Cuando el piloto importa
Hay algo que los entusiastas de los juegos de carreras saben perfectamente: ver velocidad y participar de ella son elementos diferenciadores. Y casi sin avisar, ‘F1 2016’ ofrece la segunda opción añadiéndole mucha gestión como aperitivo. Por fin Codemasters se acerca en su propósito de mostrar que, en función del piloto virtual, la licencia todavía puede ser emocionante, dinámica, rápida, técnica y muy divertida. El formato ha pasado por las manos de varios estudios, pero ha sido este equipo de desarrollo el que se ha encargado directamente de la franquicia desde 2008, cuando el juego progresó por encima de lo esperado en términos de calidad. Más adelante comenzó a dejar de innovar e incluso renunció a elementos como el modo histórico y el modo carrera. La pasada entrega del simulador dejaba entrever alguna mejoría gracias a un nuevo motor de física que demostraba cierto potencial. Ahora, este mismo motor abre a los aficionados un nuevo panorama y una muestra de cómo en Codemasters pretenden reivindicarse como apasionados de la Fórmula 1. Para ello han desplegado un nuevo modo carrera que pone la guinda a una experiencia completa, con muchos alicientes y una mejorada estructura competitiva multijugador.
Para comenzar con el modo para un jugador, los desarrolladores han creado un sistema de personalización. La configuración del personaje permite seleccionar el rostro de un piloto masculino a través de una serie de plantillas predeterminadas. Más adelante se puede personalizar el casco, elegir el número y, finalmente, optar por uno de los equipos de carreras más pequeños para comenzar nuestra andadura. Una carrera que se puede extender hasta diez temporadas. Durante este periplo no habrá evolución física en los coches como en la Fórmula 1 real y, básicamente nos permite repetir el modo hasta una decena de ocasiones en diferentes equipos. Optar por ser el campeón en diferentes equipos y disponer de la oportunidad para ir aumentando la dificultad a medida que nos familiarizamos con el juego, puede ser una excelente motivación para comenzar una larga y fructífera carrera.
Aprendizaje sin complicaciones
El modo carrera comienza a mostrarse brillante cuando demuestra que no todos los equipos son iguales en términos de rendimiento y evidentemente, las expectativas sobre el piloto son menores. De modo que, en primer término, es muy importante ser consciente de las metas y objetivos para hacer una elección que podría marcar las primeras etapas de la carrera profesional. Los resultados son muy diferentes dependiendo del cumplimiento de las expectativas depositadas en el jugador. Si cumple, habrá premio y armonía en el equipo, en caso contrario presión.
El nuevo piloto necesita un representante en el paddock para abrirse camino en el competitivo ámbito de los grandes premios. Rápidamente conoceremos al nuestro, que además se encargará de ponernos al día e ir informando sobre la estructura del juego sin cargar con demasiada información o conceptos. Antes del GP de Melbourne, primera cita de la temporada, nuestro agente informará sobre nuevos contratos, objetivos del equipo y ofrecerá actualizaciones de actividad sobre los rivales en la pista. El sistema de rivales que se ha implementado funciona muy bien y nos permite comparar los resultados con respecto a nuestro rival más inmediato, ya sea el propio compañero de equipo u otro piloto de la parrilla. Con cada ronda, carrera, gran premio o entrenamiento puede variar el rival, por ejemplo, en cada vuelta se genera una comparativa que permite ganar la atención del equipo o por el contrario ser relegado de primer a segundo piloto, por ejemplo.
Para los menos puristas, los Grandes Premios pueden hacerse algo tediosos. El juego dispone de tres sesiones de entrenamiento con los que cumplir ciertos objetivos, antes de comenzar otras tres sesiones de calificación donde se definen las posiciones en la parrilla. Finalmente, una vez terminada cada liturgia se podrá participar en la carrera. Todo esto tiene un sentido ya que tradicionalmente la formación práctica siempre ha sido ignorada por la mayoría de los jugadores y, de hecho, no tampoco existía la necesidad. Ahora, sin embargo, la situación cambia, ya que mediante estas sesiones el piloto pasará mucho tiempo en pista antes de arrancar la carrera, algo que al final nos servirá para volar en el monoplaza. Existen tres programas de formación: el primero se emplea para aclimatarse a la pista y se solicita al piloto que complete un par de vueltas a buen ritmo para alcanzar una puntuación establecida. El siguiente programa nos ayuda con la gestión de los neumáticos. Y, por último, la prueba de clasificación, que sirve para comprobar la puesta a punto antes de la sesión que otorga las posiciones en parrilla.
Hay que luchar duro hasta el día de carrera
Con cada sesión, se espera que el jugador cumpla con una serie de objetivos que otorgan puntos para el equipo de investigación que desarrolla las mejoras en el monoplaza. Esta serie de objetivos y demandas en tiempo real forman parte de un conjunto que anteriormente ha sido ignorado y que ahora no solo se convirtió en algo útil, sino que forma una parte fundamental del juego. En la aclimatación se aprende el diseño de la pista, el trazado, la gestión de los neumáticos; en la calificación, podemos ir tomando contacto con la tensión y, por último, la carrera. Ahora ya no se trata de dar un par de vueltas, toca desplegar todo lo aprendido. Pero no hay que asustarse, aunque con todas estas nuevas características, parece muy complicado, en realidad no lo es. Al igual que sus predecesores, ‘F1 2016’ no es un simulador, sino un semi-simulador - una apuesta más equilibrada y amigable con el piloto menos hábil. El sistema de física, derivado del título anterior, proporciona un notable sentido de la orientación y representa variaciones notables de comportamiento en diferentes situaciones, como bajo lluvia o con neumáticos desgastados, por ejemplo.
No se puede ignorar que ‘F1 2016’ es generoso con aquellos que no tienen mucha experiencia con juegos de velocidad, permite regular la dificultad y las asistencias, además de incorporar una función de rebobinado que posibilita retroceder en el tiempo si se comete un error. Sin embargo, también puede ser muy desafiante para los entusiastas del género. Simplemente hay que desactivarlo todo y elevar el nivel antes de empezar a sudar, de verdad, para ganar una posición en la parrilla y lograr los objetivos del equipo, tanto en las sesiones previas como en la carrera. Aquellos que quieran un poco más de profundidad pueden probar el modo Carrera Pro. Basta con asegurar que es tan fiel como la experiencia de competir en la F1, pero sin tener que cargar las consecuencias de los errores dentro y fuera de la pista, porque una estrategia equivocada puede condenar nuestra carrera tanto como estrellar un coche, y para esto no hay retorno.
El circo del motor en el salón de casa
La evolución del formato es palpable, pero también encontramos algunos puntos mejorables en F1 2016. Para comenzar con lo primero que llama la atención, nos centramos en los escenarios y personajes, bien modelados, aunque con margen de mejora. En cambio, la velocidad de fotogramas por segundo se deja caer a medida que la acción se traslada hasta zonas con más densidad de elementos en pantalla.
En la parte referida al audio, ‘F1 2016’ es un juego notable y cuenta con esos efectos de sonido limpios y convincentes que ya escuchamos en la entrega anterior. Cada motor está provisto de los diferentes sonidos que han proporcionado los proveedores. También se ha grabado cantidad de sonido ambiente para ofrecer una sensación de mayor realidad, el problema es que el motor que se utiliza para mezclar todos los componentes pasa factura, especialmente en situaciones fuera de carrera. Por otro lado, el modelado de los pilotos, aunque permite reconocer a todo el mundo, deja una sensación gris; en cambio los coches y pistas, están perfectamente recreados con gran riqueza en los detalles. También se estrena un nuevo sistema de daños. Ahora, si algún rival te empuja contra la pared rompiendo la suspensión, es muy posible que veas en pantalla una rueda volando a tu alrededor. El resto de componentes también reaccionan de modo muy convincente a daños localizados, como spoiler delantero o los neumáticos, entre otros.
‘F1 2016’ pone a tu disposición las 21 pistas del calendario anual de la Fórmula 1, incluyendo el circuito urbano en Bakú, Azerbaiyán, que ha debutado este año como el Gran Premio de Europa. También dispone de las licencias de todos los equipos, desde Mercedes al recién incorporado HAAS. Regresa el coche de seguridad, tanto en forma física, con el Mercedes AMG GT en caso de accidente o en forma virtual, donde se establece un límite de velocidad en determinadas partes del circuito. Todos estos elementos sirven para hacer del ambiente y la experiencia general del jugador algo aún más fiel y espectacular. Por último, nos interesamos por el multijugador competitivo en línea, una vertiente donde además de las carreras rápidas, podemos crear un calendario completo y organizar torneos, eso sí, únicamente en línea.
Conclusiones
‘F1 2016’ ha sabido sacar beneficio de la excelente base que la serie estableció con su predecesor, pero es un juego infinitamente mejor, es más denso, con un carácter propio que implica al jugador, también en su responsabilidad como piloto. Ahora franquicia ha llegado a un punto donde sólo puede mejorar en los detalles: ya sabe cómo sacar rendimiento a una estructura de modo de carrera completa que ofrece objetivos y algunos mini-juegos, representado bajo una lograda ambientación y un sistema que puede ser tanto amigable para los novatos, como desafiante para el experimentado. Evidentemente también comete errores, especialmente en la parte técnica, pero son problemas que pueden resolverse con bastante facilidad mediante actualizaciones y que no restan lustre al mejor título de la serie en muchos años.
F1 2016 - Tráiler Lanzamiento
