Aunque la historia de ‘Rise of the Tomb Raider’ esconde referencias mínimas con respecto a la aventura de la isla de Yamatai, el guion se presenta ante el jugador de una forma mucho más interesante y clara, aunque poco a poco parece que se va desinflando en el épico camino que la llevará a resolver la investigación en la que su padre se encontraba enfrascado antes de su muerte, nada más y nada menos que un artilugio capaz de conceder la vida eterna. Así es la nueva travesía de Lara Croft.
Una entrega más definida y refinada
Una de las diferencias que marca la nueva entrega de ‘Tomb Raider’ es la decreciente inspiración en las mecánicas de supervivencia y como se concretan estos aspectos. Como resultado, la heroína se desenvuelve mejor explorando las diferentes localizaciones o enfrentándose a criaturas aún más sedientas de sangre. Además, el tiempo y las condiciones ambientales también afectan directamente al juego. Por ejemplo, hay enemigos que aparecen sólo en la noche o en determinadas condiciones climáticas, es decir, las opciones para hacerse con la presa pueden variar de un momento a otro. De manera que aquellos que disfrutaron con el esquema de caza ahora tienen un menú más completo y con nuevas oportunidades para convertir al personaje en una cazadora capaz de hacerse con cualquier pieza. Las jornadas van a ser duras y además de lidiar con las amenazas del medio ambiente en sí, tendremos que enfrentarnos a peligrosos ejemplos de la vida silvestre y muchos humanos empeñados en impedir nuestro avance.
En cuestiones de caza, ‘Rise of the Tomb Raider’ evoluciona sobre su sistema anterior, de modo que prepárate para ir a cazar criaturas más poderosas en ambientes que no siempre son propicios, ya que además habrá que enfrentar los rigores del clima. Otro dato interesante es que el personaje que se presenta es más maduro, el ambiente hostil ya no le supone tanto problema, además siempre puede volver a los escenarios que ya han sido explorados para descubrir caminos ocultos, combinaciones secretas y tumbas. En todo caso las opciones ofensivas se reparten entre arcos, pistolas y piolets, todos con posibilidades de mejora gracias a los diferentes materiales y modificaciones que vamos encontrando.
Una arqueóloga que lleva con orgullo el apellido de la familia Croft no puede estar falta de idiomas y lenguas muertas, así que Lara se pone las gafas de estudiar para aprender griego antiguo, ruso e incluso el Mongol durante las muchas investigaciones que ofrecen las aventuras de ‘Rise of the Tomb Raider’. Esta característica está relacionada, además de las cuestiones arqueológicas con la búsqueda de tumbas. Durante el transcurso del juego, encontraremos una cantidad razonable de pergaminos y murales antiguos por medio de los cuales se puede mejorar el conocimiento de las diferentes lenguas. Ahora, dependiendo del nivel de fluidez de Lara, el personaje puede descifrar las pistas que se encuentran en los monolitos que conducen a alijos de monedas enterradas.
Mas tumbas, más rompecabezas, más Tomb Raider
Una de las características más solicitadas por los jugadores para la continuación, ha sido la incorporación de más tumbas. Por lo tanto, los desarrolladores han tratado de cumplir con la solicitud y el título está repleto de nuevos retos. Los puzles y la exploración también se equilibran para que los jugadores puedan encontrar rutas alternativas y tesoros escondidos. De hecho, durante varias misiones se da prioridad a los rompecabezas de exploración y a la resolución de problemas, aunque gran parte de estas secciones no plantean retos demasiados complicados, existen algunas áreas más difíciles que requerirán un grado superior de atención. Como adelantábamos, hay una serie de tumbas gigantescas que dan continuación a la trama de la línea principal. Sin embargo, la búsqueda de nuevas rutas no se ha quedado fuera, ya que hay suficientes posibilidades como para que los más curiosos se cansen de buscar entradas ocultas con acceso a tumbas opcionales. Las áreas adicionales se encuentran, por ejemplo, detrás de una cascada o en un estrecho hueco en la montaña, cuanto más escondido más aumentan las posibilidades de encontrarse con algo interesante.
La base de la exploración no muestra cambios demasiado evidentes y representa una sutil evolución en comparación con el anterior título. En este sentido, Lara puede utilizar su piolet para atacar enemigos, destruir rocas, paredes debilitadas y deshacerse de trampas, entre otras utilidades. Aunque no representan ninguna novedad hay una característica que ha sido implementada con estilo. Nos referimos al sentido de supervivencia de Lara, que está de vuelta, al pulsar el stick analógico derecho, la pantalla muestra una indicación a modo de pista sobre la ubicación del destino y las posiciones de los enemigos. Aquí el estudio ha sabido donde encontrar el equilibrio entre el reto y la frustración, pues el jugador es libre de solucionarlo por sus propios medios o usar la herramienta de ayuda.
Con las manos manchadas de sangre
En ‘Rise of the Tomb Raider’ el escenario de supervivencia se reduce, lo que no significa necesariamente menos acción y aventuras, por supuesto, pues se ha dotado de mayor importancia a otros factores como la hostilidad del medio ambiente, los peligrosos terrenos y la vida silvestre. Por otra parte, Lara ya no es la jovencita inexperta que nos presentaba el anterior juego, no depende tanto del equipo y en muchas ocasiones se verá obligada a hacer frente a situaciones complicadas con sus propias manos.
Si bien en el ‘Tomb Raider’ original, el mundo y sus pobladores ofrecían la sensación de moverse en un entorno orgánico que brindaba oportunidades para realizar ataques furtivos o huir de los enemigos, en ‘Rise of the Tomb Raider’, el jugador aún tiene un margen mayor para estudiar las condiciones y elegir la mejor forma de luchar, de huir o de aproximarse. A pesar de las situaciones en las que Lara se ve obligada a matar, el enfrentamiento no es su primera opción. Para ello el sistema de infiltración se amplia y acondiciona al entorno. Ahora el personaje se puede sumergir en el agua, trepar a los árboles y subir colinas para evitar el combate o para crear oportunidades de ataque ventajosas. En este sentido, el sistema de coberturas ha mejorado ligeramente y la heroína se comporta mejor cuando buscamos protecciones. Las secuencias de acción funcionan a las mil maravillas gracias a la colaboración de la Inteligencia Artificial de los enemigos, que no se dedican simplemente a disparar como locos descerebrados tan pronto como se oye algún ruido, cuando esto sucede, caminan en la dirección de donde proviene el sonido e investigan el lugar.
Para hacer frente a la gran cantidad de enemigos que encontraremos en el camino, Lara puede irrumpir en los recintos a fuego y plomo, o bien colarse en las bases y usar flechas u otros recursos para distraer a los guardias. De hecho, actuar a escondidas es una buena idea en la mayoría de los casos, pero los combates no siempre se pueden evitar, por suerte encontraremos mucha munición disponible. Tampoco está de más mantener un ojo en el árbol de habilidades del personaje. Lara puede mejorar sus características mediante puntos de habilidad que se obtienen con experiencia y que el jugador debe seleccionar entre tres categorías principales: Matona, donde se refuerzan las características de combate; Cazadora, que nos permite mejorar nuestras habilidades para eliminar animales y combatir a media distancia; y Superviviente, la última categoría a la que asignar puntos está ligada a la obtención y fabricación de objetos, haciendo de la arqueóloga un combatiente a medida para de cada jugador.
Tampoco es una novedad para nadie que Lara es muy versátil en el arte de matar, teniendo en cuenta la violencia con la que se ha empleado en juegos anteriores. Pero esto se hace más evidente en ‘Rise of the Tomb Raider’. Ahora dispone de varias soluciones para terminar con los enemigos, por ejemplo, pasándolos a cuchillo incluso bajo del agua o rompiendo cuellos con un movimiento preciso sin piedad ni misericordia. De hecho, la astucia es un punto importante en el juego y muchos de los enemigos se pueden eliminar con un solo movimiento, incluso hay maneras de atraer la atención de aquellos que ofrecen más sensación de peligro para ventilarlos por la vía rápida. Sin embargo, no todo se tuerce cuando descubren nuestra presencia, eso sí, toca emplear los recursos ofensivos disponibles.
El uso de los piolets, por cierto, continúa situado como una de las opciones más interesantes para el cuerpo a cuerpo, ya que las agresiones físicas en determinadas secciones son más comunes que las armas a distancia. Pero no podemos olvidar que esta nueva Lara es más frágil y se verá afectada físicamente por las condiciones del escenario, tanto que algunas peleas pueden resultar un desafío de barro, viento, lluvia o nieve. La idea es conseguir que Lara y el jugador sientan los mismos condicionantes físicos producidos por la naturaleza. Para lograr un resultado tan inversivo, el controlador de Xbox One muestra toda la potencia de su motor de vibración, que distribuye diferentes pulsaciones en varias partes de la palanca de mando. Al igual que otras desarrolladoras que aprovechan las funciones suplementarias que ofrece el mando de control, aquí cualquier desencadenante conlleva una vibración diferente.
La resolución de la campaña puede llevarnos entre 15-20 horas, pero el material disponible va más allá, ya que los jugadores que le dediquen tiempo suficiente se pueden preparar para superar las 40 horas si desean desentrañar todo. Esto significa recoger todas las armas, desbloquear todas las habilidades y completar cada misión secundaria.
Toda la potencia de Xbox One a disposición de la arqueóloga
Uno de los aspectos más frescos que ofreció el reinicio de la franquicia se traducía en que el personaje se hizo más humano, ya sea huyendo de los enemigos o colgada en peligrosos acantilados, el rostro de Lara transmitía sensación de sufrimiento. Ahora, gracias al poder de la actual generación de consolas, este aspecto también ha sido mejorado. Al acercarse la cámara, se puede ver como varía el brillo en sus ojos y la reacción en el rostro del personaje. Características como la luz, la sombra y el movimiento se han refinado en el juego. Como se puede intuir, el nivel de atención al detalle en las expresiones es enorme y el resultado es una apariencia mucho más humana. Pero no se limita a esto y todos elementos de animación relacionados con el movimiento del personaje se perciben como mucho más realistas. Por poner un ejemplo, Lara se mueve con un grado de dificultad obvia a raíz del espesor de la nieve o la resistencia del agua o el viento, algo común entre los humanos.
Las acciones rápidas que involucran presionar los botones en el momento que se muestra en pantalla (QTE), están de vuelta, aunque se han retirado muchos, especialmente en lo referente a los combates y se hace un uso más inteligente de la mecánica mostrándose de una forma más cinematográfica. Pero el primer aspecto llamativo de ‘Rise of the Tomb Raider’ es su capacidad para extraer lo mejor de la consola de Microsoft. El juego entra por los ojos desde el comienzo. Por ejemplo, en ocasiones las cuevas generan pequeños deslizamientos de tierra y se puede ver cada pedacito de arena sobre Lara. Hay que tener en cuenta, que desde el principio, el equipo de Crystal Dynamics ha tratado de conocer a fondo la máquina y ‘Rise of the Tomb Raider’ posiblemente sea el juego que cuenta con el mayor potencial técnico de la consola, o como mínimo uno de ellos. Visualmente hablando, cada detalle se ha trabajado meticulosamente: el pelo de Lara, unos impresionantes modelados y físicas que reaccionan en relación a cada entorno, logrando apariencias sucias, pesadas e incluso disminuyendo la velocidad cuando la protagonista lleva la ropa mojada.
El tratamiento del pelo merece una mención especial. Esa especie de cortina de tela de pelo ahora ofrece un efecto de gravedad cero, es decir, cuando Lara bucea su cabello flota y cuando trata de salir del agua ofrece la apariencia de pesado, apelmazado y de aspecto más oscuro, lo mismo sucede en otras condiciones, como bajo la nieve, que se acumula y afecta a la forma en que se comporta el cabello de la arqueóloga.
A todo esto hay que sumar un doblaje sobresaliente para la edición española, con voces perfectamente reconocibles de cine y televisión, que han sabido dar con el punto idóneo en prácticamente todos los personajes, liderados por una notable interpretación para Lara en castellano.
Conclusiones
No se puede negar que ‘Rise of the Tomb Raider’ es mucho más que una secuela, se trata de un extraordinario ejercicio de superación en relación al juego anterior. Se ha mejorado el ritmo y la obra ofrece una aventura, ante todo, más pulida y completa que la producción de 2013. Aunque acumula gran cantidad de retos y misiones secundarias que pueden apartar al jugador momentáneamente de la historia, siempre hay un secreto por descubrir o una tumba por explorar. En cualquier caso, Lara se reencuentra con una producción sobresaliente que aporta más elementos característicos de la serie clásica, animando las mecánicas de sigilo y combinándolas con las secuencias de acción que aportaba su predecesor. Además el estudio de desarrollo ha sabido aprovechar la potencia que ofrece Xbox One con un festival de hermosas y peligrosas localizaciones. Sin duda ‘Tomb Raider ‘se encuentra en uno de sus mejores estados de forma.
Rise of the Tomb Raider - Descent Into Legend