El nuevo sistema, además del empleo de un controlador tradicional, implica el uso de diversos elementos físicos en el cuerpo del usuario. Por ejemplo, un sensor en la cabeza que detecta los niveles de estimulación y actividad cerebral, un dispositivo en el dedo que registraría la presión sanguínea el pulso y la respiración. “Reconocer las emociones o entender el estado del usuario es importante y beneficioso para muchas aplicaciones; juegos, interfaces hombre-máquina, etc. El reconocimiento de emociones es un trabajo difícil dada la complejidad de las emociones humanas; por tanto, la certeza del reconocimiento de emociones es muy baja.”, se explica en la patente.