La información viene precedida de la divulgación de una lista redactada por el Fiscal General del Departamento que enumera los títulos que no han llegado al territorio, como ‘Douchebag Beach Club’, ‘Drunk Driver’ o el reciente ‘Hotline Miami 2’. Al no pasar por el sistema de clasificación, los videojuegos se convierten automáticamente en ilegales y no pueden ser vendidos, anunciados o exhibidos públicamente.

Estos hechos chocan frontalmente con los datos que recogen los listados de juegos prohibidos desde mediados de los noventa hasta 2012. En total desde 1994 a 2012, Australia únicamente negó la venta de 50 juegos. “No es realista ni factible para la Junta de Clasificación hacer su trabajo de manera ordinaria”, declara un portavoz del Departamento del Fiscal General. “Debido a la explosión de la red, hay cientos de miles –sino millones- de videojuegos disponibles en línea que no podemos abarcar.”

Durante 2015, la Junta trabajó con una cartera de títulos que superó las 150.000 unidades con un programa piloto de Coalición de Clasificación Internacional de Edad (IARC). Así, en lugar de depender de la clasificación de la junta, el IARC permite a los desarrolladores individuales anunciar su contenido, traduciéndose así en informes con un estilo similar a las clasificaciones ESRB y PEGI. Se desconoce, por el momento, si el programa piloto llegará a funcionar de manera habitual para evitar la sangría. En todo caso se espera que durante las próximas semanas se ofrezcan novedades al respecto.

Hotline Miami 2: Wrong Number – Jugabilidad