La desarrolladora polaca TechLand, responsable del entretenido Call of Juarez: Bound in Blood cambia radicalmente de género para adentrarse en las frenéticas y no aptas para epilépticos carreras extremas con nail’d, un auténtico árcade de motos que básicamente y sin más pretensiones nos invita a acelerar y saltar por rampas sobre escenarios ficticios para aterrizar, volver a acelerar y volar otra vez. Una auténtica experiencia para aquellos que alguna vez se han gastado una moneda en las clásicas de recreativas del género.
Jugabilidad
Aquellos que esperen un simulador de motores, llantas, o escenarios se pueden ir olvidando del juego de TechLand, ya que es un árcade destinado a los amantes de la velocidad más extrema a lomos de una moto de motocross o una ATV con un avatar de piloto encima, un piloto de aspecto duro o una chica súper sexy con varios cambios de ropa. Aunque los vehículos se pueden personalizar y mejorar cambiando elementos o diseños de las distintas partes, tan solo unos pocos aspectos se tornan realmente diferenciadores del resto de vehículos a disposición del jugador. Además las modificaciones no son para nada complicadas siendo una parte más de relleno que de utilidad real. Aún con todo esto y conforme se avanza en la resolución de pruebas, se irán desbloqueando nuevos aspectos y elementos para agregar a los vehículos. Aunque este tipo de elementos no sean destacables, al poco de estar volando con el juego nos damos cuenta que tampoco los necesita, ya que la única intención del juego y su máxima es permitir al jugador disfrutar de la velocidad en estado puro con frenéticos resultados. Por todo esto dejaremos de lado cualquier otro aspecto del juego, ya que las sensaciones que ofrece son la base angular de la producción y lo que realmente lo hace interesante, pues la sensación de velocidad se ha plasmado de forma muy acertada y cuenta con un acertado diseño de circuitos, muy variados, moderadamente complicados y divertidos.
El sistema de control es muy accesible, lo que ayuda a recrear acrobacias algo distintas de las que nos tienen acostumbrados el resto de títulos del género. Así podemos derribar enemigos al aterrizar tras un salto, empujar a otros pilotos contra elementos del escenario o simplemente para sacarlos de la trazada, traspasar los anillos de fuego en el aire que nos otorgan Nitro, o simplemente aterrizar tras los monumentales saltos que proponen las diversas etapas del juego. El anteriormente referido Nitro, no es más que un potente turbo que se erige como protagonista en la mayoría de los trazados, ya que el buen o mal uso de estos brutales impulsos marca la diferencia entre ganar o perder una carrera. Estos turbos se acumulan en una barra que va creciendo según pasamos por entre los postes esparcidos por los trazados o los aros que se encuentran estratégicamente colocados en el aire. Su utilización es muy sencilla y con tan solo apretar un botón nuestro nivel de adrenalina se dispara a la misma velocidad que aumenta la del vehículo que controlamos.
El control de los vehículos varia muy ligeramente según la montura elegida, ya que tanto las motos de motocross como las ATV disponen de sistemas de manejo prácticamente calcados, permitiéndonos en ambos casos la opción de inclinar nuestro vehículo para que amortigüe mejor en las zonas de baches o la posibilidad de poder cambiar la dirección mientras se está en pleno vuelo. De este modo podremos realizar grandiosos saltos que pueden durar algunos segundos para escoger la ruta que más nos interese. Esta falta de fidelidad física no es una traba en el desarrollo del juego, ya que aporta variedad de opciones y unas espectaculares secuencias que reflejan perféctamente la intención de divertir del título de velocidad.
nail’d cuenta con catorce pistas muy bien elaboradas que al final resultan ser de lo más acertado del conjunto, ya que además de contar con una longitud considerable nos brindan una gran cantidad de sensaciones al no permitirnos en muchas ocasiones acertar con la trazada del circuito, mientras realizamos saltos o acrobacias imposibles y todo con mucha emoción. La orografía que presentan los circuitos es ficticia lo que ha permitido al estudio polaco crear circuitos increíbles en terrenos imposibles.
En cuanto a las pruebas, destacar que además de las carreras normales, disputaremos pruebas de especialista en las que el objetivo principal es conseguir el mayor número de puntos posibles realizando todo tipo de acrobacias. También contamos con pruebas contrarreloj y pruebas en las tendremos que desplazarnos desde el punto de salida al de llegada en una sola vuelta.
Por otra parte destacar que hay algunos detalles que se han podido mejorar, por un lado a veces hay errores en los mapas y aunque uno aterriza correctamente en una pista el código no acierta y lo da por erróneo, además la animación del choque de la moto siempre es la misma, no importa contra que o de qué forma nos estrellemos y se echan en falta distintas animaciones, aunque tampoco es importante.
Gráficos
El apartado gráfico de nail’d cumple sin problemas y resulta bastante atractivo gracias al motor gráfico Chrome Engine 4, poniendo el acento en la conseguida sensación de velocidad que transmite en todo momento sobremanera con el botón del turbo apretado hasta el fondo del pad o teclado. Escenarios y trazados muy elaborados y bastante atractivos que combinan en una misma trazada desde barro hasta nieve pasando por planchas metálicas sujetas por enormes helicópteros o asfalto tradicional destrozado son la guinda del pastel de este árcade de velocidad.
En cuanto a los diseños de personajes, vehículos y algunos efectos de luz, ha faltado algo más de ambición para llevar el juego un paso más allá. Destacar en cuanto a los efectos el notable trabajo realizado con el agua.
Audio/Sonido
El apartado sonoro del juego de Techland no le va a la zaga al conjunto general, con una potentísima banda sonora que cuenta con temas licenciados de artistas y grupos como Slipknot, Queens of the Stone Age o Rise Against. Aunque se quedan cortos la calidad de los temas compensa en mayor medida la repetición de los temas.
Los efectos de sonido cumplen sin más y en cuanto a la localización apuntar que el juego no cuenta con voces y nos llega con textos de pantalla y manual en perfecto castellano.
Conclusiones
nail’d cumple de sobra con las expectativas que teníamos puestas en él aunque se le nota algo de falta de ambición, un error ya que con poco más se hubiera ganado algunos enteros. En definitiva, si bien no consigue situarse en la primera línea de la parrilla de salida, realiza un gran trabajo y resulta divertido y trepidante.