Además, el organismo no contempla con buenos ojos que Microsoft se pueda encontrar en disposición de promover "estrategias de ejecución hipotecaria" -es decir, no publicar los juegos en servicios de la competencia o "bloquear el acceso a los juegos de Activision Blizzard en videoconsolas y PC", incluidos grandes éxitos como la serie ‘Call of Duty’.
La comisión tiene dudas
En la misma línea, existen detonantes derivados del supuesto impacto que podría producir la adquisición en las plataformas de suscripción y streaming, algo que entregaría a los ejecutivos de Xbox libertad para "degradar los términos y condiciones", por ejemplo, retrasando el estreno de determinados títulos en los servicios que no corresponden a su entorno. Para colmo, la Comisión también se muestra especialmente interesada en evaluar el efecto que pueda producir la compra en el mercado de los juegos de PC. Al combinar el catálogo de Activision Blizzard con Game Pass y Windows, la compañía también se encontraría en condiciones de "disuadir a los consumidores de no comprar PCs que no tengan su sistema operativo".
Como respuesta a los requerimientos de la Unión Europea, el CEO de Activision, Bobby Kotick, ha publicado una carta abierta sobre el tema. En ella, asegura que en la empresa siempre han comprendido la complejidad del proceso de venta y promete que seguirán colaborando con los organismos reguladores, señalando, además, que la transacción ya ha sido aprobada en otros mercados como el brasileño. El ejecutivo afirma que, con este proceso de investigación, la Comisión Europea está “tratando de comprender mejor el negocio de los juegos”. En todo caso se muestra optimista sobre el cierre de una adquisición que rondaría los 68.700 millones de dólares y anticipa que se liquidará por completo a fines del año fiscal que finaliza en junio de 2023.
El final del camino
Además de superar las barreras que está poniendo la Unión Europea, la empresa aún tiene que recibir la aprobación de la FTC de EE.UU. y el órgano regulador británico antes de comenzar a mover la transacción a otros mercados menores. Tanto en Activision como en Microsoft confían en que podrán persuadir a los diferentes organismos del mínimo impacto que representa la adquisición para la industria, llegando a prometer incluso, que ‘Call of Duty’ se seguirá publicando en PlayStation mientras exista la plataforma de Sony.