Wolfenstein comienza cuando nuestro querido protagonista, BJ Blazkowicz se encuentra bordo de un acorazado Alemán con la misión de sabotearlo, cuando es descubierto y acorralado por las tropas nazis, es cuando Blazkowicz saca de su bolsillo un artefacto que convertirá a todos los enemigos en ceniza, dándole el tiempo justo para coger un avión y alejarse mientras el barco alemán empieza a estallar. Todo narrado y mostrado al puro estilo de las películas de aventuras  basadas en la segunda guerra mundial, y bebiendo de las leyendas que relatan la obsesión del tercer Reich por el ocultismo y que ha dado lugar a grandes sagas en todas las plataformas de ocio, como se puede apreciar en Indiana Jones y el Arca perdida, HellBoy o el mismísimo Wolfenstein entre muchos otros.

En este último capítulo de la saga Wolfenstein, lo paranormal y lo oculto esta mas presentes que en los títulos anteriores de la saga y aunque se planeaba separar los dos conceptos y mostrarlos de forma independiente en un mismo entorno, el resultado no ha sido todo lo satisfactorio que cabria esperar.

Jugabilidad

El falso estilo Sandbox que se le ha dado al título da al traste con el espíritu de continuos pasillos del que el titulo ha hecho gala desde sus inicios, la posibilidad de recorrer la ciudad por tejados, alcantarillas o a pie de calle, va  mas allá de ser solo un truco de trilero y se muestra eficiente, aunque los escenarios son demasiado pequeños y en ningún momento transmite sensación de libertad.  Wolfenstein mezcla de forma muy equilibrada el shooter con pizcas de rol, la evolución de las armas y la consecución de nuevos poderes confieren al título más profundidad, aunque el juego no deja de ser un Shooter clásico con todas las consecuencias.

Para no perdernos por la pequeña ciudad, contamos con una brújula que nos muestra continuamente el camino a seguir, con lo que la exploración no es más que una ilusión, ya que el artefacto se muestra diabólicamente preciso. Para acceder a las misiones deberemos cruzar la ciudad en todas las ocasiones y aunque los tiroteos en las calles resultan potentes y divertidos en un principio, pronto empiezan a hacerse recurrentes y pesados, ya que deberemos pasar muchas veces por los mismo sitios enfrentándonos siempre a situaciones similares con distinto grado de dureza según avancemos en la aventura.

Wolfenstein  fracasa  en la forma y el modo en el que tendremos que realizar las misiones que nos encomendaran las distintas facciones ubicadas en la ciudad, ya que resultan bastante repetitivas y todas siguen un patrón demasiado lineal y poco variado, básicamente se trata de hablar con los miembros de la resistencia y aceptar los encargos que nos confieren; En este punto la trama pierde la fuerza que pudiera tener, ya que podremos realizar las misiones en cualquier orden sin que el desarrollo de la historia varié en ningún momento, simplemente debemos cumplirlas todas.

Como ya os adelantaba antes, Wolfenstein es un shooter tradicional donde no falta ninguno de los elementos de cualquier juego de este género basado en la segunda guerra mundial, todo lo relacionado con los iconos nazis esta tremendamente cuidado, asi como las figuras de la resistencia y sus planes para desbaratar los ocultos planes que tiene el tercer Reich con el llamado sol negro. Wolfenstein no destaca en nada con respecto al resto de FPS de este tipo y de ningún modo se ha conseguido crear esa barrera que pretendían, para separar una aventura de corte paranormal del típico Medal of honor, lo que lo convierte únicamente en un interesante juego de acción.

Lo único que salva a Wolfenstein son los potentes combates en los que nos veremos envueltos continuamente, ya que resultan tremendamente divertidos, contaremos con los típicos barriles rojos, para hacer estallar a los enemigos, ametralladoras de gran calibre para ponernos las cosas más difíciles, nazis de todo tipo y todos los elementos que conlleva un FPS clásico.

El amuleto que portamos nos proporciona superpoderes y acaba siendo el máximo atractivo de los tiroteos. Con el amuleto podremos entrar en una realidad paralela, que en esta ocasión se ha definido como “el velo”, en el cual se nos muestran elementos que el ojo humano no puede percibir a simple vista, como nuevos caminos, puntos débiles en los enemigos más potentes, secretos del entorno, etc. La forma de percibir las cosas cuando nos encontramos con el velo activado es lo más novedoso, ya que el resto de poderes como el escudo, que nos proporciona un blindaje antibalas provisional; La potencia, que como su propio nombre indica, nos da un extra en la potencia de disparo y su uso para penetrar los escudos enemigos y hacerlos explotar para desactivarlos, y la cámara lenta, que nos permitirá continuar en algunos puntos concretos de algunas misiones y nos servirá para despachar un buen numero de enemigos mientras este activado, son elementos vistos demasiadas veces.  

La Inteligencia artificial de los enemigos no es espectacular aunque cumple sin más, enemigos en puestos predefinidos que una vez nos han localizado y tras unos segundos se lanzaran a buscarnos a la aventura, eso sí, normalmente en fila y de uno en uno pegados a los bordes de los pasillos, estos comportamientos no siguen ningún patrón ya que en una misma habitación con 4 enemigos pueden acudir a tu posición los cuatro o solo uno de una forma completamente irracional.

Gráficos

El motor grafico que mueve Wolfenstein es una versión modificada del id Tech 4, y está pidiendo a gritos una revisión, el titulo lejos de tener una estética fea, entra muy bien por los ojos, los pequeños escenarios están trabajados de forma correcta, el modelado y las animaciones de nuestro protagonista son correctas, cumpliendo sin más. El punto negro lo encontramos en el modelado y las animaciones del resto de personajes que resultan pobres y escasas. En algunas situaciones encontramos fallos en la escala en cuanto a los personajes mostrados en la pantalla y el tamaño de los enemigos, ya que las estructuras de los edificios no tienen una escala constante, algo que desvirtúa mucho el notable trabajo realizado con el diseño de la cuidad donde se desarrolla la trama principal del juego.

No esperéis destrucción en los escenarios, ya que como en los FPS de otros tiempos, en Wolfenstein el rastro de nuestro paso repartiendo plomo por una zona se vera reflejado en los típicos impactos mal trabajados tanto en cristales, maderas y fachadas, aunque realmente no es algo que reste puntos al juego, que en ningún caso está necesitado de mostrar daños en las estructuras y los decorados, aunque también es cierto que ciertos efectos en la faceta sobrenatural del juego dan algo de vida al título, sobretodo en la versión para PC, de hecho, la versión para PC es la versión más nítida, mas pulida y más cuidada, aunque no conlleve diferencias como para tratarlo de forma independiente si es cierto que se trata de una versión más pulida que las de consolas, sobre todo en cuanto a efectos de físicas se refiere, ya que son los que se muestran más completos de todas las versiones, con una tasa de imágenes por segundo mucho más sólida incluso en las escenas donde encontramos más acción y se necesita de mas efectos.

La física del juego está bien conseguida con explosiones convincentes en los tiroteos y algún detalle técnico muy conseguido cuando se activa el modo Velo.

Audio

Wolfenstein cuenta en este apartado con lo mejor de titulo, una banda sonora potente, un buen doblaje al castellano, unos efectos sonoros que cumplen a la perfección y se muestran sorprendentemente solventes son las bazas del mejor apartado del título.

Modos de juego

El modo campaña se puede terminar en 6-8 horas según la habilidad del jugador y se antoja difícilmente rejugable. En el modo multijugador desarrollado por Endrant Studios nos encontramos con un modo online completamente falto de personalidad y recursos. Contamos con ocho mapas y tres modalidades de juego: Combate a Muerte por Equipos, Objetivos y Contrarreloj y tres clases de personajes para escoger: médico, ingeniero o soldado con los que trabajaremos en equipo, ya que cada uno de ellos tiene un poder del Velo concreto en lugar de ofrecer la totalidad de los de la Campaña Individual.

Los modos multijugador lejos de ser un apartado a tener en cuenta a la hora de enfrentarse al título, es más bien un apartado para olvidar, creado y desarrollado para ser incluido como relleno en el juego.

Conclusiones finales:

Wolfenstein nos ofrece más o menos lo que ofrecía, un juego regular que no pasara a la historia de los FPS y que no destaca en ninguno de sus apartados, un motor grafico que en ocasiones parece pedir perdón tras sus muchos años de servicio y un modo online completamente carente de atractivo, aunque los escenarios están bien trabajados y destila ese agradable aroma a shooter clásico que le da un punto de diversión y le hace ganar muchos puntos al resultado final del juego.