Los cambios se producen un día después de que el periódico francés Liberatión publicara un artículo sobre la cultura de acoso que se permite en la editora. El informe señala a Hascoêt como uno de los principales implicados por otros empleados de la compañía. Según el artículo, Hascoêt se valora dentro de la empresa por “su toxicidad, misoginia, homofobia y su estilo de gestión, que aplasta a los demás, además de su comportamiento libidinoso”. También se advierte que el ejecutivo ya había recibido quejas internas, denunciando prácticas como “drogar a empleados, incluso en las más altas esferas de la jerarquía”, además de “obligar a los directores creativos de la empresa a consumir alcohol”. Así mismo se le atribuyen otras “lindezas” como “bloquear un ascensor y pararse frente a una mujer, haciendo gemidos”, por citar algún ejemplo.
Herge Hascoët tenía a su disposición todo el arsenal creativo de la empresa desde su posición. Gestionaba todos los desarrollos y de su palabra dependía la viabilidad de cada proyecto, con el poder de condenarlo a su antojo. Otro considerado como “intocable” era el director gerente de los estudios de desarrollo canadienses, Yannis Mallat, que ha permanecido en la plantilla de Ubisoft desde el año 2000. Comenzó en Ubisoft Montreal, donde desempeñó labores como productor de ‘Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo’. Bajo su mando, el estudio fue responsable de la creación de ‘Assassin's Creed’, uno de los principales juegos de la casa en la actualidad. El cambio en el asiento de Cornet, como Jefe Global de Recursos Humanos, se justifica por la forma en la que se dirigió la sección responsable de Recursos Humanos, que debería haber detectado y evitado los problemas de acoso y abuso que han salido a relucir en estos meses.
Las salidas se producen después de una rigurosa investigación que la compañía está realizando como respuesta a las recientes acusaciones de mala conducta y comportamiento inapropiado de ejecutivos y productores. Las investigaciones internas ya habían llevado a la suspensión de ejecutivos de alto nivel como Tommy François y Maxime Béland, pero, aparentemente, el problema está muy arraigado en Ubisoft. "Es inaceptable, ya que los comportamientos tóxicos están marcando un contraste con valores por los cuales nunca me he comprometido, y nunca lo haré. Estoy trabajando para implementar cambios drásticos en toda la empresa, para mejorar y fortalecer nuestra cultura laboral”, asegura Yves Guillemot, CEO de Ubisoft.