Recientemente el equipo de desarrollo ya demostró sus dotes con la serie ‘Inazuma Eleven’ en la portátil de Nintendo, una fórmula que combina rol con el deporte rey, pero ahora la veterana desarrolladora presenta su nueva producción ‘Fantasy Life’, un videojuego de género que llega a nuestro país años más tarde de su estreno en territorio nipón. Una apuesta que mezcla con bastante acierto y en su justa medida algunos ingredientes de ‘Animal Crossing’, ‘The Legend of Zelda’ y más.
Bienvenido a Reveria, tierra de oficios.
Antes de comenzar a explorar el vasto mundo que ofrece Reveria y sus alrededores, el jugador se tendrá que emplear en confeccionar su personaje. De esta manera le otorgamos un nombre, rasgos faciales, voz, pelo y determinados atributos estéticos destinados a que el jugador se sienta más identificado con el héroe (o heroína), pues pasaremos decenas de horas recorriendo el mapa juntos. Reveria se presenta como el reino de los oficios con una introducción muy bien recreada al más puro estilo de la animación japonesa. La Diosa de los oficios otorgó al hombre la habilidad de escoger un trabajo para labrarse un futuro, y aquí es donde precisamente encontramos el punto más fuerte de la obra.
Pero antes de entrar en materia, debemos aclarar que ‘Fantasy Life’ es un videojuego marcado por un ritmo diferente al habitual. No nos encontramos con una historia épica de grandes proporciones, ni con personajes secundarios inolvidables, en su lugar se toma un argumento básico que sirve de conexión para centrar la atención en lo que interesa: buscarse el pan de cada día y hacer lo más productivo con nuestra vida digital en este mundo de fantasía. Maripósea, una curiosa mariposa parlanchina que nos acompaña durante la aventura, sirve como nexo al argumento, y poco a poco el jugador irá descubriendo qué se esconde detrás del personaje y la amenaza que, como no podía ser de otra manera, pone en peligro toda la existencia del mundo.
Durante la primera hora del videojuego el jugador se empleará básicamente a explorar el entorno. Pero lo primero que resulta gratificante es comprobar el vasto territorio que va expandiéndose a medida que la aventura progresa. Reveria es tan solo el punto de partida, ya que también recalaremos en tierra de piratas y magos, áreas con bosques frondosos y multitud de localizaciones a las que se podrá acceder fácilmente gracias al transporte rápido.
El primer objetivo del jugador es seleccionar uno de los 12 oficios que están presentes en Reveria. Por un lado contamos con los más clásicos, como paladín, mercenario, cazador y mago; las centradas en la recolección de materiales, compuesta por mineros, leñadores y pescadores; y, por último, las de creación, oficios centrados en las clases de cocinero, herrero, sastre, carpintero y alquimista. Lo curioso y divertido del asunto es que en función de la clase seleccionada el jugador abrirá sendas diferentes para recorrer el mundo tanto a nivel argumental como jugable. Es decir, la vida de un carpintero poco o nada tiene que ver con la de paladín, pero tampoco nada que envidiarle. Level 5 ha querido ofrecer una experiencia apta para todos los paladares. Los jugadores de corte más clásico se interesarán más en el combate, y lograrán completar la aventura en menos tiempo que los expertos en la cocina, pues su cometido es más directo. No obstante, es posible cambiar de oficio en cualquier momento de la partida, guardar nuestra progresión y abrir, de esta manera el amplio abanico de misiones y objetivos que hay diseminados en el extenso universo.
De hecho, existen tres clases de misiones. Por un lado, contamos con los objetivos argumentales que son presentados por Maripósea, los cuales nos reportarán puntos de dicha que podremos utilizar para obtener recompensas como alquilar caballos -y avanzar más rápido por tierra- o adoptar una mascota para nuestro hogar, entre otros elementos. No obstante contamos con misiones desglosadas por oficio destinadas a aumentar el nivel y aprender nuevos movimientos para el personaje. El último tipo de empresa, cuya resolución nos reportará dinero y algunos objetos necesarios, son los encargos de los habitantes -animales inclusive- del mundo. Cada profesión tiene un gremio, en el cual el personaje irá ascendiendo en función de los puntos de experiencia acumulados por resolver conflictos en la hermandad, algo que además de proporcionar nuevos movimientos, también causa impacto entre nuestros conocidos, ya que ‘Fantasy Life’ explora las opciones sociales, aunque luego hablaremos de ellas con más profundidad. Cierto es, sin embargo, que hay algunas profesiones más inspiradas que otras, sobre todo en lo referente al sistema de combate, que se ha simplificado al máximo para ofrecer una experiencia divertida para todo tipo de jugadores, pero sin profundidad. Con tantos objetivos, lo lógico es que el jugador se sienta abrumado con tanta opción y tan pocas guías, ya que en ‘Fantasy Life’ apenas existen algunas directrices marcadas por la historia que impiden acceder a ciertos lugares, pero una vez que se han liberado todas las localizaciones el jugador se enfrentará a un extenso mundo repleto de secretos.
El sistema de combate es bastante simple: un botón para atacar, y otro para ejecutar movimientos especiales. En función de la clase, atacaremos con espadas, dagas, hachas, flechas y un largo etcétera, siempre teniendo presente que los movimientos propios de cada clase emplea la resistencia del personaje. Por ejemplo, un cocinero no tendrá la misma habilidad con el acero que un mercenario, pero un gran mago no podrá cocinar un plato sabroso. En el equilibrio está la grandeza, pues con cada nivel aumentan los atributos del protagonista. Algunos oficios invitan a superar mini juegos que requieren cierta habilidad con los botones, como a la hora de cocinar o de crear pociones de alquimia. Aunque ayudan a desconectar entre combate y combate son bastante fáciles.
Fantasía social, al alcance del multijugador
Hasta aquí podríamos hablar de un videojuego de rol de características clásicas con el interesante añadido de las variopintas profesiones que complementan la jugabilidad. Sin embargo, Level 5 da un paso más allá y recoge las semillas plantadas por ‘Animal Crossing’ en cuanto a vida social se refiere. Así pues, podremos equipar y personalizar nuestro inmueble al gusto, con la posibilidad de adquirir viviendas ubicadas en puntos estratégicos del mapa y que en definitiva tienen como objetivo el desplazamiento rápido entre ellas. Para ello, no obstante, el jugador se tendrá que rascar los bolsillos y pagar una cantidad muy generosa de Revis, la divisa del título para adquirir casas y equipamiento para vestirlas con sillas, armarios, cofres, alfombras y un sinfín de elementos con los que moldear nuestro hogar.
Pero la vertiente social no termina con la compra de casas o la ayuda a los vecinos de Reveria, ya que incluye opciones relacionadas con la vertiente multijugador del título. Más allá de las funciones de StreetPass, el título admite juego cooperativo a tres bandas, algo que permite realizar misiones que en solitario dan la impresión de ser largas y tediosas. Tendremos, para ello, que dirigirnos al nodo de comunicación, un establecimiento centrando en las opciones multijugador para hacer de enlace con otros jugadores. El único inconveniente de este modo es que ‘Fantasy Life’ sigue la línea del juego seguro marcada por Nintendo, de modo que únicamente podremos conectarnos con otros amigos que estén jugando. Ni jugadores desconocidos, ni gente de otros países que no estén en nuestra cartera de amigos.
Pero si contamos con amigos nos encontraremos con un título que multiplica en varios puntos su diversión. No sólo gracias al chat, que permite estar comunicado en todo momento, ni a la función rápida que permite llegar donde están nuestros compañeros de viaje, más bien por el mundo repleto de contenido para descubrir en grupo.
Simple a nivel audiovisual, pero bueno en conjunto
En materia gráfica se nota que ‘Fantasy Life’ es un videojuego que apareció en el mercado japonés en 2012, pues algunos títulos que se encuentran en el actual catálogo de Nintendo 3DS cuentan con mejores técnicas. Nos encontramos con una vertiente que cumple sin demasiadas pretensiones. No así su nivel artístico, que llega de la mano y pluma de Yoshitaka Amano, ilustrador de ‘Final Fantasy’, el cual se ha encargado de unos personajes entrañables y divertidos que, siendo sinceros, pierden algo de solidez en su paso a las tres dimensiones. Lo mismo ocurre con la banda sonora, a cargo de un Nobuo Uematsu, también encargado de componer la música de ‘Final Fantasy’ hasta la décima entrega, que parece haber perdido algo de fuelle. Temas bastante simples con alguna que otra partitura que despunta, pero que, en conjunto no logra alcanzar el notable.
Conclusiones
‘Fantasy Life’ se convierte, por méritos propios, en una aventura muy recomendable para los amantes del género. Si bien es cierto tiene algunos elementos que pueden llegar a aburrir al jugador, como por ejemplo los interminables cuadros de diálogo -con información irrelevante- y la historia, poco inspirada para los jugadores acostumbrados a las maravillas de la desarrolladora, Level 5 ha pretendido dar un suave giro al género centrando su interés en la libertad y la jugabilidad, dos elementos que, precisamente, quedaban relegados a un segundo plano por exigencias en el guion. ‘Fantasy Life’ y las 80 horas de juego que insinúa pasa por un título que todo amante del rol japonés debería tener en cuenta.
Fantasy Life - Vive a tope en Reveria
