El acuerdo con Wargaming, para proporcionar una ‘Xbox 360 Edition’ ha abierto la puerta a negociaciones entre estudios y editoras para futuros proyectos, por lo que no será extraño comenzar a ver propuestas de este corte en la nueva generación. Pero hoy nos centraremos en ‘World of Tanks: Xbox 360 Edition’, una estupenda adaptación del fenómeno de ordenador que trae consigo todas las virtudes del original y nos mantiene enganchados al televisor durante un buen puñado de horas.

Esto es la guerra

Los videojuegos de Wargaming siempre se han caracterizado por ofrecer una jugabilidad lo suficientemente densa y adictiva como para obviar cualquier estímulo de nuestro entorno, centrando la atención en la pantalla y provocando al jugador para echar una partida más. La versión de Xbox 360 no iba a ser menos, por lo que los usuarios de ordenador encontrarán una excusa más para volver a sentir el olor de la guerra conduciendo los tanques bélicos más destacables.

La mecánica de la obra es bastante sencilla, pues nuestro único interés reside en acabar con el bando contrario antes de que éstos terminen con nuestra flota de tanques. Podremos, además, intentar capturar la base enemiga rodeando el mapa o intentando ponernos a cubierto, ya que, como decimos, los tanques son estupendos vehículos bélicos, pero no son todo lo rápidos que podría esperarse. De hecho, uno de los puntos fuertes de la obra es tener la sensación de controlar uno de estos monstruos de manera realista, salvando distancias entre simuladores, por supuesto.

Nada más actualizar el videojuego, pues tendremos que descargarnos todos los mapas y elementos necesarios para entrar en el campo de batalla, tendremos disponible una opción de prácticas que hace de tutorial para enseñarnos a conducir los blindados. Es interesante destacar que la conducción se aleja de lo visto en cualquier otro título que presente vehículos, pues el stick derecho servirá únicamente para controlar el cañón, y no para desviar el tanque de su ruta. Para controlar al blindado utilizaremos el joystick izquierdo, haciendo la experiencia compleja y desconcertante durante las primeras partidas.

Así pues, será interesante recorrer el mapa para conocer los puntos estratégicos que esconde y descubrir a nuestros enemigos antes de que éstos acaben con nosotros. Con un ataque frontal quedaremos expuestos, y cuando nos descubra un enemigo -o descubramos nosotros a uno- aparecerá un símbolo en el mapa como enemigo expuesto, facilitando la posición a los demás miembros del equipo. Aquí entra en juego no sólo la estrategia y habilidad para mantenernos entre las sombras, ya sea detrás de edificios o utilizando trincheras y maleza, sino también la vertiente cooperativa, ideal en este tipo de videojuegos que requieren una compenetración ajustada para llevar a cabo una ofensiva perfecta.

Por otra parte, la retícula de nuestro cañón nos permitirá identificar posibles amenazas enemigas, y el botón de automatización nos ayuda a mantener la vista centrada en nuestro objetivo, destapándolo y avisando a los demás que se encuentren cerca para que dirijan sus ataques hacia el. Por ejemplo, podemos descubrir la posición de un enemigo a lo lejos y que rápidamente se esconda, pero al haberle dado la posición a un compañero situado en el flanco, éste podrá acabar con él. Por supuesto, esto también funciona a la inversa, por lo que habrá que estar ojo avizor y agudizar nuestros sentidos para sobrevivir en el campo de batalla. Aprender los puntos estratégicos para cada mapa -y cada tipo de tanque- será tarea para aquel que quiera escalar a lo más alto en las tablas de clasificación.

Rápido y profundo

Sin embargo, ‘World of Tanks: Xbox 360 Edition’ no se resume en combates arcade online. Nada más lejos de la realidad, ya que una vez disputados los primeros encuentros seremos recompensados con puntos de experiencia y plata, necesarios para ir adquiriendo mejoras en nuestros tanques e investigar nuevos vehículos. Y aquí entra uno de los aspectos más interesantes del proyecto: si morimos en un mapa determinado no podremos volver a aparecer, sino que saldremos al garaje -siempre podremos quedarnos para ver cómo sucede la partida- para rápidamente acceder a una nueva partida a la espera de recibir los puntos del primer encuentro.

Este pequeño detalle cuenta con dos propósitos. El primero se basa en la concienciación del jugador de que los errores se pagan caro -no hay segundas oportunidades-, mientras que la segunda elimina los tiempos muertos del usuario haciendo del juego una experiencia rápida, eliminando cualquier signo de pereza para disputar una partida sin más. Además acumularemos los puntos de experiencia y la plata de cada partida una vez que hayan finalizado, con lo que podremos acceder a nuevas mejoras e investigaciones en el garaje.

El garaje es, sin lugar a dudas, el momento de pausa del videojuego, un lugar alejado del campo de batalla en el que descubrir cada modelo de tanque disponible, desde ligeros a los más pesados, pasando por cada árbol de investigación que nos permitirá equipar nuevos elementos a cada rama de vehículos. Reforzar el blindaje, equiparnos con proyectiles de fuego o aumentar la velocidad del blindado serán algunas de las opciones a nuestro alcance, siempre y cuando hayamos pagado el precio. Una vez que hayamos investigado un tanque en su totalidad, desbloquearemos un nuevo modelo con diferentes atributos, algunos con más velocidad, otros con más poder ofensivo o blindaje, etcétera, por lo que las posibilidades, a pesar de que no son tan extensas como parece, son generosas.

Aquí entra el reverso del modelo ‘Free to Play’, pues los que estén inscritos en la modalidad premium recibirán una serie de ventajas frente a los que no quieren desembolsar dinero. El juego ya se encarga de enseñarte cuánta experiencia y plata habrías adquirido si estuvieras en la modalidad premium, y, a pesar de que el juego es completamente disfrutable sin ningún tipo de pago más, la brecha entre jugadores que se equipan los mejores complementos puede llegar a molestar a los jugadores más discretos, que simplemente quieren pasar un buen rato con los amigos.

La cantidad de vehículos a desbloquear y mejoras es inversamente proporcional al número de mapas y modos de juego que ofrece esta guerra de tanques. Es cierto que se trata de un videojuego gratuito, pero más cierto es que una vez jugadas varias horas echaremos en falta nuevos modos de juego y mapas que aseguren una rejugabilidad más allá de mejorar nuestro tanque. Se esperan, por supuesto, actualizaciones en forma de mapas, aunque todavía no queda claro si serán para los usuarios premium o para todos.

A nivel técnico, ‘World of Tanks: Xbox 360 Edition’ cuenta con un motor gráfico que muestra unos escenarios amplios y vehículos con buena caracterización, y lo más importante es que no existe ralentización alguna que merme la experiencia de juego. A pesar de que no estamos delante de un videojuego puntero en cuanto a técnica, la adaptación cumple con creces y permite llevar al jugador una experiencia audiovisual más que correcta, a pesar de que algunos efectos gráficos -como las explosiones- podrían haberse trabajado más. Las órdenes y voces que recibiremos -y que podremos enviar a nuestros compañeros- están en perfecto castellano, aunque es recomendable contar con un set de cascos y micrófono para compenetrarnos al máximo con los compañeros.

En resumidas cuentas, nos encontramos delante del primer videojuego gratuito que se estrena en Xbox 360 bajo el estandarte ‘Free to Play’. La inclusión de Wargaming en la sobremesa ha dejado claro que las adaptaciones de ordenador funcionan, siempre y cuando se hayan trabajado lo suficiente como brindar una experiencia de juego que supere el aprobado. En este caso, ‘World of Tanks: Xbox 360 Edition’ cumple con nota, proporcionando un sinfín de horas de diversión repitiendo el éxito otorgado en PC en la máquina de Microsoft. Se espera, sin embargo, que la obra cuente con actualizaciones esporádicas, pues los mapas son pocos y las posibilidades, por ende, se reducen.

World of Tanks Xbox360 Edition - Trailer

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Victor Moyano