Retirado de Nintendo desde 2004, Uemura continuaba ejerciendo como director de estudios de juego en la Universidad de Ritsumeikan, entidad responsable de anunciar su fallecimiento. Antes de unirse a Nintendo, trabajó en Sharp vendiendo tecnologías de fotocélulas a varias empresas, incluido su futuro empleador. Su historia dentro de la empresa cambió en 1981, cuando recibió una intempestiva llamada del entonces presidente, Hiroshi Yamauchi, en la que solicitaba el desarrollo de un sistema de videojuegos capaz de funcionar con cartuchos.
“A él siempre le gustaba llamarme después de tomar unas copas, así que no le presté mucha atención. Solo dije 'seguro, jefe' y colgué”, explicó Uemura en una entrevista con el sitio especializado Kotaku en 2020. "No fue hasta la mañana siguiente cuando se me acercó, sobrio, y me dijo 'eso de lo que hablamos, ¿estás trabajando en ello?', y ahí fue cuando me di cuenta: hablaba en serio."
El trabajo de Uemura propició la creación de Nintendo Family Computer, que llegó a Europa rediseñada bajo el nombre de Nintendo Entertainment System (NES). A la consola se le atribuye el logro de haber recuperado parte de la industria después de la famosa quiebra de 1983, algo que la empresa japonesa abordó al combinar productos de calidad con un férreo control sobre la cantidad de juegos y videoconsolas que llegaban a las tiendas.
Uemura afirmaba que el éxito de NES le había permitido ganar mucho dinero, pero que sus responsabilidades excedían todos estos beneficios. Su legado a la empresa japonesa también está marcado por el lanzamiento de Satellaview, un accesorio visionario que permitía descargar juegos vía satélite en Super NES, y por la producción de juegos como ‘Fútbol’, ‘Béisbol’, ‘Golf’, ‘Clu Clu Land’ o ‘Ice Climber’.