Al igual que sucede con Xbox ONE, el nuevo Kinect ha sufrido un rediseño completo y una mejora de rendimiento que le permite alcanzar una velocidad de 13 billonésimas de segundo. El nuevo Kinect, de alta definición, permitirá usar lenguaje convencional, registrará movimiento, peso, y ritmo cardíaco, proporcionando “una experiencia instantánea, completa y libre de retardo”.
En el plano técnico, Xbox ONE estará potenciada por un procesador de 8 núcleos, tendrá 8GB en RAM y contará con un disco duro de 500GB. De acuerdo con Marc Whitten, gerente de Xbox LIVE, los 8 mil millones de transistores que dan vida al corazón de la consola, permitirán que se desarrollen gráficos ultra realistas, "superiores a cualquier cosa que haya experimentado un jugador a la fecha". Por otro lado, no hay detalles de la arquitectura de la CPU, pero sin duda supera la potencia de la generación anterior. No obstante, la realidad es que Xbox ONE incluirá de serie características que aprovecharán un motor de programación que parte del kernel de Windows 8. Aunque la consola no funcionará plenamente sobre el sistema operativo de Microsoft, gozará de muchas de sus funciones, además de mayor flexibilidad para multitarea. Entre otros detalles, la nueva consola de Microsoft tendrá lector Blu-ray, conexión Wi-Fi (802.11n), puerto de salida y entrada HDMI, y ranuras USB 3.0. En cuanto a las opciones de compatibilidad, Xbox ONE no será retrocompatible con Xbox 360: "El sistema está basado en una arquitectura de procesador diferente, así que la retrocompatibilidad no funciona."