Más de quince años después del lanzamiento original japonés, y después de una expansión suficiente en la gran mayoría de plataformas de la casa, los desarrolladores vuelven a la carga para ofrecernos una nueva versión para la portátil de Nintendo, y ésta vez se han armado de valor para revisar el componente técnico de la serie, presentando, por primera vez, el primer videojuego de la serie principal en contar con gráficos poligonales en tres dimensiones, lo que se traduce en un mundo brillante, preciosista y bonito. Dejamos atrás los ‘sprites’ para adentrarnos en las tres dimensiones, y el resultado no podría haber sido mejor.
Fiebre Pokémon
Mucho ha llovido desde que se presentó la primera generación de pokémon. A día de hoy la cifra supera fácilmente las 600 criaturas, un número considerable que explica perfectamente uno de los pilares básicos de la serie: el intercambio de criaturas entre sus usuarios. Ahora, con las nuevas versiones X e Y disponibles sólo en Nintendo 3DS, la desarrolladora da un paso más allá presentando jugosas novedades que encantarán tanto a los seguidores de la serie como a los nuevos bienaventurados que se atrevan a entrar en el mundo pokémon.
En esencia la aventura no ha cambiado demasiado. El eje vertebral del concepto sigue siendo el mismo: ser el mejor entrenador de las criaturas y conseguirlas todas, ya sea por cuenta propia o intercambiando con otros jugadores. El ingrediente secreto de la serie es la mezcla de dos versiones del mismo juego, cada una con algunos cambios en las criaturas y algunos eventos, lo que obliga a compartir con un amigo la experiencia de juego si se quiere experimentar el cien por cien de la aventura.
Así pues, comenzamos la aventura escogiendo el sexo y la apariencia de nuestro entrenador pokémon. Las opciones son bastante justas al inicio, pero por suerte tendremos disponibles algunos cambios en la apariencia física y estilo de vestir gracias a la inclusión de tiendas de moda y peluquerías, un añadido que ofrece más detallismo a la hora de representar el mundo pokémon. Después de darle nombre, veremos cómo la familia se traslada a Pueblo Boceto, lugar de inicio de la aventura, y pocos minutos después ya estaremos haciendo la maleta para recorrer de cabo a rabo la región de Kalos, inspirada en la europea Francia, en busca de todas las criaturas y las ocho medallas que dan los líderes del gimnasio.
Para ello, tendremos que escoger un pokémon de inicio que, como no podía ser de otra manera, repite la misma fórmula que sus predecesores. Tendremos disponibles a Froakie, del elemento agua; Fennekin, de fuego; y Chespin, un pokémon tipo planta. Escoger uno u otro alterará algunos detalles durante el transcurso de la aventura que no desvelaremos, aunque podemos afirmar, sin problema, que con la ayuda de los demás usuarios podremos completar el cien por cien.
Y es que si hay un aspecto que enganchó en su momento a los adeptos de los videojuegos de rol es su elemento cooperativo y competitivo. No podremos hacernos con todos si no intercambiamos pokémon con otros usuarios que tengan una versión diferente del título.
Cada una de las criaturas tiene su propio elemento afín, abriendo la veda en cuanto a posibilidades tácticas se refiere. Así, una criatura elemental de tipo planta será efectiva contra una de agua, mientras que ésta será la perdición de los pokémon de tipo fuego. Así con multitud de clases de pokémon, al que en esta ocasión se ha incluido la clase hada, que es efectiva contra los tipo dragón, los intocables de anteriores entregas. Esta inclusión ha generado multitud de reacciones, y durante la aventura iremos conociendo las consecuencias de que un nuevo tipo de criatura haya reequilibrado todas las clases del ecosistema Pokémon.
El objetivo principal de la aventura, más allá de capturar a todas las criaturas, es recorrer los ocho gimnasios diferentes para conseguir las respectivas medallas y acceder, de esta manera, a la liga pokémon, donde se encuentran los entrenadores más poderosos del mundo. Por suerte, aquí no termina la aventura, sino que una vez completada la misión principal –que nos llevará entre 20 y 30 horas- se desbloquearán nuevas localizaciones y multitud de detalles -así como algunas subtramas- que suman horas a nuestras aventuras.
Novedades y añadidos
Como decíamos, Pokémon X e Y estrenan apartado técnico, pero en el plano jugable también hay algunas novedades que ofrecen nuevas experiencias a los amantes de la franquicia. Más allá de los nuevos Pokémon de las regiones, existen las denominadas mega evoluciones, un nuevo formato de evolución -exclusivo de los combates- que mejoran los atributos de las criaturas y su apariencia, además de cambiar de clase. No todos los pokémon cuentan con mega evoluciones, aunque se espera que en futuras entregas se añadan más criaturas al concepto. En esta ocasión podremos evolucionar a Lucario, Mewtwo, los pokémon iniciales de azul y rojo en sus últimas evoluciones, y alguno más que no desvelaremos para sorpresa de los usuarios. El concepto es realmente interesante, y las batallas toman un nuevo giro que encantará entre los jugadores más experimentados.
Por otra parte encontramos también super entrenamiento, al que podremos acceder a través de la pantalla inferior de la videoconsola. Aquí, podremos ayudar a los Pokémon a través de diversos minijuegos para mejorar sus atributos; el Poké Recreo se asemeja a lo visto en Nintendogs con el objetivo de estrechar lazos afectivos con las criaturas, dándoles pastelitos –pokelitos-, acariciándolos con el lápiz táctil de la videoconsola y mimarlos para que rindan mejor en los combates.
Por último nos encontramos con los esperados combates online, con los que podremos jugar con nuestros amigos u otros jugadores de todo el mundo para disputar encuentros y ver quién es realmente el mejor entrenador de todos los tiempos. Los modos de juego ofrecen una visión bastante completa, con combates libres, ganadores por puntos e incluso torneos con varios jugadores. El juego funciona a la perfección y resulta muy gratificante jugar contra otros usuarios que no sean de la máquina. Además, se ha habilitado un chat de voz para la ocasión, ideal para mantenernos en contacto y gritar el nombre de nuestras criaturas si procede.
Pokémon X e Y esconden multitud de secretos que sería imposible describir en un análisis como este. La cantidad de detalles, mimo y empeño que ha dedicado la desarrolladora para esta entrega es digna de mención, sobre todo en cuanto a puesta en escena. No sólo hablamos de un videojuego bonito en el plano técnico, sino que en sus entrañas se escoden unos valores tales como la amistad, el compañerismo y el disfrutar de la vida respetando a los demás que absorberán los más pequeños y dibujarán una sonrisa en el rostro de los adultos. Además, a los Pokémon podremos ponerles el mote que nosotros queramos, siempre y cuando no nos pasemos de listos a la hora de ponerles un nombre.
El apartado audiovisual de la aventura es notable, y encaja a la perfección con la esencia de la franquicia. No estamos delante del techo técnico de la portátil, ni mucho menos, pero sí es cierto que el concepto encaja perfectamente con unos gráficos que se acercan más al estilo ‘cell shading’ que al realismo puro. La ambientación está muy lograda, con multitud de rutas y ciudades cada una bien caracterizada, y los personajes cuentan con un nivel de detalle digno de mención, así como las criaturas, que ésta vez se muestran mucho más vivas y simpáticas –o aterrorizantes- que nunca.
Las batallas también se han vuelto más dinámicas, pues ahora las criaturas van moviéndose y realizando animaciones más simpáticas. Se han añadido los combates en horda, donde cinco criaturas intentarán bloquearnos el paso y tendremos que hacer uso de ataques que golpeen a varios enemigos; y los combates aéreos, donde los Pokémon de tipo volador serán los protagonistas. Todo, por supuesto, con un revisado apartado técnico que nos ha dejado gratamente sorprendidos.
La banda sonora raya también a gran escala, con piezas inspiradoras que obligan a sacar lo mejor de nosotros mismos, pasando de los obsoletos –aunque extrañamente queridos- midi a partituras más complejas, que disfrutaremos sobre todo si jugamos con unos buenos auriculares. El juego carece de voces, y Pikachu es la única criatura que hablará durante la aventura, tal y como hizo ya en la edición Amarilla de Pokémon hace más de una década.
En definitiva, Pokémon se estrena con una entrega dedicada a Nintendo 3DS con muy buen pie. Su revisado apartado técnico, la nueva región de Kalos y sus criaturas, los combates en línea y sus valores nos han cautivado. Cierto es que podrían haberse incluido algunas novedades más en el sistema de juego para evitar la sensación de “más de lo mismo pero bonito” que puede aparecer en la mente de los jugadores más clásicos. Sin embargo, los cambios son justos y su puesta en escena, como decimos, convence desde el primer minuto. Pokémon ha vuelto para entrenar a una nueva generación de jugadores, y de momento, lo está consiguiendo.
Pokémon X and Pokémon Y - Gameplay
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Victor Moyano