes que la obra de Notch, fue blanco de comparativas odiosas que pusieron en duda el buen hacer de la desarrolladora debido al inimaginable éxito del título tridimensional. Dejando a un lado las comparativas y la escena rosa de la industria, podemos decir que tanto 'Terraria' como 'Minecraft' son juegos similares en concepto, pero diferentes en personalidad.
Así pues, 'Terraria' no le tiene nada que envidiar a 'Minecraft'. Lanzado originalmente en PC hace un par de años con una recepción más escasa de lo previsto, el título se apoyó en la comunidad de jugadores para ir creando, poco a poco, un nuevo universo en el que compartir creaciones y descubrir secretos desconocidos. Sin ir más lejos, se ha creado una comunidad wiki para que todos los jugadores compartan sus experiencias, mezclas de objetos y conocimientos para hacer del juego una experiencia mucho más enriquecedora. Ahora, con la generación de la alta definición en la recta final, 'Terraria' se estrena en Xbox Live Arcade y PlayStation Network con un buen puñado de novedades y mejoras para trasladar la idea a las plataformas que prescinden del teclado y ratón.
Esta nueva adaptación de 'Terraria' viene acompañada de un modo tutorial con el que familiarizarnos con el género. Empezaremos completamente desconsolados, con únicamente tres herramientas en nuestro poder: un pico, un hacha y una espada, que tendremos que utilizar en repetidas ocasiones para conseguir minerales, talar árboles y luchar contra molestos enemigos, respectivamente. La mecánica del juego nos obliga, cada cierto tiempo, a emplear nuestro tiempo recolectando materiales para realizar creaciones nuevas. Creaciones que, por otro lado, serán desconocidas hasta que no obtengamos los ingredientes necesarios, por lo que cualquier tipo de elemento que esté a nuestro alcance será bienvenido para la posteridad.
A partir de los materiales obtenidos tendremos acceso al modo edición, que ocupará gran parte de las horas de aventuras. A diferencia del ordenador, donde contamos con un cursor de gran precisión para seleccionar objetos y cambiar entre pestañas con suma facilidad, la versión para videoconsolas se ve limitada a los gatillos, utilizando más del tiempo necesario para movernos entre menús y pasar a la acción. El control propuesto es bastante acertado, y, de hecho, se agradece que no se haya simplificado el concepto para hacerlo más ameno para el jugador ocasional, ya que llegado el caso se habría convertido en un título completamente diferente sin el espíritu que transmite la obra.
Esfuerzo, trabajo y lucha.
Volviendo al asunto,'Terraria' nos presenta un escenario lo suficientemente amplio -podremos escoger entre un escenario pequeño, mediano o grande- y variado como para pasar horas explorando sus rincones y profundidades. El primer objetivo será construir una casa lo suficientemente resistente como para refugiarnos de los numerosos enemigos de la oscuridad. Zombis, ojos voladores e incluso unicornios con cara de pocos amigos serán los enemigos a batir, siempre y cuando tengamos el arsenal adecuado, claro está. Repetimos, pues, que la exploración y la recolecta de objetos es de suma importancia en la obra, ya que con los tres utensilios principales podremos ir construyendo, con buena letra, un arsenal de armas y mejoras para nuestro personaje fundamental para explorar las profundidades más oscuras.
A nuestra disposición tendremos dos tipos de control similares que, combinándolos, parecen suplir en cuanto a poderío al teclado y ratón originales del PC. El control adaptado al mando nos permite mover con el segundo stick el cursor en los cuatro ejes, mientras que el segundo -más similar al movimiento del ratón- permite mover libremente el cursor en un radio cercano al protagonista. En la práctica, ambos estilos de juego funcionan a la perfección, pero es combinándolos rápidamente -pulsando el stick derecho- cuando aprovecharemos al máximo las posibilidades del título.
Pese a tratarse de un videojuego con una estética infantil abordada desde una perspectiva de 8 bits, la obra plantea elementos realistas, como la oscuridad y los fluidos. Cuando cae la noche, por ejemplo, tendremos que construir antorchas para darnos luz, así como colocarlas en puntos estratégicos para no quedar apresados por la oscuridad. Los fluidos como el agua o la lava también tienen un comportamiento realista, nivelándose si destruimos un cubo que sirva de presa o formando estanques con tierra u otros materiales.
Bonito de día. Letal de noche.
Una vez comprendido cómo podemos hacer frente a este desconocido mundo, será cuestión de ganas y paciencia que desempeñemos un papel bueno en el desarrollo de la aventura. Durante el día, 'Terraria' se muestra natural, sin demasiados peligros más allá de no ahogarnos en el mar o derribar a un par de enemigos con escasa inteligencia. Sin embargo, cuando la luna aparece y el mal se dopa de poder, tendremos que escoger entre quedarnos refugiados en casa o armarnos de valor -y munición- para hacer frente a los enemigos que buscan saciar su sed de sangre.
La obra le brinda al jugador la posibilidad de vivir su propia experiencia, sea cual sea. Podremos dedicarnos a recoger todo tipo de materiales para edificar nuestra casa de ensueño, sin hacer demasiado caso a las cuevas y las profundidades, o, de lo contrario, podemos explorar el mapa y convertirnos en un nómada, construyendo pequeños refugios en los que pasar las duras noches y evitar ser asesinado mientras buscamos en cada rincón del escenario. No hay un objetivo, no hay princesas que salvar, ni eternos villanos que harán aparición una y otra vez repitiendo los mismos clichés de siempre. 'Terraria' es un título de supervivencia y exploración, y los enemigos que acechan están tan vivos como nuestro protagonista. Un apunte a destacar es la inclusión de elementos aleatorios para hacer la aventura más dinámica y divertida, ya sea con la caída de un meteorito o el simple hecho de que cada vez que comencemos una partida se creará un escenario nuevo basado en complejos algoritmos, haciendo que cada aventura sea completamente diferente a la anterior.
En cuanto a la vertiente multijugador, la obra presume de permitir jugar en una misma consola con hasta tres amigos más a pantalla partida, o si lo preferimos, podremos encontrarnos en partidas de ocho jugadores en las que cooperar o destruir. La desarrolladora no cierra la puerta a la hora de permitir que los jugadores sean víctimas de los usuarios más extremistas, aunque adelantamos que nuestro personaje no sube de nivel como en los videojuegos de rol, sino que tendremos que crear nuestras propias armaduras en la forja para notar mejoría en los atributos. Por desgracia, y en este aspecto comparte el triste destino de 'Minecraft', la versión para videoconsolas de 'Terraria' olvida la extensa comunidad de modificaciones para el videojuego, suponemos, por limitaciones técnicas, por lo que no podremos descargar mapas realizados por la comunidad para vivir en tierras conocidas, como por ejemplo el Reino Champiñón de 'Super Mario'.
Por otra parte, el videojuego viene acompañado con una música acorde con su personalidad. Melodías que, sin ser complejas partituras que deleiten nuestros oídos, cuajan a la perfección y presumen de no ser tan cortas como para bajar el volumen del televisor al poco tiempo de juego. La parte técnica, como decíamos, centra su atención en los títulos de hace más de 20 años, haciendo gala de dibujos formados por píxels que encandilará al más clásico. Como apunte final,'Terraria' permite modificar algunos parámetros de nuestro personaje para hacerlo más afín a nosotros, como por ejemplo el color y forma del pelo, el tinte de nuestra ropa, las zapatillas, etcétera, todo bajo la estricta mirada del píxel art, por lo que el resultado es más que curioso.
En definitiva, 'Terraria' se presenta como una alternativa menos agresiva que la escena propuesta por 'Minecraf'. Si bien es cierto que el desarrollo es bastante similar en ambos juegos, 'Terraria' destaca en personalidad ofreciendo multitud de horas recordando épocas pasadas en un mundo bidimensional. Además, la profunda jugabilidad que acompaña al título sumado a la buena interpretación del mando en comparación con el teclado y ratón, hacen de este título uno de los lanzamientos independientes más notables de cara a la comunidad de jugadores.
Victor Moyano
