Tras la sobresaliente experiencia que Platinum Games nos brindó con Bayonetta para PlayStation 3 y Xbox 360, el anuncio del desarrollo de Vanquish, creado con la colaboración del gran Shinji Mikami, ya apuntaba maneras desde el mismo momento en el que se anunciaba el proyecto firmado por una de las desarrolladoras actuales que mejor maneja la acción y los tiempos.
Vanquish no difiere en calidad con respecto a lo que nos ha brindado la desarrolladora nipona, es decir jugabilidad extrema y un ritmo espeluznante en una aventura de corte arcade dirigida al espectro de jugadores denominados hardcore, tanto por su dificultad como por el sentido del ritmo con el que se ha tratado este arcade clásico vestido con las mejores prendas que ofrece la actual generación de consolas y diseñado por uno de los mejores sastres que existen actualmente.
Jugabilidad
Antes de comenzar a detallar los contenidos que incluye el disco que distribuye SEGA, hay que apuntar la corta duración del título, que ofrece poco más de cinco horas y únicamente incluye el modo de juego individual. Que el título sea corto en su duración determina un matiz indudablemente importante que se hace pequeño en un juego tan grande, tan cuidado y tan elaborado que seguramente haber añadido algo más tiempo de juego o algún modo extra podría haber desvirtuado el ritmo de juego y con ello un conjunto general que deja grabados a fuego varias de sus principales características, pero antes de pasar a detallarlas pongámonos en antecedentes.
Vanquish asienta sus bases en la jugabilidad y la velocidad con la que se desarrolla, no dejándonos ni un instante de relajación durante las cinco horas que ofrece la campaña en el nivel de dificultad intermedio sobre una aventura en la que controlamos a Sam Gideon, un soldado con algunos problemas con la autoridad y una actitud chulesca que encaja peor en occidente que en su tierra de origen, territorio más dado a la creación de este tipo de iconos macarrónicos.
Gideon es el encargado de equipar el traje ARS (Augmented Reaction Suit), en una misión vital para la humanidad. Un grupo de soldados extremistas rusos se ha hecho con el control de la estación espacial Providence, una estación gigantesca dotada con un impresionante armamento con el que consiguen volar la ciudad de San Francisco, su siguiente objetivo: Nueva York, la cual también será borrada del mapa si la contratista militar DARPA no consigue sus objetivos y no logra hacerse con la estación antes del final de la cuenta atrás marcada por el líder de los integrantes del nuevo orden de la estrella de Rusia.
Para ello contamos con el ARS, un traje que permite que nuestro protagonista adquiera unas habilidades superiores en combate con relación al resto de tropa de DARPA, como mayor resistencia a los impactos, mayor nivel de movilidad, ataques cuerpo a cuerpo devastadores, un sistema de propulsión que le permite moverse rápidamente por los escenarios en los que se desarrollan las batallas y un sistema de tiempo bala llamado AR que ralentiza la acción y le permite eliminar enemigos de forma precisa.
El tratamiento del argumento está muy bien detallado y trasladado al juego, (algo poco habitual en los juegos de acción), gracias a una serie de cinemáticas que nos relatan detalles relativos a los pormenores de la acción actual o la misión que estamos desarrollando, además de presentar algunos villanos y detalles menores de la contienda, aunque es una penas que no llegue a profundizar ni en los personajes protagonistas, ni en la contienda en sí misma, algo extraño si tenemos en cuenta que estamos ante otro protagonista de la desarrolladora cargado de carisma y una trama argumental que es coherente y marca, como el resto de juego, una acción trepidante en todos los videos que va liberando el juego.
El título nos pone en situación a través de una de las cuidadísimas cinemáticas con las que cuenta el juego, para pasar sin ningún temor a la acción más desenfrenada de una manera tan natural que cuando quieres darte cuenta ya estás en plena acción participando de un sobresaliente y muy bien planificado sistema de control que está pensado para aquellos que están acostumbrados a sostener un mando de consola entre sus manos. Todos los controles son muy accesibles, con los gatillos actuando como mirilla y disparo, un botón para los ataques cuerpo a cuerpo, otro para activar la propulsión y otro para rodar.
Además de las mecánicas de acción más puras y frenéticas, el estudio ha implementado otro tipo de fases sobre raíles y algunos QTE que como las cinemáticas aportan un extra de plasticidad al conjunto, gracias a que resultan muy naturales en el contexto en el que se producen, sin parecer forzadas en ningún momento.
Por su parte, el modo AR o tiempo bala nos permite solucionar situaciones delicadas con algo de tranquilidad, ya que no solo sirve para disparar a los enemigos con precisión quirúrgica, también nos será muy útil para esquivar proyectiles, misiles y todo lo que nos disparen, que es mucho. Tanto el modo AR como la mecánica que nos permite activar los propulsores que Gideon lleva a la espalda, afectan directamente al rendimiento del traje, ya que este se recalienta si se activa el máximo de tiempo que nos permite ser utilizado y necesita de algo de tiempo para recuperar la temperatura optima de funcionamiento, lo que nos permite volver a usar las características especiales del traje. Algo que equilibra sobremanera las ventajas que ofrece la armadura y nos pone en más de un aprieto si nos quedamos sin propulsión en zona descubierta durante algún combate, por ello es muy importante el uso racional, que no racionado, de las posibilidades del traje.
En cuanto al arsenal, hay que destacar una sencilla gestión del armamento a través de la cruceta del pad, lo que nos permite llenar los cuatro huecos destinados a este fin. Tres de ellos se pueden cargar con diverso armamento, mientras que la cuarta está destinada a alojar dos tipos de granadas. El armamento lo iremos encontrando en cajas de abastecimiento meticulosamente repartidas por los escenarios, aunque siempre podemos recoger las armas que han dejado caer al suelo los caidos en combate.
Las características de las armas no suponen en sí mismas ninguna revolución, aunque ciertamente encontramos algún arma algo más original que el grueso del arsenal como el láser de fijación, que lanza una serie de haces laser que van al objetivo al que se le haya marcado sin necesidad de apuntar, y el EBF, un arma que produce una onda expansiva que afecta a todo lo que se interpone en su radio de acción; Aunque lo más interesante de la gestión del armamento es la posibilidad de ir mejorándolas hasta en diez ocasiones por arma e ir implementando desde más capacidad para los cargadores hasta más potencia de fuego.
Gráficos
A nivel grafico Vanquish continua con las cotas de calidad que son sello de la desarrolladora y que ya pudimos observar con detalle en Bayonetta gracias a ciertas reminiscencias del anterior título de la desarrolladora, como algunas animaciones rescatadas de la epopeya de la voluptuosa bruja o el original concepto artístico que acompaña a las producciones de Platinum Games. Pero las diferencias no solo están marcadas por el cambio de temática y entorno, pues la estación espacial es la única ubicación disponible en la campaña, pues también contamos con asombrosas animaciones en la transformación del traje y el cambio de armamento, además de sobresalientes animaciones y un sistema de físicas que ofrece mucho a una velocidad endiablada que no depara ninguna ralentización gracias a una tasa de imágenes por segundo que no se resiente en ningún momento.
Otro punto fuerte del apartado gráfico es el tratamiento que se ha dado a los efectos, tanto de partículas, como los resultantes del uso de armamento, especialmente las armas laser o la iluminación, un fantástico trabajo que se cierra con una serie de extensas cinemáticas extremadamente cuidadas y un tratamiento de la paleta de colores apoyado en tonos eminentemente futuristas.
Audio/Sonido
La calidad del apartado sonoro se encuentra al mismo nivel que el resto de la producción, con temas muy acertados en las transiciones que apoyan los momentos más álgidos de los combates y los refuerzan con melodías que aumentan aun más la sensación de velocidad que se plasma en pantalla. Los efectos también destacan por su consistencia. Además y para acabar de poner la guinda al pastel, SEGA ha lanzado el juego traducido en perfecto castellano con un nivel más que aceptable.
Conclusiones
Vanquish se adapta perfectamente al dicho popular que reza que “si es bueno y breve es dos veces bueno”, ya que seguramente esta joya no sería tal si nos pusiera delante de la pantalla con una experiencia más ligera y duradera, pues el ritmo que impone el juego determina una duración que no se debe extender a riesgo de perder las señas de identidad de esta veloz aventura. Vanquish es en definitiva, más de uno de los grupos de desarrolladores que se encuentran entre los elegidos por la calidad de sus productos, serios, consistentes y endiabladamente reconfortantes gracias a sus impagables niveles de acción, sus excelentes gráficos, unos enemigos muy trabajados que nos pondrán las cosas muy difíciles y un excepcional y robusto apartado gráfico.