Tecnología reutilizable
Según Phil Harrison, gerente general de la compañía, aunque Stadia se construyó sobre una base sólida, su mayor problema ha sido no captar la atención del público. Tras los irrelevantes resultados arrojados por la división de videojuegos de Google, se tomó “la difícil decisión de comenzar a cerrar nuestro servicio de transmisión”, explican. Según el ejecutivo, los empleados que continúan trabajando en el proyecto serán redirigidos a otras divisiones de la empresa.
Harrison también explica que la tecnología que se ha desarrollado bajo el amparo de Google Stadia se podrá reutilizar para otros servicios de la empresa como YouTube, Google Play y aplicaciones de realidad aumentada. Al mismo tiempo se comenzará a otorgar licencias de algunas de sus soluciones específicas a socios que trabajan en la industria del videojuego.
La muerte de Stadia
Las señales que apuntaban la caída de Stadia se vienen percibiendo desde hace meses, especialmente tras finiquitar las actividades relacionadas con la producción y el desarrollo de videojuegos. A pesar de que la empresa llegó a negar en repetidas ocasiones el cierre del servicio, la falta de infraestructura era una clara señal de que las cosas no iban bien para la plataforma.
También se percibía una clara disminución de la oferta, y a pesar de haber recibido más de 100 juegos en su catálogo durante el 2021, los últimos meses no se había mantenido el ritmo de lanzamientos. Compañías como Ubisoft continuaron apoyando la plataforma de transmisión, pero otros grandes estudios y desarrolladores independientes hacía tiempo que ya no consideraban ofrecer sus juegos a la plataforma.
Uno más, ya que el proyecto se suma a la larga lista de iniciativas que Google anuncia de forma grandilocuente pero que terminan siendo abandonadas poco después. Con la clausura, eso sí, desiste en sus ambiciones por convertirse en un nombre relevante dentro de la industria de los videojuegos de una vez por todas, al menos en lo que al universo de las plataformas de salón se refiere.