, pero esta prometedora incorporación al mercado se fue al traste cuando en 2005 se lanzó una segunda entrega denominada Dead to Rights: Reckoning, un juego que no cumplía con los mínimos y de la que se lanzó una paupérrima versión para PSP. Ahora Namco Bandai ha levantado el castigo a la franquicia y Volatile Games se ha hecho cargo de la criatura que tanto prometía hace unos años para finalmente quedarse en nada, veremos como les ha quedado la resurrección del agente Jack Slate y su fiel compañero Shadow.

Jugabilidad

Dead to Rights: Retribution es una autentica película de tiros, básicamente lo que encontramos en el juego son tiroteos, sangre, brutales ataques de Shadow, sangre, combates y sangre, todo desarrollado para que la campaña se facture como una de esas películas de acción desbordante que a falta de un argumento profundo tan solo necesita un elevado ritmo, muchas balas y mucho ruido para mantenernos pegados a la pantalla, si además le añadimos una concepción del argumento que irónica y sutilmente se ríe de su pobreza argumental y algunos puntos que repasaremos según avancemos en el artículo, nos encontramos con un gran juego de acción que sabe cuáles son sus virtudes y las explota de manera coherente, ya que Retribution no ha perdido el aroma de la entrega original, algo que los más veteranos agradecemos y que permitirá a los más jóvenes descubrir las esencias de aquel gran juego.

La campaña nos pone de nuevo en la piel del agente de anti-vicio Jack Slate, un auténtico tipo duro, pero de los duros, duros, que tras pasar por el cuerpo de marines y servir en la policía de Grant City ha desarrollado una devastadora habilidad para el combate cuerpo a cuerpo, pero además tiene un perro con muy malas pulgas y unos afilados colmillos que son capaces de desgarrar cualquier parte de la anatomía humana sin mucho esfuerzo.

Las cosas no son como antaño en Grant City, la corrupción domina las instituciones, la ciudad ha perdido todo su esplendor y se encuentra sumida en el caos gracias a los altos niveles de delincuencia y la creciente ola de violencia que se viven en sus calles. El agente Jack Slate ha sido traicionado y engañado de la peor forma, derivando en unas desastrosas consecuencias, por lo que está dispuesto a llegar hasta donde haga falta con su compañero Shadow, para desentrañar una conspiración que les llevará hasta el límite, tanto que el prólogo del juego nos sitúa en los muelles de la ciudad con un Slate gravemente herido.

 En este momento tomaremos el control de Shadow, un híbrido entre un Alaska malamute de grandes dimensiones y un pastor alemán que nos ayudará liquidando a los múltiples enemigos que intentarán acabar definitivamente con la vida de Jack. Como habréis notado la trama argumental no es un derroche de originalidad, los desarrolladores son conscientes y cómplices, ya que durante la partida esbozaremos alguna sonrisa gracias al planteamiento que ellos mismos ofrecen en diversas secuencias de la aventura.

Dead to Rights: Retribution cuenta en esencia con lo justo para que la aventura se desarrolle a su ritmo, sin que falten las escenas de tensión o de marcado carácter dramático, pero tampoco necesita más, es muy posible que si incluyéramos en la ecuación una elaborada e intrincada historia se perdería uno de los mayores encantos del juego, el ritmo, que está calculado para que podamos disfrutar sin muchas interrupciones de secuencias de acción con muchos golpes, olor a pólvora y un perro que despedaza enemigos.

Con referencia a Shadow hay que destacar que es muy importante conocer la forma de ordenarle las acciones que queramos que realice, el perro se nos unirá con la campaña levente comenzada, con lo que una vez que dispongamos del control de ambos personajes se abre un nuevo abanico de posibilidades que le viene perfecto al juego donde y como está planteado, pues cuando parece que tienes completamente bajo control el juego se une un elemento más, que lejos de entorpecer aumenta las dosis de intensidad. Cuando tomamos el control del can tenemos la sensación de estar manejando un autentico animal entrenado para destrozar lo que se le ponga por delante, este nivel de inmersión se debe en parte al cambio de tonalidad en la pantalla cuando lo controlamos, lo que aporta un efecto muy logrado.   

 

El sistema de juego es divertido y sencillo, algo importante porque controlaremos a ambos agentes, el de dos piernas y el de cuatro patas, con sus diferentes mecánicas de control. Así pronto controlaremos a ambos de forma eficiente en un corto periodo de tiempo, la asequible dualidad del control nos servirá para enviar al perro de avanzadilla a masticar los genitales de los enemigos y así reducir el número de enemigos para que a continuación entre en escena Jack y termine de solucionar el asunto. La contundencia de esta táctica es demasiado tentadora, por lo que acabamos usándola en demasiadas ocasiones. El uso de las distintas armas de fuego que encontraremos a lo largo de la campaña no dispone de peso específico en el juego, con un sistema de daños que esta disparatadamente descompensado, ya que con un par de golpes acabaremos con los enemigos y por extraño que parezca necesitemos de una buena ración de balas para acabar con ellos, de todas formas el cuerpo a cuerpo es parte del ADN del juego, aportando mecánicas y secuencias de acción mucho más divertidas, además es importante reservar la munición para los momentos más tensos de la campaña.  Tampoco falta a la cita una de las señas de identidad de la franquicia, el tiempo bala (recogido en su dia de Max Payne), la ralentización del tiempo nos permite apuntar con fiabilidad y en este caso el poder de las balas se multiplica procurando grandes daños a los enemigos.

Gráficos

El apartado gráfico resulta algo menos intenso que su diseño artístico, que aun estando bien concebido y sin que le falten un buen número de clichés, se estanca debido a la regular calidad gráfica que presenta el título, que no consigue transmitir en ningún momento el ambiente de caos violento y corrupción que asola la ciudad. El contrapunto lo encontramos en las animaciones, sobre todo en las del canino, que se desenvuelve con una sorprendente naturalidad. En cuanto al resto de personajes, modelados simplemente correctos y una resolución demasiado baja.

 

Audio/Sonido

Dead to Rights: Retribution cuenta con una banda sonora de temas potentes que le vienen de maravilla al juego, igual de potentes son los efectos sonoros con denotaciones y sonidos característicos de las más dolorosas dentelladas como puntos más destacables. El juego llega con voces en ingles y cuenta con un doblaje que no pasará a la historia como el mejor a nivel interpretativo, eso si, contamos con los textos de pantalla y menús en un correcto castellano.

Conclusiones

Dead to Rights: Retribution recupera parte de sus esencias y las pasea como un solvente título de acción en tercera persona con mucho de arcade. Aunque para el reencuentro hayan alejado demasiado a Jack de las armas de fuego, no ha perdido lo esencial y lo que le hizo grande en su dia, también es verdad que ya no es el juego fresco y solvente gráficamente que era cuando vio la luz, pero nos ofrece acción sin cortarse, combates contundentes y directos, en definitiva acción en estado puro que hará que los aficionados al género se pasen toda la campaña sin apartar la mirada del televisor y eso prácticamente sin que nos petardeen con la moralinas tan de moda en estos días, algo que también se agradece de vez en cuando.