De acuerdo con la legislación China sobre entretenimiento digital, ningún título puede llegar al mercado promoviendo el uso de sustancias psicoactivas o violencia. Así, todos los videojuegos deben ser aprobados por el departamento de cultura del gobierno de Shanghai, que examina los títulos en un plazo no superior a 20 días. En contraposición, Xbox One fue lanzada en China a finales del año pasado, vendiendo alrededor de 100.000 unidades durante su primera semana. Nintendo, por su parte, no tiene planes específicos para llevar sus videoconsolas al mercado chino.