Tras ponernos en tesitura llega el momento de comentar nuestras impresiones de ‘Shadows: Heretic Kingdoms’, título de la desarrolladora Games Farm y bitComposer Games que ha llegado también a formato físico gracias a Badland Games. En principio el título se presenta como un RPG, que tiene un planteamiento similar a juegos como el anteriormente mencionado ‘Diablo’, pero que trae consigo una pequeña revolución dentro del propio género de juegos de rol. ¿Nos dará el aire suficiente para que los RPG respiren algo de aire fresco o aún nos queda para ver un verdadero cambio dentro del género?
Una difícil decisión
La oscuridad se cierne sobre el mundo. Manadas de devoradores acechan para tomar los cuerpos carentes de vida y transformarlos en sus marionetas para lograr sus propios fines. Nadie puede hacer frente a tal vorágine de maldad y ésta se acerca al mundo de los mortales a pasos agigantados. Es entonces cuando el destino de la humanidad recae en manos de una de las criaturas oscuras que acechan tras la muerte. Será él y sólo él quien lidere a su títere humano para salvar el destino de la humanidad.
Tras un prólogo entretenido, toca elegir al campeón que deseas ocupar. Una difícil decisión que marcará el estilo de juego que llevaremos el resto de la aventura. Hay tres a disposición del jugador; y una vez que elija marioneta, tocará enfrentarse al desafío con ambos personajes. Y es en esto último donde reside el encanto del juego, que nos invita a pasar entre el mundo de los vivos y el de los muertos, para resolver los enigmas que irán surgiendo; un argumento que atrapa desde el primer minuto de juego, no solo por la historia, también por la ambientación que rodea la acción en todo momento. Cada vez que el jugador cambia de plano se adentra en mundo totalmente nuevo, cambiar al mundo de los vivos supondrá adentrarse en un mundo lleno de vitalidad, donde las criaturas que lo pueblan dan muestras de estar tan vivas como el propio jugador; lo cual se contrasta cuando se varía al plano de la oscuridad: un mundo tenebroso y lúgubre que nos hará sentir tal y como somos, una sombra que se limita a usurpar la vida una vez sesgada.
Comienza la aventura
Tras la difícil elección del cadáver a dominar, el cual se puede seleccionar entre tres campeones distintos entre sí (arquero Jasker, bárbaro Kalig o hechicera Evia), que nos hará recordar otros tiempos con ciertas criaturas encerradas en “Pokéball”; llega el momento de ponernos manos a la obra, para lo cual será necesario aprender a usar nuestro personaje.
Ya juegues con mando o con un teclado, los controles son tremendamente sencillos y están adaptados a ambas maneras de jugar. El jugador tendrá a su disposición la posibilidad de realizar ataques básicos, a los que posteriormente irá añadiendo habilidades tanto activas como pasivas, las cuales irán definiendo su estilo de juego según vayan avanzando en la historia. Pero esto es sólo el primer paso, porque lo verdaderamente importante recae en el anteriormente mencionado cambio de fase. Nos referimos al cambio entre personajes jugables. Uno de ellos será nuestro campeón elegido, que pululará por el plano mortal con sus consiguientes dificultades; y el otro será nuestro Devorador, que se moverá entre las sombras de Dreamworld y que gracias a su forma etérea, permitirá al jugador avanzar por zonas inexistentes en el plano mortal en determinadas fases de la historia.
Una vez que el jugador se ha familiarizado con todos estos conceptos, los enemigos surgirán en ambos planos de juego con una clara diferencia. En el plano mortal gozamos de un vasto catálogo de criaturas que nos harán la vida imposible; mientras que en Dreamworld tenemos los cuatro enemigos de turno, algo que resta en comparación con la variedad de enemigos dispuestos para que se divierta nuestro querido campeón. Aunque el objetivo no será únicamente lidiar con una maraña de enemigos que liquidar, ya que otra parte destacable del videojuego es su extenso apartado de misiones. Éstas otorgan recompensas suculentas, desde experiencia u objetos, hasta elementos de misión u oro; siempre merecerá la pena terminar cualquier misión, aunque solo sea por el oro recibido, elemento que no sobra en ninguna etapa del juego. La única crítica importante sobre el título se refiere a la monotonía en los escenarios; simplemente por el hecho de que la interacción con los elementos destructibles, termina volviéndose repetitiva tras haber dado unos cuantos machetazos a cientos de barriles iguales que ofrecen una misma recompensa en la que sólo cambia el nombre. Para resarcirse de este monótono sistema de objetos, cabe señalar que Shadows cuenta con un sistema de “crafteo” o creación de objetos notable, gracias al cual podremos obtener diferentes ingredientes para la elaboración de elementos que serán útiles a lo largo de la historia. Otra objeción a este título que aúna casi todo los buenos ingredientes de los RPG, es el número de personajes, que nos sabrá a poco.
Gráficos y sonido
No es la primera vez que Shadows llega a nuestras vidas. Lo hizo por primera vez allá en 2004 y si volvemos la vista atrás, hay claras diferencias con respecto al título que hoy en día tenemos a nuestra disposición. Para comenzar, las mejoras gráficas con respecto a su antecesor son notables, algo que era de esperar dado que les separa la friolera de 10 años. Pero aun con la mejora obvia, eso no se traduce en un título de excelente calidad gráfica. Si bien las animaciones de ataques básicos son algo toscas y repetitivas, las texturas de los enemigos, el ambiente y nuestros personajes gozan de un nivel de detalle magnífico; desde luego que están a la altura de títulos que hoy en día dominan el mercado, y casi nada tienen que envidiarles. A todo esto hay que sumar las claras diferencias entre los entornos de la luz y la oscuridad. Los cambios entre ambos escenarios dan al juego facilidad para mostrar sus potentes juegos de luces y sombras, algo que siempre destaca en aventuras que nos llevan a mundos tenebrosos cuando hace instantes vagábamos por terrenos a la luz del sol.
Con respecto al sonido, no hay demasiado sobre lo que hablar. Personajes doblados correctamente al inglés, con diálogos fluidos y expresiones comprensibles con facilidad, aún no dominando el idioma. Sólo destacar la banda sonora, que en todo momento va acorde con la acción que se desarrolla, ya sea en el fragor de la batalla, o en el mundo de las sombras; siempre entona la melodía adecuada para cada situación.
Conclusiones
Estamos ante esa clase de títulos que pasan sin pena ni gloria por el mercado de los videojuegos, pero que realmente no merecen caer en el olvido de ninguna de las maneras. Lograr un título completísimo con un presupuesto que más de uno consideraría limitado, es todo un desafío. Un juego realmente entretenido que rivaliza con titanes como ‘Diablo’, que además ofrece una historia llena de oscuridad como si de una película se tratase. Sin duda una grata sorpresa para el género de los RPG, que poco a poco ve como los pequeños desarrolladores trabajan por reavivar las llamas del género sin perder la perspectiva en la creación de un juego novedoso. Si os gustan los RPG estáis de enhorabuena, ‘Shadows: Heretic Kingdoms’ es un “must” en vuestra colección.
Shadows Heretic Kingdoms - Release Trailer