Pero no todo están siendo glorias en el renacimiento de la icónica mascota de Ubisoft, cuyo rendimiento esta irremediablemente empañado, y que no se engañe nadie, por el nefasto papel que está interpretando la compañía gala con prensa y público a la hora de presentar un producto que no solo se reivindica a sí mismo, además es una excelente interpretación de un plataformas de etiqueta, eso sí, cuando la generación de consolas ya está completamente asentada.

Jugabilidad

La primera impresión que deja Rayman Origins es soberbia. Una vez el juego comienza a correr la mente interpreta que estamos ante algo realmente hermoso, una ilusión sensorial que varía y se combina sorprendentemente con el caos. La mecánica del juego, tan simple como efectiva nos transporta hasta un irresistible paraíso de colores primarios que parecen jugar a su libre albedrío, para aparentemente formar los ambientes orgánicos que visten los escenarios. Todo está vivo y cualquier lugar parece perfecto para continuar vibrando a un ritmo que fusiona personajes y escenarios en una experiencia sensorial única. Pero sobre todo, Rayman Origins es divertido. Todo lo expuesto anteriormente serviría únicamente para presentar una cómoda, familiar y reconfortante experiencia dentro del género de las plataformas, algo carente de contenido. Pero no es así, solo hay un montón de diversión apta para todos tipo de jugadores y edades, especialmente si estos cuentan con buenos amigos para compartir las pantallas y objetivos del juego. Pero antes de comenzar a exponer las virtudes y deslices del juego de Ubisoft, hay que aclarar que estamos tratando con un AAA, es decir, un juego de gran presupuesto, no incluye tanques, aviones ni ametralladoras ligeras, pero en su defecto incorpora un sistema de juego extremadamente divertido, accesible, multitud de opciones de juego y algunos valores que demuestran a todas luces que estamos ante un título desarrollado con maestría para la séptima generación de consolas, aunque deliberadamente viajaremos en el tiempo para recoger y reforzar lo mejor de los tres últimos lustros del género de los plataformas.

A nivel mecánico Rayman Origins es simple, pero nunca aburrido. Tiene un punto en el cual se complementa perfectamente con la propuesta que presenta, aunque solo sea parcialmente, es decir, Origins cuenta con la dificultad estándar de los auténticos plataformas, esto no es un paseo por el parque, de hecho el simpático protagonista está llamado a perecer de muchas maneras distintas en no pocas situaciones, lo que inevitablemente requerirá de las habilidades del jugador, el cual se irá curtiendo en las etapas a base de repetir fases con la única motivación de la superación de la sección, algo que aunque muchos duden, ha forjado a los jugadores de antaño.

Ya metidos en el colorista universo de Origins, nos encontramos con un conjunto tan perfectamente plasmado que no existe la necesidad de buscar un argumento repleto de giros argumentales que aumenten el nivel de presión del jugador a base de tretas narrativas, de hecho estamos ante una historia de vagos, de esos que hablan un en lenguaje que no hace falta doblar. El claro de los sueños es donde Rayman y el resto de la tropa duerme todo el día, pero duermen con tanta intensidad que sus ronquidos han despertado al Soñador de Burbujas, que armando con sus pesadillas logra transformar el paraje de descanso a su antojo. No se necesita nada más, estamos ante un ácido y ágil plataformas clásico en 2D con una amplia variedad de movimientos, como correr, bucear, planear, balancearse, o pelear. Nuestra misión, salvar a los simpáticos electoons, unos simpáticos y rosas personajes necesarios para abrir puentes entre mundos. Pero contamos con muchos más elementos que tendremos que buscar, localizar y recoger con el fin de descubrir niveles secretos, personajes, elementos y escenarios clásicos con temáticas diferentes a través de sesenta niveles y diez mundos, algo que se extiende más allá de las 12 horas sin mucho tiempo invertido en buscar por la multitud de zonas alternativas.

El control es eficiente y preciso, algo muy a tener en cuenta cuando prácticamente todos los elementos que presenta el juego son interactivos. Todo tiene vida, pero además siempre con un propósito. No queda nada al azar dentro del caos multisensorial que propone Ubisoft. Seguro que habrá que saltar por encima de los géiseres espumosos, y también habrá que pulsar algunos botones, pero cada elemento tiene como finalidad ofrecer algo reconfortante para el jugador, como un nuevo escenario con una majestuosa estructura mostrándose ante nosotros, porque hemos llegado.

En cuanto a los modos de juego, ya hemos visto que Rayman Origins incluye un excelente modo para un solo jugador, sin embargo, a la hora de compartir la pantalla todo se descontrola de forma exagerada. Nos esperan una buena cantidad de risas y una serie de desafíos diseñados específicamente para cuando determinado personaje toma el control de la pantalla. En definitiva un aliciente perfecto para compartir en familia o amigos.

Gráficos/Audio

Rayman Origins presenta un mundo abstracto repleto de colorido en una armoniosa sinfonía escrita y perfilada sobre un caos multicolor que se puede percibir bajo diferentes prismas, algo que únicamente podría lograr un director artístico del calibre de Michel Ancel, el cual es capaz de fusionar el caos más descontrolado con colores espléndidos, y una sencillez, y candidez visual que poco tiene que ver con la muerte que espera a nuestro protagonista, algo que es real y físico en cada diseño de cada nivel, de cada plataforma, de cada movimientos del juego. En absoluta contradicción con los referentes actuales de la fastuosa generación bélica, el equipo de desarrollo no solo no ha tratado de situar más y más elementos en el escenario, en lugar de esto, han optado por dotar a todo lo que se menee con vida orgánica. Da igual que estemos saltando en una fase oculta o desplegándonos por el mapa ordinario cada detalle esta tratado con absoluta maestría.

Los apartados gráficos y sonoros confluyen perfectamente bajo los acordes de una guitarra española que anima el cotarro, siempre acompañada por un soberbio despliegue de melodías orgánicas que parecen anticiparse a los movimientos del jugador, variando el sonido si se varía la aspiración hacia dentro o hacia fuera, si  estamos debajo del agua o recorriendo el desierto. Además, el juego llega en perfecto castellano, aunque como es tradición en la serie no existen diálogos en ningún idioma.

Conclusiones

Aderezada con una combinación única de nostalgia, humor, exigencia, acción, diversión y toda la belleza que se pueda encontrar en un título con formato antiguo, Ubisoft ha sabido recrear a la perfección un ambiente orgánico en el que todo tiene movimiento, en el que todo parece conectado por un centro común, un plataformas de séptima generación que conserva sus raíces sobre una dificultad inflexible en un hermoso, divertido y reconfortante juego de colores y saltos. No hay más, ni menos.

Rayman Origins - Trailer E3 2011

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Elric Ruiz