La caja negra del Nostromo
La historia de ‘Alien: Isolation’ nos presenta a Amanda Ripley, hija de la teniente Ellen Ripley, protagonista de la película de 1979, que tras años de buscar una prueba sobre el paradero de su madre, recibe una importante noticia, ya que la caja negra del Nostromo había sido recuperada y enviada en la estación espacial, Sevastopol, una gigantesca plataforma que orbita en el planeta KG348. Amanda parte con dos miembros de su equipo, un androide sintético llamado Samuels y Taylor, una científica humana. La situación se comienza a complicar desde el mismo momento en el que entran en contacto con la estación, ya que un accidente mientras tratan de abordar la estación separa al grupo, dejando a Amanda sola tras una intensa secuencia. Tras el difícil desembarco Amanda comienza a percibir que la plataforma se encuentra inmersa en el caos, con humanos hostiles que luchan por la supervivencia, androides que ejecutan a los supervivientes y la amenaza desconocida del xenomorpho, de modo que a partir de este punto tendrá que hacer uso de toda su astucia empleando todo tipo de recursos para hacerse con la caja negra, comprobar que ha pasado con el resto del grupo y escapar. Pero las cosas no van a ser nada fáciles.
'Alien: Isolation' es básicamente un juego de infiltración y sigilo con elementos de survival horror, un pequeño sistema de fabricación de objetos y cantidad de eventos que guían al jugador a través de la historia. Las condiciones que propone The Creative Assembly para afrontar la épica de supervivencia que nos traslada el juego es simple, algo que beneficia al conjunto en cierto modo, ya que a lo largo del accidentado y tenso viaje el jugador tendrá que moverse entre instalaciones abandonadas, opresivos pasillos y estancias a rebosar de cadáveres para cumplir los objetivos de la misión y evitar ser detectado. La única ayuda que encontrará a lo largo de la epopeya espacial será el conocido motion tracker o detector de movimiento, un aparato que muestra mediante pulsos en pantalla los movimientos que se producen a nuestro alrededor, en su contra juega que también capta el resto de pulsos electromagnéticos e interferencias, pero lógicamente deja sin marca a los enemigos que se encuentran estáticos, algo a tener muy en cuenta. El detector de movimiento encaja perfectamente dentro del concepto de ciencia ficción de baja fidelidad que propone la desarrolladora, es decir, en ‘Isolation’ se ha recreado la tecnología disponible en función de la película original, de modo que aquí todo es robusto y sobre todo analógico; no hay lasers, y las armas más avanzadas que se pueden encontrar puede que estén unidas con cinta adhesiva y cuerdas. No existe la curación automática y tampoco se pueden recolectar botiquines, de modo que se ha implementado un sistema de creación de recursos que nos permite, a partir de la localización de planos previamente desbloqueados, fabricar botiquines, bombas de pulsos, granadas cegadoras, armamento, etc., herramientas que en definitiva sirven para ganar algo de tiempo ante los tres tipos de enemigos que Amanda debe evitar: los desconfiados supervivientes de la Sevastopol, que esperan su oportunidad de escapar perturbados por el aislamiento, de modo que están preparados para disparar primero y preguntar después; los androides de mantenimiento de la estación, que cuentan con una apariencia muy sintética al tratarse de una tecnología y un software anterior a otros modelos, como el propio el Samuels, lo que les permite saltarse la ley robótica que les impide hacer daño a los seres humanos; y por último, el soberbio y solitario xenomorfo, un enemigo tan peligroso y duro como una deidad, un ejemplar absolutamente invulnerable.
Estos peligrosos enemigos junto a la disposición de los escenarios y la extensión de terreno que abarca la estación espacial permite que la sensación de peligro inmediato no abandone al jugador en ningún pasaje de la aventura, ya que desde los conductos de aire, hasta las rejillas del suelo pasando por cada tramo de pasillo, la travesía se convierte en una mortal trampa donde el Alien espera a su presa. Todo esto se combina con incidentes ambientales como incendios, vapor brotando furioso de las tuberías o explosiones de módulos enteros, detalles que convierten la visita a la estación en todo un infierno. Pero del mismo modo que el xenoformo puede utilizar los conductos para moverse rápidamente, el jugador también puede, y en muchas ocasiones, debe utilizar estos atajos para avanzar o emplearlos para esconderse, algo que también se puede hacer en diferentes habitáculos que hay repartidos por los escenarios, como taquillas, carritos de comida, pasadizos, puertas con bloqueo manual, etc. Pero esconderse no es una solución definitiva, ya que si por algo se caracterizan los enemigos de ‘Alien: Isolation’ es por la insistencia que ponen para encontrar al jugador en la última zona en la que ha sido visto, en especial el xenomorpho, que no duda en registrar la zona a fondo durante bastante tiempo. Esto provoca situaciones de auténtica tensión que demuestran una atmósfera muy cuidada a partir de la inteligencia artificial tan violenta como variada con la que se ha dotado a los enemigos, algo que insta al jugador a estar constantemente adaptándose a las múltiples variables que se pueden presentar. De hecho, es posible que una zona con enemigos humanos que estamos tanteando, al final sea presa del propio Alien si este acecha por la zona. No hay amigos en la estación espacial.
Un ejemplar indestructible
Aunque el nivel de exigencia de ‘Alien Isolation’ se encuentra bastante equilibrado, es en el modo difícil donde más tensión e incertidumbre se genera, ya que toparse con el Alien supone morir, y el simple contacto visual con humanos y sintéticos obtiene el mismo resultado. Los androides cuentan con una resistencia desmesurada, y para tumbarlos, hace falta consumir mucha munición, algo que escasea en la estación espacial. Pero los enfrentamientos contra humanos o androides tienen como consecuencia que el Alien descubra la posición del combate, de modo que guiará al xenoformo hasta la estancia, donde cualquier elemento que se mueva corre serio peligro de ser aniquilado. El arsenal cumple una función secundaria en el juego, ya que la barra de mantenimiento y la pistola pueden dar algo de tiempo al jugador contra humanos y sintéticos, así como el lanzallamas, que puede dar una segunda oportunidad contra el Alien, pero pasar desapercibido y no perder atención de lo que sucede y se escucha en pantalla es la única forma de asegurar la supervivencia del jugador.
Queda claro que la experiencia es tan gratificante como sólida, cuenta con mecánicas adecuadas, imprime la tensión necesaria y propone un diseño de misiones sin demasiados elementos que interrumpan la concentración del jugador, mucha tensión en entornos opresivos y una convincente narrativa que se extiende a lo largo de una docena de horas repletas de tensión y sigilo. La combinación de todos estos ingredientes se sazona con una ambientación repleta de notables efectos de iluminación, elementos ambientales, así como el caos y el abandono que asola la estación con rejas caídas, muchas fuentes de vapor por los pasillos, luces giratorias rojas y naranjas, turbulencias y demás elementos que ayudan a que la inmersión no decaiga, como por ejemplo, los tensos momentos que nos tiene preparado el sistema de guardado, ya que no hay puntos de salvado automático. En algunas estaciones hay módulos de emergencia donde el jugador puede guardar su progreso, pero la operación requiere de algunos segundos para cargar una tarjeta, tiempo que en muchas ocasiones el jugador no tiene.
Un esfuerzo honesto y ejecutado con solvencia
Entrando en materia técnica, el apartado gráfico del juego resulta bastante competente en cuanto a texturas, decorados, ambientación e iluminación. Aunque luce un diseño gráfico algo conservador, se agradece sobre todo que el juego discurra sin interrupciones ni defectos que empañen la experiencia, ya que en este caso los elementos primordiales como la atmósfera y el diseño de los decorados cumplen con su trabajo de forma excelente. El sonido también se adapta a los requisitos necesarios para afrontar un survival horror de infiltración, es decir, la localización de efectos es sobresaliente, algo que aporta consistencia a la jugabilidad.
El diseño de los decorados y las diferentes ubicaciones que propone el juego contribuyen a crear un auténtico homenaje a los ambientes de la película original, con sus aparatos de Baja Fidelidad y el contraste entre las áreas comunes donde los empleados de la estación conviven y los oscuros ambientes industriales. En cuanto a la caracterización de los personajes, tanto el diseño como las texturas son sobresalientes y destilan ese aroma de la película original, con androides perfectamente representados, humanos defendiéndose en términos brutales y un Alien que realmente impone con su mera presencia. La combinación de todos estos elementos contribuye a crear en el jugador un destacable nivel de inmersión. En cuanto a la edición para nuestro país, el juego nos llega traducido y doblado en perfecto castellano con interpretaciones cuidadas y algunas actuaciones notables.
Conclusiones
Además de encontrar el juego que esperábamos, ‘Alien: Isolation’ acierta con el espíritu y la esencia de la película original de 1979 gracias a una excelente ambientación, mecánicas de tensión y sigilo perfectamente trabajadas, misiones interesantes y cargadas de tensión, una estructura de juego notable, un guion que se mantiene fiel a la franquicia y enemigos tan poderosos como atractivos. Una cuidada producción recomendable tanto para los amantes del género de terror, las aventuras espaciales, y en general para cualquier conocedor de la serie, ya que desde hace muchos años no encontrábamos un producto a la altura de la franquicia creada por Ridley Scott en lo referente a videojuegos.
Alien: Isolation - Ciencia Ficción de Baja Fidelidad