La serie de televisión se ha convertido en un fenómeno de éxito, al menos en Estados Unidos, donde muchos de sus seguidores la esperan como agua de mayo por sus situaciones y comparativas hilarantes. De hecho, una de las mayores concepciones fue la de la última trilogía, que mostraba a la industria del videojuego que enfrenta a los usuarios de Xbox One contra los de PlayStation 4, sin eufemismos, haciendo referencia a multitud de comentarios, visiones y posturas propias de adolescentes irritados. Nos centraremos en éste, pues es el preludio al videojuego que hoy nos ocupa, pero no está demás ver la visión que comparten sobre la legalización de la marihuana, la obesidad en territorio americano, la excesiva fama de algunos actores reales, la crítica a la telebasura, y un interminable etcétera que no deja a indiferente a nadie y que están presente de manera implícita en el videojuego.
Así pues, y de una manera brillante, Obsidian Entertainment nos deja ser protagonistas dentro de un capítulo de la serie en ‘South Park: La Vara de la Verdad’, un videojuego de rol que reúne a la gran mayoría de personajes clásicos de la serie y permite al jugador comprender la magnitud de lo que ocurre en ese pequeño pueblo de Colorado. Las expectativas son muy altas, pues después de varios retrasos que han llevado al videojuego por aguas sinuosas los fans temieron que finalmente el proyecto quedara reducido a un ‘quiero y no puedo’. Pero no ha sido así, ni de lejos.
El protagonista eres tu
‘La Vara de la Verdad’ comienza con un pequeño editor de personaje, pues nosotros encarnamos a un nuevo niño de South Park que se ha mudado con sus padres. Aquí comenzaremos a ver los primeros indicios de referencias a capítulos de la serie, como es el spray que te da un tono de piel al ‘estilo Jersey’. Completado el proceso de creación, nuestros padres nos obligan a salir de casa para hacer algunos amigos, y con Butters, primer personaje reconocible de la serie, comienza la aventura propiamente dicha.
Sin querer desvelar el hilarante guión que firman los creadores, podemos decir que la serie incluye dos bandos diferenciados: los elfos del bosque y los humanos. También se unen algunos componentes alienígenas, la apertura de un nuevo restaurante Taco Bell, y algunas sorpresas más, como es la propia vara, que a simple vista parece una rama de un árbol. Teniendo en mente este detalle, debemos decir que el videojuego sigue la estela perfecta de la serie: todo está representado a través del punto de vista de los niños. Por ejemplo, el grupo de los elfos del bosque no son más que Kyle, Stan y su grupo vestido con túnicas y orejas postizas, mientras que el de los humanos, compuesto por Cartman y Kenny -que hace de princesa-, hacen de humanos en el patio de la casa del primero.
A partir de aquí se generan una serie de situaciones que nos llevarán a conocer al pueblo en su totalidad, dividiendo las misiones entre principales y secundarias. Las primeras seguirán el capítulo propiamente dicho, mientras que las segundas nos darán más detalles y disparatadas situaciones ideales para ver a los personajes de siempre haciendo sus quehaceres habituales. A diferencia de otros títulos, las misiones secundarias son muy divertidas, y presentan a personajes que aparecieron en algún capítulo y que los creadores saben que funcionan, como por ejemplo Al-Gore y su excéntrica personalidad a la hora de dar caza al Hombre-Oso-Cerdo.
Es de suma importancia remarcar que los acontecimientos que ocurren en esta ‘Vara de la Verdad’ están muy ligados a la trayectoria de la serie, por lo que los seguidores del género que no hayan visto ningún capítulo televisado no pillarán ni la mitad de referencias y chistes que son de vital importancia para valorar la obra. A pesar de ello, nuestros compañeros de viaje harán las funciones de acomodadores, relatando algunos acontecimientos para que el jugador novel intente hacerse una imagen mental de la magnitud de la serie.
Rol del bueno, con Facebook y judíos de nuestra parte
‘South Park: La Vara de la Verdad’ es un videojuego de rol, y como buen exponente del género tendremos que escoger una de las cuatro clases disponibles: guerrero, mago, ladrón y judío. Sí, judío. Cada uno de estos cuatro caminos nos otorgará una serie de ventajas y habilidades para afrontar los combates contra los enemigos, en unas batallas que tal y como dictan los cánones del juego, debe ser por turnos.
En este punto debemos decir que las batallas están simplificadas para hacerlas más acorde a la temática. Es decir, durante los combates, podremos atacar con nuestra arma de corto y largo alcance, utilizar las diferentes habilidades, cambiar a nuestro compañero -sólo contaremos con un aliado en la batalla- y utilizar objetos. Es bastante simplista, y lo cierto es que a pesar de los esfuerzos que le ha puesto la desarrolladora para darle al videojuego un toque estratégico, pasado el ecuador de la obra las batallas se vuelven bastante fáciles, aunque no exentas de diversión. Por suerte tenemos disponible un modo difícil, que podremos activar desde el menú en cualquier momento para aumentar el grado de reto.
Los ataques y habilidades cuajan perfectamente dentro del contexto. Por ejemplo, si escogemos ser judíos como clase podremos circuncidar con precisión al enemigo, restándole daño y produciéndole sangrado; si decidimos ser ladrón, podremos propiciarle al enemigo una puñalada trapera; en el bando de habilidades Cartman podrá utilizar su habilidad “Rayo”, que no es otro movimiento que tirarle una compresa a la cabeza del enemigo; Stan apunta un laser a las partes nobles del enemigo para que su perro las muerda; Butters cura a los aliados dándole ánimos… las situaciones son muy variopintas y divertidas, aunque a la larga pierden un poco de gracia.
Las invocaciones siguen el mismo patrón, obteniéndolas al completar algunas misiones secundarias. Así, tendremos al Sr. Esclavo con un ataque que preferimos no desvelar, al Sr. Mojón que invocará una lluvia de mierda al enemigo e incluso al dependiente del City Wok, que como es oriental ya se han encargado los desarrolladores de darle un papel acorde con lo esperado. Eso sí, las invocaciones no se pueden usar contra los jefes finales, tal y como dicen los propios protagonistas, puesto que son demasiado para ellos.
Por suerte dispondremos de un buen puñado de armas -como palos, raquetas, espadas con forma bizarra- y mejoras para ir aumentando la fuerza de nuestro personaje y dotarle de nuevas características. Por ejemplo, una vestimenta con armadura nos dará una protección mayor, pero un gorro de quirófano nos dará una protección ideal contra fetos, enemigos en el juego; e incluso el atuendo gótico, que no sólo no ofrece ninguna ventaja sino que además no insta a comprender que la vida es un fastidio. Los objetos también siguen la misma estela, siendo el café una poción de velocidad, un Shawarma una poción de maná y una bolsa de patatas fritas, entre otros, un brebaje de salud.
Otro punto a favor de la obra es la posibilidad de ganar las batallas sin disputarlas, utilizando el entorno como nuestro aliado. El hecho de que los enemigos aparezcan en pantalla antes de entrar en el combate le da al juego un componente estratégico que podremos utilizar a nuestro favor. Con las habilidades que vayamos adquiriendo en el juego, como por ejemplo peernos, sacar una sonda de nuestro recto para teletransportarnos o disparar el arma a distancia, podremos generar situaciones que acabarán con la vida de nuestros contrincantes. A modo de ejemplo, si vemos a varios enemigos quietos y una vela a su lado, podremos dirigir una flatulencia hacia el fuego para crear una explosión y ganar experiencia sin combatir. Las situaciones son incontables, por lo que hay que estar atentos a los elementos del escenario. Además entran en juego algunos puzles para progresar en la historia, que a pesar de no ser demasiado complicados ni necesitar toda nuestra habilidad en el mando, son muy divertidos de resolver.
Por otra parte, la progresión de nuestro personaje es también importante, pues a medida que vamos ganando experiencia iremos desbloqueando nuevas habilidades para usar en la batalla. El árbol de habilidades es simple, y no tiene demasiado secreto, aunque está apoyado por un panel de rasgos que podremos aumentar en función de la cantidad de amigos que hagamos en Facebook, generalmente realizando misiones y hablando con una vez cumplidos algunos requisitos. Y es que Facebook es una herramienta importante para niños y adultos, incluido Al-Gore, publicando mensajes y conversaciones asiduamente con los que reír antes de volver de nuevo a las andadas.
Un nuevo capítulo
El apartado técnico es, sencillamente, idéntico al de la serie. El motor gráfico y el diseño artístico siguen los patrones marcados por Matt Stone y Trey Parker, por lo que nos encontramos con un videojuego que parece haber sacado de la televisión. Las secuencias cinemáticas, los movimientos de los personajes y los efectos -algunos realistas, otros más cómicos- están sacados directamente de la serie. No existen alardes técnicos, pero tampoco se pretende. South Park: La Vara de la Verdad te invita a vivir un capítulo siendo tu el protagonista, y no podría haberse hecho de mejor manera que presentando un apartado técnico idéntico al de la serie.
La música, en contraposición, sí que ha recibido un trato especial, encontrándonos algunas melodías claves de la serie pero con arreglos que cuajan perfectamente con la ocasión. Se mezcla la banda sonora de siempre, arreglada, como decimos, con una serie de composiciones épicas que caracterizan a la perfección el ambiente. Las voces, que a pesar de todo han llegado en inglés, son perfectas para caracterizar a los personajes, con los creadores doblando a la gran mayoría de personajes con algunos matices que los diferencia claramente. Eso sí, este movimiento no será de agrado para los usuarios que vieron un tráiler promocional de la obra con el doblaje en castellano de la serie de televisión.
La obra se despide con varios elementos que mantienen la vida del producto después de haber finalizado el guión propuesto. Además de las misiones secundarias tendremos la posibilidad de reunir a todos los amigos de Facebook -para adquirir todas las mejoras- y atrapar a todos los Chimpokomons, que no son otra cosa que la parodia a los monstruos japoneses de Nintendo.
En conclusión, ‘South Park: La Vara de la Verdad’ es un videojuego que merece ser jugado por todos los seguidores del género. Por supuesto, los adeptos de la serie encontrarán un producto que superará sus expectativas, pues el mimo que ha tenido la desarrolladora a la hora de ofrecer un capítulo propio en videoconsolas y ordenador es, desde luego, digno de mención. En contraposición, y esto cae en declaraciones de los creadores, el videojuego ha sido recortado en algunos momentos, por lo que es probable que en el futuro aparezcan contenidos descargables que amplíen la aventura. A su vez, la obra llega a Xbox 360 y PlayStation 3 con censura en algunas partes, aunque la versión para ordenador ha quedado intacta.
South Park: La Vara de la Verdad - Tráiler de Lanzamiento
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Victor Moyano
