Recordar que el Mando de Xbox One trabaja con un sistema de LEDs y tecnología reflectante para comunicarse con Xbox One y el sensor de Kinect, que es capaz de detectar quién sostiene el mando en cada momento. De este modo se abren nuevas posibilidades, ya que la plataforma invertirá las posiciones de forma automática si Kinect detecta que los jugadores han cambiado de sitio en el sofá. Finalmente, los gatillos angulares y botones se han diseñado para unir rendimiento y confort, de modo que los botones se ajusten de forma natural a los dedos y los gatillos requieran un gesto ligero, de modo que accionarlo de forma repetida sea una acción más sencilla y efectiva. Microsoft lanzará Xbox One en noviembre a un precio de 499€.
Xbox One - Inside Controller