La organización australiana defiende que Xbox One puede ser empleado como un terminal de videovigilancia, y que Microsoft debe poner a disposición del usuario, de manera muy clara, la opción de inutilizar esta característica. "La gente debe poder desactivar cámaras y micrófonos en el aparato, aunque esto limite su funcionalidad. De lo contrario, no debería comprarlo". En tierras germanas, Peter Schaar, director del departamento federal de protección de datos declaró: "Bajo la denominación de 'consola' Microsoft quiere introducir un aparato de vigilancia en Alemania [...] el hecho de que Microsoft pueda espiar potencialmente mi salón es una horrible pesadilla". Representantes del partido verde en el Bundestag, el parlamento federal alemán, exigieron a Microsoft mayor transparencia: "Si las acusaciones contra los planes de Microsoft y sus intenciones son reales, el organismo de supervisión de protección de datos debe intervenir. "
Ante tales declaraciones, la dirección de Microsoft se apresuró a asegurar que Kinect no se empleará para espiar a sus usuarios. Jeff Henshaw, administrador de programas de Xbox Incubation afirmó en descargo de la compañía, que: "será posible configurar el sistema de un modo en el cual el jugador estará completamente seguro de que la cámara no puede verle."