Cada uno de sus hijos gobernó Francia durante un periodo de continuas guerras civiles y religiosas. A pesar de la amenaza constante de complejos y aparentemente insuperables conflictos, mantuvo intacta la monarquía francesa, promoviendo políticas de compromiso con la clase protestante rebelde y, más adelante, tomando duras medidas contra ellos. Fue una de las mujeres más poderosas de Europa durante su vida, y era famosa por su carácter despiadado, que sin duda contribuyó a mantener a la monarquía francesa en el poder durante uno de los periodos más conflictivos de la historia de Francia.
Unidad exclusiva: Garde Impériale
La Garde Impériale era un grupo de soldados veteranos de élite formado por Napoleón Bonaparte en 1799. Estos soldados solían recibir mejor sueldo, equipo, alojamiento y raciones durante la guerra, para disgusto del resto de los soldados en servicio. La Garde Impériale se dividía en tres grupos: veteranos, medios y jóvenes, y sirvió a Napoleón en todas las guerras en las que participó hasta su última contienda, la Batalla de Waterloo. En esta, la guardia media se retiró (por primera y única vez), dejando a los veteranos y los jóvenes solos para que defendieran a Napoleón y a la vez sucumbiendo a los mortíferos cañones de las fuerzas británicas y prusianas.
Mejora exclusiva: Château
El término Château se ha aplicado históricamente a grandes casas de campo rodeadas de terrenos. En el siglo XVII, la campiña francesa estaba repleta de estas elegantes y lujosas mansiones, propiedad de ricos terratenientes franceses. Sin embargo, muchas fueron incendiadas posteriormente, en las revueltas populistas y campesinas que tuvieron lugar por todo el país. Muchos Châteaus se conservan hoy en día como atracciones turísticas. Un ejemplo es el favorito de Catalina, el Castillo de Chenonceau, escenario de muchas de sus espectaculares fiestas nocturnas y de los primeros fuegos artificiales que se vieron en Francia.