Sin embargo, pocos intuían que estos simpáticos personajes iban a protagonizar una aventura con otro de los grandes símbolos del entretenimiento digital. En formato tándem, y desarrollado por la compañía francesa bajo la supervisión de Nintendo, nace ‘Mario + Rabbids Kingdom Battle’, una singular y original propuesta que aúna lo mejor de cada mundo: empezando por el Reino Champiñón, siguiendo con los personajes más conocidos de ‘Super Mario’, y terminando con la extravagante personalidad de estos conejos infernales. Todo esto cocinado bajo la estricta mirada que requiere el género de la acción táctica por turnos, muy en la línea de lo ofrecido por Firaxis Games con su reinvención de la franquicia ‘XCOM’. ¿El resultado? Un título redondo que se convierte rápidamente en un imprescindible para Switch.
El Reino Champiñón como nunca antes se había concebido
‘Mario + Rabbids Kingdom Battle’ comienza con una pequeña introducción en la que se descubre cómo estos conejos llegan al mundo de Mario y compañía. Sin demasiadas florituras, pero con mucho encanto, la trama nos sitúa en la habitación de una adicta a la ciencia y a Mario que, sin saber cómo, da vida a los Rabbids y los manda al universo del fontanero, no sin antes hacer algunos cambios por el camino. De hecho, el guion nos muestra como un peculiar objeto en forma de gafas es capaz de fusionar dos objetos cualesquiera, dando unos resultados de lo más peculiares. Así nacen los Rabbids Mario, Luigi, Peach y Yoshi, además de cientos de variaciones inspiradas en el mundo de Mario que dan vida y brillo al Reino Champiñón.
Así, nuestro objetivo no será otro que restaurar la paz del reino, superando para ello cuatro mundos completamente diferenciados, aunque conectados por el Castillo de Peach y sus alrededores, que hacen nexo de unión entre mundos y permiten, al mismo tiempo, curiosear entre las diferentes propuestas jugables que propone la obra. Un Rabbid un tanto miedica está equipado con las gafas de fusión y huye de nuestros protagonistas, por lo que será nuestro objetivo recuperarlas antes de que caigan en peores manos.
Sin embargo, como adelantábamos, el videojuego de Ubisoft se aleja del plataformeo y del rol clásico para lanzarnos directamente a la acción táctica. Mario, Luigi, Peach y Yoshi, así como sus alter ego en forma de conejo, estarán provistos de numerosas armas y habilidades que, en plena batalla táctica, tendrán que utilizar para poder superar cada uno de los retos propuestos. No estamos ante un juego de acción, sino más bien de una adaptación amigable de las mecánicas de ‘XCOM’ con mucha personalidad y sellos distintivos, lo cual es un punto muy a favor. Pero tampoco tiene una parte de gestión clara, sino más bien una sucesión de encuentros, puzles y aventuras que gustará tanto a amantes de ‘Super Mario’ como a los adictos a las excentricidades de los Rabbids.
Recuperando lo que es nuestro
El núcleo más importante de la aventura son sus batallas. Al acercarnos en cualquiera de los mundos a una zona provista por banderas negras entraremos directamente en la batalla, que tendrá unos objetivos determinados: derrotar a todos los enemigos, llegar a una zona libre de peligro, aniquilar a un cierto número de enemigos, escoltar a un personaje, etcétera. Los objetivos son claros y simples, y pese a la facilidad con la que hemos completado el primer mundo, debemos decir que la curva de dificultad es lo suficientemente pronunciada como para ponernos en apuros a partir del segundo.
Las batallas se desarrollan, como decíamos, por turnos. Contamos con tres personajes por batalla, que podremos escoger en todo momento –a medida que vayamos desbloqueándolos, claro está- con sus respectivas armas y habilidades. Cada uno de ellos es especialista en un parámetro determinado. Por ejemplo, Mario puede aumentar la fuerza de sus armas; Rabbid Peach puede curar a los aliados; Luigi tiene una distancia de tiro mayor que la media, etcétera. La variedad está al orden del día y permite construir un equipo lo suficientemente sólido como para afrontar cada batalla.
Dicho esto, las batallas siguen la misma estela que en la serie ‘XCOM’, pero de forma simplificada. Así, el escenario se convierte en una cuadrícula y nuestros personajes podrán utilizar las diferentes coberturas –medias o completas- para flanquear al enemigo. También existen tuberías que nos permiten movernos entre diferentes alturas y que tendremos que aprovechar con inteligencia para sorprender a los enemigos. Podremos disparar a los que tengamos a nuestro alcance, activar un estado de alerta que sorprenderá a los Rabbids que estén en nuestro campo de visión, apoyarnos en un compañero para dar un salto gigantesco por el escenario, derrapar contra los enemigos –restándoles salud- y multitud de variaciones más que hacen de cada batalla un encuentro muy divertido.
Simplicidad y eficiencia para todos los públicos
Cada uno de los cuatro mundos propuestos tiene varios jefes finales que hay que derrotar. Cada uno de ellos cuenta con mecánicas diferentes, y tendremos que ingeniárnoslas para superar cada encuentro sin bajas en nuestro equipo si queremos obtener la mejor puntuación. Lo mejor de todo es que, pese a la simplicidad de las primeras batallas, los enemigos y las situaciones hostiles van ganando en complejidad a medida que avanzamos en la aventura, lo cual supone un reto in crescendo para los jugadores. Eso sí, el juego es amigable y permite reiniciar cada batalla perdida e incluso optar por el modo fácil si no logramos superar un encuentro determinado.
La evolución de los personajes se realiza mediante un árbol de habilidades típico que tendremos que ir mejorando con los orbes correspondientes. Las armas funcionan de la misma manera, pudiendo comprarlas con las monedas que encontremos repartidas por el mundo. Sin embargo, si hay algún encuentro que se nos resista, siempre podremos repetirlo u optar por los diferentes desafíos que tiene cada mundo –una vez lo hayamos completado- para ganar unas monedas y orbes extra, ideales para aumentar las habilidades y fuerza de nuestros personajes.
De la misma manera, Ubisoft ha incluido un modo para dos jugadores en formato cooperativo alejado de la trama argumental principal. Este modo permite jugar con un amigo utilizando cada uno un joy-con y nos presenta una serie de retos en forma de batallas donde tendremos que superar el objetivo en dos equipos formados por dos personajes. De nuevo, el equilibrio y la inteligencia de los jugadores a la hora de seleccionar cada aliado y emplear cada turno con cabeza serán primordial para asegurar la victoria.
Una delicia tanto en Switch como en tu televisor
‘Mario + Rabbids Kingdom Battle’ hace gala de un apartado audiovisual más que notable. No estamos delante de un videojuego perfecto en cuanto a gráficos o físicas se refiere, y, de hecho, nos hemos encontrado con algunas ralentizaciones injustificadas en las batallas. Sin embargo, la obra de Ubisoft apuesta por una paleta de colores de lo más variopinta, que, sumada al perfecto diseño artístico que recoge y potencia lo mejor de cada mundo hacen del título un espectáculo visual lleno de luz y colorido. La música, por su parte, cuenta con melodías que, de nuevo, han sido inspiradas por ambas franquicias. Mezclas que se quedarán en nuestra cabeza y que le dan una vuelta de tuerca a las melodías conocidas y que, en algunos casos, pueden llegar a sorprender hasta al jugador más experimentado y audiófilo.
De esta manera, el videojuego encaja y funciona perfectamente tanto en su versión portátil como cuando colocamos la videoconsola en su correspondiente dock. En cualquiera de los dos modos veremos un espectáculo de colores, aunque para mayor detalle recomendamos jugarlo en un buen televisor, apreciando así cada detalle y matiz propuesto
Bienvenidos nuevos Rabbids
En definitiva, estamos ante la primera mezcla de mundos formado entre Ubisoft y Nintendo, obteniendo como resultado un videojuego notable que experimenta con las bases del género de la estrategia aportando una personalidad única y diferente, que encantará a la gran mayoría del público de Switch. Si bien es cierto quizá se eche en falta algo más de contenido –más modos de juego, más personajes de la serie ‘Super Mario’, etcétera-, el título experimenta con mimo las mecánicas más clásicas y divertidas, formando así un cóctel entretenidísimo.
La trama argumental puede superarse en menos de 20 horas, aunque la obra insiste en la rejugabilidad, apostando por desafíos nuevos en cada mundo y repartiendo por cada uno de ellos interesantes coleccionables que podremos contemplar en el museo del Reino champiñón. Al mismo tiempo, la compañía ya ha anunciado un pase de temporada, que añadirá nuevos retos y ampliará la historia, aunque desconocemos si se añadirán nuevas mecánicas o personajes inspirados en ‘Super Mario’.
Conclusiones
En cualquier caso, ‘Mario + Rabbids Kingdom Battle’ supone un soplo de aire fresco al catálogo de Switch, con una aventura que dibujará más de una sonrisa –y carcajadas, incluso- a los jugadores más empáticos. Igual en una hipotética secuela se añadan más personajes, e incluso se atrevan a experimentar con otras franquicias, pero, por ahora, no podemos más que aplaudir el saber hacer de Ubisoft a la hora de abordar uno de los mundos más queridos por los jugadores. ¡Larga vida al matrimonio entre Rabbids y Super Mario!
Mario + Rabbids Kingdom Battle