El personaje, obra del artista Yuji Naka, cumple 30 años, y SEGA ha decidido homenajearlo revisando uno de los títulos más redondos de su vertiente tridimensional: ‘Sonic Colours’, originalmente lanzado en exclusiva para Wii y que ahora llega en su versión Ultimate a todas las plataformas con un renovado apartado audiovisual, prescindiendo de los controles de movimiento y agregando algunos retoques jugables aquí y allá para hacer de ésta su versión definitiva.
La redención del Dr. Eggman
Como siempre, la trama argumental de un videojuego de Sonic es una excusa -perfecta- para recorrer niveles a velocidades vertiginosas, y en esta ocasión no iba a ser distinto. El Dr. Eggman, decide construir un parque de atracciones interestelar con el objetivo de pedir perdón por todas sus fechorías anteriores. Así, el binomio perfecto formado por Sonic y Tails se cuelan en el complejo con el objetivo de conocer de primera mano las intenciones del científico, descubriendo que para alimentar tan colosal infraestructura está explotando a unos seres alienígenas llamados Wisp, cosa que enfurece al puercoespín. Nuestro objetivo no será otro que ir recorriendo los más de 50 niveles que componen la aventura mientras vamos rescatando a los Wisp y destruyendo todo lo que huela a corrupción y esclavitud intergaláctica.
La aventura, en general, recoge lo mejor de lo visto en la franquicia en su vertiente tridimensional, y eso es de agradecer. Encarnaremos exclusivamente a Sonic, sin personajes secundarios fuera de la velocidad, para comenzar un viaje rapidísimo en el que los entornos tridimensionales y las secciones de plataformas en 2D fluyen de forma orgánica. Loops imposibles, grindeos, acelerones y carreras se dan la mano en una aventura que no da ni un respiro al jugador.
Pero no todo es gastar zapatilla en este 'Sonic Colours: Ultimate'. Como en el original, y a medida que vayamos rescatando a los Wisp, éstos nos otorgarán una serie de poderes con los que explorar y recorrer de forma natural los niveles. En función del color de los seres obtendremos unos u otros poderes, como por ejemplo seguir puntos eléctricos, convertirnos en un láser para destruir enemigos o atravesar el suelo como si fuéramos una tuneladora, entre otros. En Ultimate, además, se estrena el Wisp Jade, un poder que nos vuelve incorpóreo y que nos permite atravesar paredes, permitiéndonos explorar nuevas rutas y descubrir secretos ocultos.
Una actualización audiovisual de peso
En esencia, 'Sonic Colours: Ultimate' es casi el mismo videojuego con el que pudimos disfrutar hace ya una década. Aun así, la coletilla Ultimate se justifica, sobre todo, a raíz de una revisión técnica que le sienta de maravilla al título del erizo. Teniendo en cuenta que estamos delante de un videojuego aparecido en Wii, resulta refrescante revivirlo a una resolución 4K y a 60 cuadros por segundo en todo momento, permitiéndonos, ahora sí, disfrutar de los niveles y de su velocidad como es debido.
Pero la cosa no termina con la actualización de resolución y el aumento de imágenes, sino que también se ha revisado y reconstruido el sistema de iluminación de las fases de juego, dando lugar a un espectáculo luminoso de gran factura técnica que, a velocidades ultrasónicas y estables, nos hace preguntarnos cómo será la próxima gran aventura del erizo de nueva generación. Es una delicia recorrer los niveles -que duran un suspiro, todo sea dicho- viendo los nuevos detalles y con más control gracias a su nueva tasa de frames. Más allá del apartado gráfico, la obra ha remasterizado su notable banda sonora y también ha incluido, ahora sí, un doblaje al castellano que caracteriza perfectamente a los personajes de la aventura.
La versión definitiva de un gran Sonic
Los añadidos fuera del nivel puramente estético también están presentes. Ahora Sonic no tiene vidas directamente, sino que se ha substituido por un cuadro con Tails que hace que, si nos caemos por un precipicio o morimos frente a un enemigo, el zorro de dos colas nos devuelva al último lugar en el que estuvimos a salvo. Así eliminamos la frustración que vivimos en Wii al querer completar el juego al 100%.
En este sentido, tanto coleccionables como el mapa de juego se han revisado para hacer que la información esté mucho más accesible y detallada en todo momento, un detalle menor que agradecerán aquellos que quieran saber qué tienen en todo momento con un simple vistazo. También se estrena una tienda donde podremos personalizar los guantes y zapatillas del erizo; y un modo llamado Rival Rush en el que tendremos que competir en velocidad contra Metal Sonic.
En definitiva, ‘Sonic Colours: Ultimate’ es una excusa perfecta para volver a recorrer los niveles que ya disfrutamos en Wii o para vivirlos de primera mano si no tuvimos la oportunidad. El renovado apartado técnico y las mejoras que traen justifican esta revisión, que sirve, además, para ir abriendo boca de lo que está por llegar. No se cumplen 30 años todos los días, así que, hasta la espera de una nueva aventura original de Sonic, solo podemos desearle desde aquí un fantástico y feliz aniversario.
Sonic Colours: Ultimate – Launch Trailer