Aún así, hay adaptaciones realmente conseguidas, como, por ejemplo, la vuelta de Batman al mundo de los videojuegos. El caso que hoy nos ocupa lamentablemente no pertenece a este grupo selecto de adaptaciones, sino todo lo contrario. El Origen de los Guardianes es la ejemplificación de un título hecho para aprovechar el tirón de una película, ofreciendo una experiencia de juego monótona y aburrida que únicamente disfrutarán los más pequeños de la casa.
La última película de animación de Dreamworks narra las aventuras de las leyendas infantiles más populares del mundo: Papá Noel, el Hada de los dientes, el conejo de Pascua y el Hombre de arena, cada uno con sus respectivos apodos escogidos para la ocasión. A éstos se le une un nuevo componente escogido por la propia luna: Jack Escarcha, y juntos tendrán que derrotar al villano de la película, Sombra, que es la representación en persona de las pesadillas de todos los niños del mundo.
El juego se desarrolla desde una perspectiva cenital, y nuestro principal interés será recorrer los cinco mundos que compone el juego superando las oleadas de enemigos y solucionando algún que otro puzle resultón. Desde la primera partida, tendremos acceso a todos los mundos sin distinción, ofreciendo la misma jugabilidad en todas las localizaciones cambiando únicamente de apariencia. En este aspecto, hay que destacar que los niveles se repiten demasiado, y no ofrecen ningún tipo de reto para el jugador más que recorrer cada rincón en busca de coleccionables y enemigos que aniquilar.
Los cinco protagonistas del videojuego cuentan con unos ataques y habilidades especiales, como viene siendo habitual en el género, ofreciendo un componente estratégico que únicamente explotaremos cuando juguemos en compañía. Si decidimos jugar en solitario -o somos derrotados por el enemigo-, tendremos la opción de cambiar de héroe pulsando la cruceta y seleccionar al personaje que más nos convenga en función de si su ataque es de corta o larga distancia. Además, cada uno tendrá habilidades exclusivas que iremos desbloqueando a medida que vayamos avanzando en las fases, aumentando también diversos atributos de cada personaje. Lamentablemente, este aspecto estratégico es puramente anecdótico y, de hecho, se vuelve en su contra al presentar una inteligencia artificial que prescinde completamente de cualquier lógica, ofreciendo combates que podrán ser superados machacando el botón de ataque hasta la saciedad, sin importar si somos mejor en ataque o defensa.
En este sentido, parece que el juego ha sido concebido para que los aficionados más pequeños del sector se junten en casa para pasar un rato entretenido aporreando el mando de juego. Y es que, inexplicablemente en los tiempos que corren, el videojuego carece de vertiente online para jugar partidas a distancia. Eso sí, los jugadores locales podrán incorporarse y retirarse de la partida en cualquier momento, como si de una máquina recreativa se refiera.
Por otra parte, en numerosas ocasiones nos hemos visto involucrados en batallas caóticas donde no se sabe exactamente a quién o qué estamos atacando. El diseño de los enemigos es muy parecido entre sí, y la monotonía de escenarios no ayuda a ofrecer un espectáculo visual que sume puntos en la parte técnica. De hecho, el motor de juego parece estar más cercano a la pasada generación que a la actual, con un unos gráficos muy simples que apenas ofrecen detalle. Por suerte la obra no se resiente demasiado cuando hay muchos elementos en pantalla, por lo que la jugabilidad no se ve afectada en ningún momento.
El apartado sonoro cumple discretamente con su función. Las melodías, sin ser demasiado complejas, acompañan bastante bien el ritmo de la obra, aunque en numerosas ocasiones parecerá imperceptible por la cantidad de ruido que generan las batallas. Lo mejor del apartado -y de toda la obra, todo sea dicho- es su doblaje, en perfecto castellano y con unas caracterizaciones bastante dignas, que aportan un poco de luz a un conjunto con muchos defectos.
De esta manera, El Origen de los Guardianes se alza como uno de esos títulos que únicamente buscan rascar unas ventas en el sector ofreciendo una experiencia de juego bastante deficiente. Por suerte, los más pequeños de la casa encontrarán algo de diversión en las entrañas del título, sobre todo si han visto la película en el cine o su anuncio en televisión. Los demás jugadores que se atrevan a jugar al título encontrarán, entre sus errores, un videojuego repetitivo y monótono que caerá en el olvido cuando desaparezca la película de la cartelera.
El Origen de los Guardianes: El Videojuego - Teaser
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Victor Moyano
