Estas declaraciones vienen precedidas de la última patente de Microsoft en referencia a Kinect, cuyo registró desveló que el periférico estaría, supuestamente, siempre monitorizando la actividad de la sala. Esta patente, unida a la necesaria conexión a Internet de la plataforma, ha hecho que gran parte de la comunidad de jugadores cuestionen las nuevas políticas de la multinacional americana.