‘Yoshi’s New Island’ repite la fórmula de la serie, remarcando de nuevo las características del dinosaurio como el salto flotante y el disparo de proyectiles, tintado el ambiente con una gran cantidad de tonos acuarela color pastel, y presentando una atmósfera que encantará a los más pequeños de la casa y a algún adulto cuyo pasado fue marcado por el original de Super Nintendo.

Al rescate del clásico

De todos es bien sabido que Nintendo se apoya mucho en sus propios personajes para producir nuevos proyectos con los que llevar la diversión al jugador adepto de la empresa. Esta exclusividad de proyectos cuenta con un doble sentido: llevar de nuevo las experiencias más sofisticadas de la casa y reinventar los clásicos para volver a sentirnos como los niños que llevamos dentro. Repetir la fórmula es arriesgada, no sólo por su falta de originalidad, sino por la tentativa de perder la esencia de la marca que, todo sea dicho, es el punto fuerte del original. ‘Yoshi’s New Island’ revive algunos conceptos que permanecen en la cabeza de los jugadores nostálgicos, pero a su vez peca de sobrepasar los límites del infantilismo para darle una nueva dimensión a la franquicia, que no ha logrado encontrar un equilibrio para satisfacer ni a los nuevos usuarios ni a los de antaño.

La trama de la aventura sigue la estela de los productos de la marca japonesa: una historia básica que sirve como escusa para llevarnos de un nivel a otro, en este caso encarnando a Yoshi llevando a un Mario indefenso en una serie de niveles que mezclan los recuerdos, la innovación y el aburrimiento. De hecho, uno de los problemas más graves que le encontramos a este ‘Yoshi’s New Island’ es la pérdida de equilibrio entre las cualidades que hicieron la franquicia un clásico atemporal y la diversión, totalmente ausente en algunos tramos de la aventura.

Y es que la jugabilidad dentro de esta nueva isla no llega a sorprender, tirando de mecánicas vistas en los anteriores títulos y llevándonos de la mano durante gran parte del juego. Volvemos a contar con las habilidades típicas de Yoshi, como por ejemplo producir huevos para dispararlos contra los enemigos o la posibilidad de tragarnos algunos de los más pequeños. Además de los movimientos clásicos, tenemos la posibilidad de hacer un huevo gigante para devastar el escenario y a todos los enemigos que aparecen en pantalla y también algunos movimientos más que ofrecen un poco más de dinamismo al recorrido.

Nuevos retos 

Además de controlar al propio Yoshi, Nintendo se ha encargado de llevar las transformaciones a un nuevo nivel. Al huevo gigante que anteriormente hemos mencionado se le suma la posibilidad de volver a hacer el helicóptero y el taladro, la nueva incorporación de ‘Yoshi’s New Island’. También contaremos, en algunas partes de los escenarios, con la posibilidad de hacernos invencibles al estilo estrella de Super Mario, con la posibilidad de hacer el cabra durante unos momentos y recoger las monedas repartidas por el escenario sin miedo a los peligros.

Sin embargo, estas nuevas habilidades del protagonista no son suficientes como para contentar a los jugadores más exigentes, que esperaban el regreso de Yoshi desde una perspectiva mucho más jugable. Algunos tramos son idénticos y monótonos, y los peligros y puzles presentados en la mayoría de situaciones son desconcertadamente predecibles. Este hecho, y la previsibilidad de algunos niveles, hacen de ‘Yoshi’s New Island’ un videojuego bastante fácil, sobre todo porque el juego, como la gran mayoría de producciones de Nintendo, tiene la mala costumbre de llevar al jugador protegido y de la mano, haciendo la experiencia un paseo de principio a fin.

No obstante, también nos encontramos algunos pasajes puntuales que sacarán el nerviosismo inconfundible de las producciones de 16 bits, requiriendo nuestra pericia en el control para hacer un buen papel y no perder a Mario de vista.

Encantador, pero agotador 

Había una sensación muy especial detrás de las fases del ‘Yoshi’s Island’ original: los lápices de colores, los trazos de los personajes y ambiente realizados a mano sin necesidad de precisión geométrica, la elección de colores, etcétera. Estos componentes hicieron una combinación perfecta para convertir la obra en clásico atemporal que podemos disfrutar hoy en día con una sensación muy acorde con los títulos de hoy. Es su apartado artístico el que prevalece delante de la técnica, de la misma manera que ocurrió con ‘The Legend of Zelda: The Wind Waker’, un título que se resiste a envejecer gracias a su estupendo diseño.

Y sí, ‘Yoshi’s New Island’ conserva gran parte de estos recursos para prevalecer en el mercado. Tiene el mismo encanto que su predecesor, aunque actualizar la fórmula a las nuevas tecnologías ha hecho que fracase en algunos aspectos. Es decir, la mezcla de entornos pintados con acuarelas mientras los personajes y plataformas mantienen una esencia tridimensional le da al videojuego un toque agridulce. Atrás quedaron los lápices de colores, los contornos pintados de negro para resaltar los personajes y los rasgos lúdicos, perdiendo gran parte del encanto por el camino.

Bueno, a pesar de todo

Quizá uno de los reclamos más evidentes a la hora de presentar este ‘Yoshi’s New Island’ es la nostalgia, que ha hecho mella a la hora de valorar el videojuego. Es normal que la exigencia de un clásico obligue a evaluar cada punto de la nueva producción en comparación con su predecesor. A pesar de ello, es imposible no reconocer que estamos delante de un buen juego y de una secuela que, a pesar de no transmitir la misma magia y sensación que el juego original, mantiene algunos elementos de su esencia intactos, convirtiéndose en un buen título a descubrir si logramos distanciar de nuestra memoria el título original.

Los cambios dentro de la estructura funcional del juego han hecho que la obra se adapte perfectamente a Nintendo 3DS, utilizando en algunos momentos sus principales funciones, como el giroscopio, pero a su vez este aspecto ha hecho que la obra se desvíe del encanto original que portaba el dinosaurio en Super Nintendo. A pesar de todo, consideramos este ‘Yoshi’s New Island’ un buen juego, que garantiza algunas horas de diversión, pero advertimos que parte de su magia ha desaparecido. La obra incluye, además, algunos elementos de multijugador, como carreras o lanzamiento de huevos a los enemigos de forma competitiva.

Yoshi's New Island - Egg-cellent Launch Trailer 

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Victor Moyano