No hace falta pasar tantas horas con el título para darse cuenta que ese universo, aunque gigantesco, sigue ciertos patrones fácilmente identificables y reiterativos que lo empujan inexorablemente hacia el vacío. En No Man’s Sky el jugador encontrará una experiencia en la que puede perderse durante años sin conocerlo todo; sin embargo, existen algunas limitaciones que pueden incitar al jugador a renunciar a la experiencia mucho antes de lo previsto. ¿Tenéis preparadas las maletas? partimos de viaje al mismo centro del universo.

Universos cortados por los mismos patrones

El inicio de la experiencia en No Man’s Sky es exactamente igual para todos los jugadores. El viaje espacial arranca tras una hipnótica secuencia de créditos y nos trasladada hasta un planeta creado de forma procedural con una misión: reparar la nave y salir de allí. A partir de este punto es cuando la experiencia comienza a tomar características únicas para cada jugador, ya que ahora con todo en orden, nos disponemos a descubrir nuevas razas y otros mundos. Pero colonizar, así como la mayoría de los conceptos de No Man’s Sky no son tareas ni rápidas, ni fáciles de asimilar, de modo que encontrarse un tanto perdido durante las primeras etapas del juego parece bastante normal, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de elementos que se pueden recoger y tratar. Durante estas primeras horas de juego, además sin la certeza de saber exactamente lo que se necesita para avanzar, es muy común ir recogiendo todo lo que encontremos en el camino, incluso elementos sin utilidad que ocupan un precioso espacio en el inventario.

Afortunadamente, sólo se trata de un trámite que se extiende durante unas horas, en las que el jugador traslada la sensación de cierta opresión para comenzar a entender cómo funcionan las cosas en estos mundos. El planteamiento tampoco ayuda a la inmersión en el juego, ya que ni siquiera incluye un breve tutorial, limitando la información a pequeñas pistas de lo que se necesita para avanzar. En todo caso no se trata de un juego de exploración y construcción con una ambientación espacial, ya que el sistema de creación de objetos es limitado e insuficiente como para desempeñar un papel principal en el conjunto, salvo algunas pequeñas excepciones.

No Man’s Sky tampoco supone un ejercicio de supervivencia digno de mención, aunque se puede luchar, los oponentes se limitan a aviones no tripulados y algunos animales agresivos, pues la mayor parte de la vida salvaje generada tiende a ser pacífica. Pero en caso de confrontación directa con elementos hostiles, las situaciones se pueden manejar con relativa facilidad debido a una limitada y lenta inteligencia artificial. Más adelante también se puede participar en algunas batallas espaciales. Aunque estas secuencias ofrecen momentos apasionantes en un primer acercamiento, algo más tarde dejan claramente expuesto que carecen de la variedad suficiente como para suponer un aliciente.

Dedicando tiempo a la exploración espacial

En cambio, el aspecto más destacado de No Man’s Sky es la exploración y la explotación de recursos. Aunque el juego constantemente recuerda que tenemos que hacer algo específico para cumplir con el objetivo principal, el potencial real del formato solo se libera cuando el jugador se permite explorar todo lo que le rodea. Cada planeta tiene una fauna y flora propia que puede ser analizada mediante la instalación de una herramienta de usos múltiples, que también sirve como un arma. Registrar todas las especies tiene premio y su rendimiento se refleja en forma de créditos locales espaciales y la capacidad de cambiar el nombre a cada elemento descubierto de manera libre, un proceso que ciertamente deja una sensación placentera.

Desafortunadamente, las soluciones de procedimiento utilizadas por Hello Games no son suficientes como para mantener ciertos criterios de aleatoriedad, tanto en el tipo de operación ofrecido como en la forma en la que flora y fauna se construyen, siempre en diferentes modos sobre las mismas bases. Por ejemplo, al explorar un nuevo planeta el jugador siempre encontrará áreas con estructuras protegidas por aviones no tripulados, al menos un centro de mando habitado y muchos puntos de interés que únicamente guardan cajas con artículos al azar. Estas estructuras se repiten en todos los planetas que el jugador vaya a explorar, lo que puede agudizar la sensación de repetición, especialmente cuando la intención del explorador ya pasa simplemente por cumplir el objetivo esencial para continuar camino hacia el centro del Universo. Para evitar que el jugador perciba demasiado estas estructuras repetitivas, el equipo de desarrollo ha repartido en cada localización una serie de elementos capaces de traer algo más de variedad a los conjuntos que crea el juego.

No obstante, No Man’s Sky es capaz de brillar con mucha fuerza, algo de lo que te das cuenta cuando literalmente te has perdido en un planeta, cuando logras combinar una nueva fórmula para el equipo o aprendes una nueva palabra de una raza alienígena. En este aspecto, podemos encontrar bastantes Monolitos dispersos en los planetas. Esos lugares son especialmente interesantes y ofrecen sencillos puzles, además pasan por ser uno de los pocos emplazamientos que muestran una visión de lo que motiva el objetivo principal que propone la obra.

Sobrevivir entre la abundancia

No Man’s Sky también incluye algunos elementos de supervivencia, se aplican sobre una serie de parámetros que controlan desde un sistema de soporte vital a una barra de vida, pasando por el control de la cantidad de munición y combustible tanto para la nave como para el resto de herramientas. Uno de los retos que propone el juego es la constante necesidad de mantener reguladas las cantidades de energía necesarias para evitar desagradables sorpresas. Sin embargo, estas mecánicas únicamente suponen un reto en las primeras etapas de la aventura cuando el jugador no tiene ni idea sobre el funcionamiento de los sistemas. En estos momentos iniciales es fácil sorprenderse con un mensaje indicando que la carga del sistema de supervivencia es bajo, aunque la falta de recursos sólo se convierte en una distracción menor, ya que el juego es lo suficientemente generoso como para proporcionar los elementos necesarios para conservar los sistemas en buen estado sin problema, lo que se traduce en un planteamiento negligente si pretendemos ofrecer cualquier tipo de reto para la supervivencia, es decir, tras cierto tiempo crea muchas más molestias que situaciones de tensión.

Pero uno de los mayores defectos de No Man’s Sky lo encontramos en su sistema de inventario, cuyos límites para almacenar son exageradamente cortos tanto en la mochila como en la nave si tenemos en cuenta el carácter mecánico del juego y la necesidad de disponer siempre de huecos para desarrollar mejoras, lo que se traduce en el sacrificio permanente de un espacio que debería estar diseñado para almacenar elementos o artículos. El espacio disponible se puede aumentar, pero depende de varios factores combinados con cierta cantidad de suerte, de modo que al final el jugador no tiene más remedio que aumentar el espacio disponible mediante la compra de nuevas naves espaciales, algo que no sale precisamente barato. Esto crea una necesidad de gestión del inventario constante que no es nada divertida.

Un universo repleto de parajes atractivos

No Man’s Sky esencialmente es una experiencia solitaria, pero eso no quiere decir que estemos solos en el universo. En algunas zonas de los planetas se pueden encontrar formas de vida e interactuar con ellas, algo que por desgracia también sucede de forma limitada. Cada raza tiene un lenguaje propio que el jugador puede aprender palabra por palabra mediante la investigación de monolitos y la búsqueda de otros elementos que las revelen. Llegar a conocer completamente un lenguaje se antoja muy complicado por el tiempo que hay que emplear, pues el proceso debe repetirse en infinidad de ocasiones, podemos encontrar diferentes galaxias habitadas por razas con características distintas, y que no siempre interactúan entre sí con tranquilidad. Para tomar contacto con estas razas lo más efectivo es visitar estaciones espaciales que revelan puntos para comprar y vender artículos. Aquí también nos topamos con un sistema comercial y económico simple, en el cual ciertos artículos tienen precios menores o mayores dependiendo del planeta y la relación del jugador con la raza del vendedor. Pero en todo caso es la única forma de hacer fortuna usando las reglas básicas de las leyes de la oferta y la demanda.

No Man’s Sky es un juego que sorprende desde el punto de vista técnico. El pequeño equipo artístico de Hello Games ha logrado desarrollar uno de los juegos más atractivos para PlayStation 4, tanto en su parcela gráfica como en la dirección artística. Está claro que se han tenido que hacer algunos sacrificios necesarios para lograr el resultado final, como rebajar la calidad de ciertas texturas, por ejemplo, pero resulta difícil creer la forma en que la cual han sido capaces de explotar la potencia de la consola. La banda sonora también cumple perfectamente con su cometido, variando temas con base de sintetizador que ayudan a crear la sensación de una película de ficción de los años 80.

Conclusiones

No Man’s Sky es una gran experiencia, diferente, pero mal explicada por el estudio y peor promocionada por Sony, empeñada en sugerir que la obra traspasa los límites de un videojuego, donde los usuarios podrán explorar la inmensidad y variedad del universo mientras descubren nuevos y exóticos planetas que colonizar. Por desgracia, parece que Hello Games se ha excedido en su capacidad de ofrecer una experiencia de tan colosal proporción, de hecho, no han sido capaces de ofrecer ni un juego equilibrado. Pero tampoco se puede negar que tiene el potencial para ocupar meses de vida, siempre y cuando al jugador no le importe lidiar con algunos de sus elementos más repetitivos. Pero en cualquier caso cuenta con sus propias cualidades y merece la atención de los jugadores que buscan un ejercicio de corte más contemplativo y pausado.

Lo cierto es que No Man’s Sky no termina de cumplir sus promesas, esto es un fallo garrafal en algo determinante, tanto como la reiteración de los entornos y materiales, su limitado inventario y sistema de creación de objetos, su insuficiente sistema de combate, las limitadas relaciones que se pueden establecer con otros personajes y lo poco motivador que supone la supervivencia. En la otra cara de la moneda, encontramos un universo realmente gigante donde cada planeta tiene sus propias características, una gran dirección artística, muchos secretos por descubrir y, además, siempre es divertido descubrir nuevas especies y cambiarles el nombre. 

No Man’s Sky - Tráiler de lanzamiento