Durante más de dos décadas, Sonic The Hedgehog ha sido uno de los mayores iconos del mundo de los videojuegos, con alrededor de 70 títulos, cuatro series de animación y una amplia línea de comercialización en torno a su figura. Este año, SEGA va a introducir una nueva rama en el universo del popular Erizo Azul denominada ‘Sonic Boom’, que supondrá una nueva imagen para el personaje y sus amigos, así como el lanzamiento de nuevos videojuegos para Wii U y Nintendo 3DS, además de su primera serie animada para televisión generada por ordenador, y una nueva línea de juguetes.
Kazunori Yamauchi, presidente de Polyphony Digital y creador de la serie superventas de PlayStation 'Gran Turismo', ha recibido un especial homenaje en la histórica ciudad de Ronda. La alcaldesa de la ciudad, María de la Paz Fernández Lobato, ha desvelado la placa con el nombre de una de las calles más notables de la localidad, un paseo junto al famoso Puente Nuevo: el Paseo de Kazunori Yamauchi. La calle está situada junto a las de otros dos iconos culturales: el director de cine Orson Welles y el escritor Ernest Hemingway, los cuales han tenido una relación estrecha con la ciudad. Esta compañía para Yamauchi es el testimonio del creciente impacto cultural de los juegos electrónicos.
Nos desplazamos hasta las oficinas centrales de Wargaming en Minsk, para compartir unos momentos con su CEO, Victor Kislyi, responsable de llevar una pequeña compañía empeñada en ofrecer a los jugadores títulos de calidad de forma gratuita, a revolucionar el modelo de juego y convertirse en todo un referente de crecimiento y solidez comercial. Gracias a una fórmula sencilla, de calidad y gratuita, la humilde compañía se ha convertido en los quince años que han pasado desde su fundación en toda una potencia mundial en lo referente a la industria de los videojuegos, con más de 2.000 empleados que abarcan oficinas a lo largo y ancho del planeta. Y todo gracias al arrojo de su fundador y a una perspectiva diferente de las fórmulas de financiación. Tal vez por esto, o porque el mercado gratuito hace no mucho tiempo era incapaz de ofrecer nada realmente novedoso y equilibrado, Victor Kislyi, tuvo muchos problemas, además, para lograr cualquier apoyo editorial para lanzar el juego. De modo que gastaron sus últimos cartuchos y terminaron haciéndose cargo de su propia distribución.