Sin embargo, en esta ocasión nos encontramos con un videojuego que, desde el mismo momento de su presentación, animó a los seguidores de la licencia a seguirlo muy de cerca. ¿Nuestra misión? Construir el mejor parque jurásico de la historia. Nos alejamos por completo del –para muchos esperado- juego de acción basado en ‘Jurassic Park’ para adentrarnos en la gestión interna de una serie de instalaciones que pretenden, con esfuerzo y dedicación, ofrecer a sus espectadores el espectáculo prehistórico más impactante del momento. Bienvenidos, ahora sí, a nuestro propio parque jurásico.

Genética, recursos y todo un mundo por descubrir

La propuesta jurásica viene de la mano del estudio británico Frontier, expertos en materia de estrategia, lo cual le da un valor añadido al título. En esencia, la obra busca ponernos en situación a la hora de producir los mejores parques temáticos con dinosaurios, pero no será tarea fácil, ya que, como bien sabemos, los dinosaurios se extinguieron hace millones de años. ¿Cómo devolverlos a la vida? Pues exactamente igual que en las películas: recuperando su genoma y utilizando la ingeniería para, con un poquito de suerte, dar vida a estos seres prehistóricos.

De esta manera, tendremos la posibilidad de mandar expediciones por todo el mundo con el objetivo de ir recuperando un porcentaje de ADN de un dinosaurio en cuestión. Cuanto más porcentaje de genoma recuperemos, más posibilidades de éxito a la hora de llevarlo a nuestro parque.

La obra va desplegando su potencia a medida que vamos progresando en materia de gestión. Comenzaremos en una isla pequeña, con algunos de estos seres en su vertiente herbívora, lo que nos ayudará a familiarizarnos tanto con el control –bastante acertado a pesar de que lo jugamos con un mando de Xbox One- y con las rutinas básicas que debe hacer el responsable del parque (atender a las necesidades de los diferentes dinosaurios, mantener el espectáculo de cara a los espectadores, procurar que las instalaciones y la seguridad estén lo suficientemente actualizadas para evitar desastres, etcétera).

Debemos decir, eso sí, que el videojuego explora el ensayo y error, y será frecuente ver acontecimientos que acaban en catástrofe. Por ejemplo, hay dinosaurios que socialmente se llevan bien con los demás; otros, sin embargo, son más agresivos y prefieren estar en instalaciones solitarias. El combo mortal, que da espectáculo pero que también reduce nuestra plantilla de dinosaurios, es, por ejemplo, meter a un dinosaurio carnívoro en un emplazamiento lleno de dinosaurios herbívoros.

De esta manera, y a medida que vayamos ganando reputación en la primera isla, iremos desbloqueando paulatinamente las restantes, con más opciones, nuevos entornos y, en definitiva, más posibilidades de gestión. La reputación será lo que nos permitirá acceder a nuevas opciones, y, a pesar de que al principio puede parecer que tenemos demasiadas cosas a tener en cuenta, pronto comprenderemos que no son tantas como parece, sobre todo aquellos usuarios adictos al género de la estrategia.

Dándole vidilla al parque temático

Más allá de ir descubriendo poco a poco cómo mejorar nuestro parque, generando recursos y desplegando nuevas expediciones en busca de un genoma particular, tendremos que asegurarnos de que el parque es lo suficientemente seguro como para poder ofrecer una experiencia digna a los espectadores. Y es que, como suele ocurrir en esta clase de títulos, los imprevistos son una de las claves que nos permiten alzarnos como verdaderos señores de nuestro feudo, en este caso, jurásico.

Si las películas nos recuerdan lo peligroso que es jugar con el ADN, el videojuego nos hace saber que no siempre todo sale como pensábamos. Hay imprevistos como fallos en el sistema eléctrico –abriendo las “jaulas” de los dinosaurios- producidos por tormentas, sabotajes humanos, dinosaurios más traviesos que otros y que logran escapar de su hábitat causando el pánico entre asistentes, otras criaturas que sufren enfermedades y que pueden llegar a morir, y alguna que otra sorpresa más que preferimos no desvelar.

Habrá que tener en cuenta los parámetros de cada raza de dinosaurio, así como tener presente que, al final del día, lo que importa son –más allá de las criaturas- nuestros ingresos. Y, en este sentido, debemos decir que el videojuego se nos antoja un tanto fácil debido a las limitaciones y falta de profundidad a la hora de gestionar según qué parámetros. Si surge un imprevisto nuevo, tendremos que rompernos –un poco, no demasiado- la cabeza para buscar una solución. Sin embargo, si el mismo imprevisto aparece por segunda vez, ya sabremos exactamente qué hacer, haciendo la tarea resolutiva rápidamente y evitando así que las acciones de nuestro parque caigan en picado.

La mejor recreación hasta la fecha

Entrando en el apartado audiovisual, ‘Jurassic World Evolution’ muestra músculo y esculpe con gran maestría tanto los escenarios como los protagonistas de la obra: los dinosaurios. El modelado en videoconsolas y ordenador de cada uno de estos seres es, simplemente, impresionante, y más si tenemos en cuenta que el apartado sonoro –banda sonora incluida- está directamente extraída de los largometrajes de la licencia. El temido rugido del Rex le pondrá la piel de gallina a más de uno, y, si juega con auriculares, igual se lleva un susto merecido.

Por otra parte, además de tener la vista cenital, que nos permite tener una panorámica de nuestros diferentes parques en cada momento, también podremos ponernos “a pie de pista” para tener una experiencia mucho más inmersiva, incluyendo, además, la posibilidad de desplazarnos tanto a pie como en vehículos (coches, helicópteros, etcétera). La recreación de los entornos está muy bien, y, a pesar de que las instalaciones nos han parecido bastante sosas en general (pues no permiten ningún tipo de personalización de colores, por ejemplo), el tiempo que disfrutamos paseando por el parque o admirando a los dinosaurios ha sido bastante satisfactorio.

Ampliándose poco a poco

‘Jurassic World Evolution’ viene con los suficientes ingredientes como para contentar tanto a los amantes de la gestión como a los cinéfilos que, en su día, soñaron con crear su propio parque de atracciones turístico con dinosaurios. La propuesta de Frontier es sólida y cuenta con un apartado audiovisual que encantará a los seguidores, a pesar, eso sí, de tener una dificultad más bien tirando a la baja, algo que igual no convence al jugador más experimentado.

Por otra parte, el estudio ha confirmado que irán incluyendo nuevos contenidos a través de paquetes descargables. De hecho, una de las grandes ausencias que tiene el título en relación a lo vivido en la gran pantalla tiene que ver tanto con los dinosaurios acuáticos como los voladores, que, directamente, han sido eliminados de la ecuación y que, presumiblemente, se añadirán a través de contenido descargable.

Conclusiones

En cualquier caso, se trata de una magnífica propuesta que dignifica la licencia y que demuestra, una vez más, que con pasión y buen hacer, es posible hacer videojuegos basados en películas que se alejen de la mediocridad. Quizá algo más de tiempo en el desarrollo para nivelar algunos parámetros –ajustando mejor la dificultad, por ejemplo- hubiera sido ideal para hacer un videojuego redondo, pero, aún con todo, ‘Jurassic World Evolution’ saca pecho y se consolida como uno de los mejores juegos de la franquicia hasta la fecha.

Jurassic World Evolution - Launch Trailer