El primer punto a destacar antes de comenzar a desmenuzar ‘Titan Souls’ es su dificultad, que bebe directamente de series como ‘Dark Souls’ o ‘Bloodborne’, dos de los videojuegos más exigentes que conoce la actual generación de videoconsolas. Las apariencias engañan en este punto, y a pesar de la simpática estética píxel que ofrece la producción de Acid Nerve, durante los primeros minutos comprobamos que tras la sencillez audiovisual se esconde uno de retos más complicados de la escena independiente. ¿Preparados morir cientos de veces? Bienvenidos al peligroso mundo bidimensional de ‘Titan Souls’.
En busca de los 20 titanes
‘Titan Souls’ hace gala de una historia casi inexistente, con un protagonista que tampoco se define durante la aventura. A medida que vamos superando ciertos retos, iremos comprendiendo e imaginando el contexto donde se suceden los acontecimientos. La obra de Acid Nerve se olvida completamente de la narrativa para ofrecer, directamente al jugador una serie de encuentros con enemigos que nos producirán más de un quebradero de cabeza.
Insistimos en la falta de trama debido a que los audiovisuales del título recuerdan a obras de rol añejo, con una mezcla entre conceptos como ‘The Legend of Zelda’ y la serie ‘Tales of’ en Super Nintendo. Nada más lejos de la realidad, pues apenas existen diálogos dentro de la aventura, ni siquiera una actualización de las habilidades. En este aspecto se asemeja más a juegos como ‘Shadow of the Colossus’ de PlayStation 2: un mundo completamente vacío donde nuestro único objetivo es encontrar y derribar al siguiente enemigo.
Aclarado este punto, en ‘Titan Souls’ controlamos a un pequeño protagonista armado simplemente con un arco y una única flecha, que tendremos que recoger o invocar para que regrese a nuestro carcaj. La gran mayoría de situaciones se solucionan lanzando el dardo en el objetivo para abrir una compuerta que da paso al Titán a derribar. Lo mismo ocurre con el punto débil de los enemigos, que aparecerán de uno en uno en escenarios relativamente cerrados, donde con apenas un toque de flecha serán aniquilados.
Aquí es, precisamente, donde la producción gana enteros en términos de diversión y frustración. La veintena de enemigos propuestos son, desde luego, muy variados, con mecánicas propias y movimientos que nos harán rodar y correr de un lado para otro con la intención de evitar que nos maten. Un único ataque certero de nuestro protagonista nos obligará a reiniciar la partida y volver al último punto de control, convirtiendo la experiencia en una especie de ensayo y error que agradecerán los jugadores más perfeccionistas.
Un leve y pequeño golpe terminará con nuestra vida
Y es que, basta con que cometer un mínimo error para recorrer de nuevo el camino hacia el titán que ha acabado con nuestra vida. Para colmo, los puntos débiles de los enemigos están ocultos a los ojos de nuestro protagonista con bastante ingenio, y si a esto le sumamos que cuando lanzamos una flecha nos quedamos anclados en el sitio, es decir, no podemos disparar y movernos al mismo tiempo, tenemos un combo de frustración y liberación contundente. De hecho, la habilidad para descubrir el punto débil de los enemigos y la suerte juegan, también, un papel importante en el desarrollo de la aventura, pues apenas bastarán unos segundos para aniquilar a nuestro contrincante o a la inversa.
Con esta simple y efectiva propuesta, ‘Titan Souls’ se alza como uno de los videojuegos independientes más complicados del momento. Su jugabilidad engancha desde el primer momento gracias a un acceso rápido a los titanes alejado de esos pequeños enemigos que suelen mermar nuestra vida antes del combate final. Al reducirse la acción a los enemigos finales, el único problema que encontramos en este punto es la sensación de vacío que produce el entorno tras recorrer, una y otra vez, el mismo camino para enfrentarnos al que ha terminado con nuestra vida.
El reto más esperado por los amantes de la frustración
En cualquier caso, la fórmula convencerá a los usuarios más exigentes, así como a aquellos que estén hartos de títulos donde el protagonismo del jugador queda mermado por multitud de tutoriales y ventajas. La gran cantidad de escenarios que ambienta el título es digna de mención, y todas están representadas bajo una estética píxel bidimensional en vista cenital que cuadra muy bien en el televisor. De esta manera, entornos como unas ruinas, cuevas volcánicas y bosques encantados caracterizan este peligroso mundo donde los titanes se empapan acorde al contexto.
Derribar los veinte titanes de la aventura puede llevarnos entre tres horas y una docena, siempre en función de nuestra habilidad y paciencia con el mando. Una vez hayamos completado la aventura se abrirán nuevos objetivos todavía más complicados, como un nuevo modo de juego más difícil, si cabe; un desafío que nos impide rodar y una última vertiente donde tenemos que acabar con todos los enemigos con una única vida. Los retos son considerables, y en algunos casos parece que la desarrolladora ha planteado los modos con la intención de que ningún jugador consiga el oro. Pero es posible.
Conclusiones
En definitiva, ‘Titan Souls’ se estrena en PlayStation 4 y PlayStation Vita con un buen puñado de ingredientes que alegrarán las tardes de ocio digital a los jugadores que busquen dificultad. El título presenta una cantidad de retos considerables y nos mantendrán enganchados al mando –o la portátil- durante horas, hasta que perdamos la paciencia. El videojuego, además, cuenta con la funcionalidad cross buy, que permite comprar el título en una de las dos plataformas de Sony y descargarlo de forma gratuita en su hermana. Todo un reto no apto para impacientes que, desde luego, merece la pena experimentar.