La idea se asemeja a lo que hizo con Rockstar 'Red Dead Undead Nightmare Redemption' llevándose los zombis hasta el oeste. Sin embargo, además de recrear una propuesta dual dentro del mismo universo, existen algunas diferencias drásticas en el reinado de George Washington comparado a la lucha contra los muertos vivientes de John Marston, especialmente en relación al sistema de capítulos, ya que recogiendo un formato cada vez más popular, Ubisoft ha optado por dividir el DLC en tres partes, la primera es la infamia, que ya está disponible en nuestro país. A este respecto, lo más interesante es que la decisión de separar la historia permite al contenido adoptar un carácter capitular que crea unas pausas innecesarias y que afectan a la comprensión y al ritmo de la historia. Esto no quiere decir que los juegos episódicos no se adapten bien a determinadas formas de contar una experiencia. Este  método funciona muy bien, precisamente porque el guión se estructura sobre capítulos que cuentan con estructuras medidas y adaptadas para que cada entrega incluya sus momentos propios. Es decir, como si tuviéramos varios juegos distintos, que cuando se suman forman uno completo.  Y eso no sucede con el DLC para Assassins Creed 3. La impresión es que la tiranía del rey Washington está planteada para reproducirse sin cortes obligados.

Fruto del Edén

Como hemos venido informando, la tiranía del rey Washington actúa como un ejercicio de creatividad que reinventa la historia de Assassins Creed 3 partiendo de un solo hecho: Connor despierta de un sueño para descubrir que la realidad vivida ha sido transformada: Washington ha sido corrompido por el poder del Fruto del Edén y se ha alzado como un rey absolutista y cruel al que deberemos destronar.

La madre de Connor nunca fue asesinada por Charles Lee. De modo que, Ratonhnhaké:ton nunca se convirtió en un asesino. Esto se deja notar inmediatamente con tan solo dar un vistazo al protagonista, que abandona la icónica vestimenta de la orden para tomar una forma mucho más tribal: ataviado con pieles de lobo y cubierto de pinturas de guerra. Pero no se trata únicamente de un cambio de vestuario, ya que incorpora novedades al juego. No es sólo una realidad alternativa, más bien es una adaptación mucho más grande de su universo, que no obstante y a pesar de presentar un contexto completamente diferente al  narrado en Assassins Creed 3, no niega ni obvia prácticamente ninguno de los hechos de la historia principal. No obstante, Ratonhnhaké: ton es el único que recuerda la lucha contra los templarios y los esfuerzos realizados para liberar a las colonias de las manos de Inglaterra. En la estela de lo que parece ser un sueño, no solo encuentra a su madre viva en un mundo totalmente diferente, George Washington, hasta entonces su aliado, se proclama rey de los Estados Unidos cortesía del Fruto del Edén que lleva en su cetro.

Las fuerzas místicas de la naturaleza

Por mucho que el inicio de la infamia es lento y corto - puede finiquitarse en tres horas sin demasiado esfuerzo, incluye algunas novedades en cuanto a jugabilidad. Después de descubrir el poder que encierra el Fruto del Eden, Ratonhnhaké: ton decide apelar a las tradiciones de su tribu. A partir de una infusión, el protagonista es capaz de conectar con sus espíritus ancestrales y adquirir nuevos poderes. Los lobos son la principal novedad del DLC. El poder de los antepasados indios de Connor le permitirá invocar a una manada de lobos que lucharán con nosotros en los combates. Por otro lado, también podremos pasar desapercibidos gracias a un poder que nos permite ser invisibles, aunque en esta situación el control varía y se vuelve torpe e impreciso. Por supuesto, un poder tan útil tiene sus inconvenientes, ya que el uso de estas habilidades conlleva una penalización de salud, de modo que  tendremos que planificar muy bien el tiempo para evitar situaciones de combate en clara inferioridad. En otras palabras, una compensación para equilibrar el juego.

Aunque su duración es corta, el paquete de contenido también intenta expandir su tiempo real de vida mediante la colocación de multitud de cofres dispersos por todo el territorio. Los baúles, al igual que el resto del inventario y arsenal, no aporta nada nuevo o diferente. En la misma línea, una vez que la Frontera ha sido liberada hay muy poco que hacer por allí. No hay misiones secundarias y los únicos retos disponibles son liberar esclavos o dar comida la gente, más allá de algunos sucesos aleatorios.

 
Conclusiones

Desde su anuncio, incluso antes del lanzamiento de 'Assassins Creed 3', 'La tiranía del Rey Washington' surgió como un DLC de los que no estamos muy acostumbrados a ver, aportando un enfoque diferenciado para el juego principal. En este sentido, no decepciona, ya que puede crear un universo paralelo que funciona sin salirse del marco original, mientras que la adición de nuevos poderes es muy interesante. Por otra parte, los capítulos no favorecen el desarrollo de la historia. La infamia tiene un comienzo lento y sólo demuestra que está planteado para lanzarse en una sola entrega, algo que lastra el ritmo y ofrece la impresión que es sólo el comienzo de algo mucho más grande con un potencial increíble, pero cuya ejecución se ha visto obstaculizada por el deseo de vender más DLCs.  De un modo u otro, la tiranía del rey Washington es una buena manera de ampliar el universo del juego, básicamente porque ofrece una perspectiva diferente de los hechos y personajes.

Assassin's Creed 3 - La Tiranía del Rey Washington

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Carlos de Ayala