Todo estaba estudiado para vender una moto que al final no acaba de arrancar ni con el notable trabajo de los experimentados miembros de DICE, estudio responsable de la franquicia Battlefield y equipo de contrastada fiabilidad. Con la responsabilidad del desarrollo de la campaña para Danger Close, un estudio interno de la editora creado a partir de miembros de EA Los Angeles, el resultado se verá reflejado en las ventas del juego, que a buen seguro serán buenas o extraordinarias, todo lo contrario de lo que ofrece el título, que pasa por ser un autentico copy paste en todos los sentidos de su objetivo y hombre, es que uno no se puede comer a su contendiente con sus propios cubiertos.
Jugabilidad
Medal of Honor no es un mal juego, es un shooter aceptable con un gran problema, que no se acerca ni a lo prometido ni a lo que esperábamos, de hecho, no es ni de lejos la mejor entrega de la franquicia, pero vayamos por partes. El modo campaña tiene una duración aproximada de unas cuatro-cinco horas, aunque es cierto que la experiencia se puede extender más en el tiempo en el nivel de dificultad más alto.
Si en otros casos hemos sido exigentes a la hora de calificar las campañas de la serie Modern Warfare por su duración, siempre admitiendo que la vorágine de acción y las cotas de calidad que incluyen las campañas compensan la corta duración de las mismas, todo lo contrario sucede con este Medal of honor, que ofrece una campaña lineal, falta de argumento y no carente de fallos inexplicables para tratarse de una producción de este tipo con una duración ridícula.
Danger Close, estudio que engloba antiguos miembros de EA Los Angeles, no ha sido capaz de recrear en ningún aspecto un escenario de guerra creíble ni un juego entretenido. La campaña, todo sea dicho de paso, es un autentico recital de ensalzamiento de las fuerzas armadas norteamericanas y una oda al patriotismo yanqui al más puro estilo hollywoodiense, por lo que no se explica muy bien las ultimas polémicas sobre el juego, pero vamos a lo nuestro. Los miembros de las fuerzas Tier One del ejército norteamericano sirve a la desarrolladora como eje para trasladarnos una historia que nos sumerge desde excepcionales secuencias cinemáticas en el conflicto de Afganistán y que antes de comenzar cada nivel nos ofrece algo más de un argumento que no se sale de lo establecido por el género excepto por un par de detalles, la falta de personalidad de la historia, que no convence en ningún momento y la falta de carisma de los personajes.
La campaña propone solventar una serie de variadas misiones sobre una estructura que se repite hasta el cansancio en todos los escenarios que nos toca visitar, ya sean desiertos o montañas nevadas, toda la acción se desarrolla en un sistema completamente lineal que nos mueve entre paredes, obstáculos y unas misteriosas paredes invisibles que no nos permiten salirnos de la ruta marcada en ningún momento y que ofrecen la sensación de juego de pasillos con paredes pintadas de desierto, abusando incluso de misiones nocturnas en las que el único punto diferenciador es la notable visión verdosa que nos ofrece la visión nocturna o algunas fases de relleno, algo realmente desalentador. Aunque es cierto que va cogiendo algo de ritmo, la experiencia no llega a ser completa según se desarrollan estas dinámicas que se dejan ver desde los primeros momentos con el ritmo pausado que se marca desde la primera fase que sirve como tutorial.
Medal of Honor incluye también algunos elementos novedosos como la reposición de la munición, que la realizamos a través de un compañero, además de acompañar las misiones a pie con otras en las que pilotamos quads, manejamos torretas ametralladoras, o eliminamos objetivos con laser. Estas fases aportan algo de variedad, aunque en algunas ocasiones se deja ver el carácter de rellenado que tienen y se hacen algo pesadas.
Los controles no se adaptan todo lo bien que era de esperar y se tornan excesivamente duros, así como la inteligencia artificial, que deja escenas cómicas sobre el campo de batalla como enemigos que se giran y nos ofrecen la espalda como diana sin motivo aparente y otros que no se percatan de tu presencia a metro y medio, a lo que hay que añadir la ausencia de ninguna técnica brillante que nos ponga las cosas algo más duras, aunque también es cierto que la estructura lineal de los decorados no permite realizar movimientos estratégicos de la tropas, ya que las unidades no se pueden rodear gracias a la gran cantidad de elementos que hay esparcidos por el escenario, ademas de las misteriosas paredes fantasma.
Modos de juego
Si realmente Medal of Honor tiene que brillar en algún aspecto es en los modos multijugador, y lo hace gracias al buen hacer de los chicos de DICE, que repiten los parámetros de calidad y solvencia con los que dotaron a las entregas de Bad Company.
Las contiendas online se disputan entre 24 jugadores repartidos en sus respectivos bandos aliados e insurgentes. Contamos con tres tipos de personaje para jugar pudiendo escoger entre fusileros, francotiradores o miembro de operaciones especiales. Se han implementado factores de otras franquicias bélicas como los perks, recompensas por encadenar muertes o por desbloqueo. También podemos progresar y personalizar nuestros personajes con elementos que se adapten a nuestras características, como miras, silenciadores, etc.
Con respecto a las modalidades de juego, disponemos de modos variados y conocidos. Así por ejemplo las similitudes entre el modo Fiebre del Oro de Bad Company y Misión de Combate de Medal of Honor son más que palpables con dos equipos que alternan bandos como atacantes y defensores mientras intentan conseguir los objetivos marcados. El modo Asalto en Equipo se basa en las mecánicas de los modos clásicos de muerte por equipos. Para finalizar contamos con el modo Control del Sector en el que tenemos que disputar la posesión de tres objetivos manteniendo el control por un tiempo determinado.
Para terminar, contamos con un modo de campaña por episodios en el que podemos volver a jugar los niveles a nuestra elección y luchar por superar algunos retos además de subir en los rankings globales que se han destinado a esta modalidad ligera de la campaña.
En resumen, el multijugador de Medal of Honor es más pequeño y ligero que Bad Company 2, tiene un ritmo mayor y escenarios más pequeños, lo que depara diversión y caos en buena medida gracias al fuerte ritmo que se marcan en las partidas, en las que es habitual matar y ser matado una cantidad elevada de veces.
Gráficos
A nivel grafico cambia el panorama y contemplamos un excelente trabajo bajo Unreal Engine 3 con modelados sobresalientes, sobre todo en los personajes principales y unos efectos de iluminación soberbios. También se comportan de forma sobresaliente los efectos derivados del polvo y las explosiones, tanto que en ocasiones y gracias al desierto nos encontraremos literalmente inmersos en una incómoda nube de polvo. Los efectos de partículas también se lucen en algunos desmembramientos sobre brutales impactos que dejan asombrosas escenas de sangre y fuego gracias a la nitidez de las texturas, cuando el framerate se lo permite.
El buen nivel del apartado grafico se vienen abajo gracias a un nivel artístico que deja mucho que desear, con localizaciones prácticamente calcadas entre si y muy poca variedad en las mismas, físicas que rozan lo inadmisible con una gran cantidad de Bugs que van desde los simpáticos, como encontrar armas o enemigos que se sostienen en el aire, a los más graves como los que se presentan en la transición de escenarios, que nos obligarán a restear la partida desde el último punto de control.
Audio/Sonido
El apartado sonoro pasa por ser lo mejor del juego, los contundentes efectos derivados de una contienda real deparan algo del realismo al juego, todos los sonidos de detonaciones de disparos en la totalidad de las armas usadas están muy bien conseguidos, al igual que explosiones y ruido de impactos y los sonidos de los diferentes vehículos en los que montamos.
El doblaje tiene una calidad suficiente para las flojas líneas de diálogo que nos esperan en la campaña. Por otro lado, la calidad de la banda sonora que incluye la producción está plagada de buenos temas de corte épico y comercial.
Conclusiones
Rescatar una franquicia con el peso de Medal of Honor para desarrollar una autentica oleada comercial y finalmente ofrecer un producto tan mal equilibrado y diferenciado entre sus modalidades que hasta las pantallas de carga y los estilos que presentan tanto el modo campaña como la vertiente multijugador son completamente distintas, certifica lo ocupados que han estado en Electronic Arts por vender la piel del oso antes de cazarlo. Medal of Honor es un desatino con un notable multijugador, pero la cuestión es: ¿había que acudir a una marca veterana debilitada por los años de lucha en los rankings de ventas mundiales para comenzar a experimentar con una fórmula que a la larga consiga destronar a Call of Duty de su trono de rey de los shooters? Parece que sí, y no solo por la falta atención por parte de los propietarios de los derechos de la marca, que han permitido la comercialización de una mala campaña que se disimula algo con un multijugador que el solo consigue levantar la nota hasta un nivel aceptable en un juego que pasará a la historia como otro gran fiasco.
Medal of Honor - Tráiler de Lanzamiento
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Carlos de Ayala