Y finalmente, nos preparamos para la batalla final
El argumento y cronología de ‘Kingdom Hearts’ es enrevesado a más no poder. De hecho, nos preguntamos si en las oficinas de Square Enix sabían más o menos por dónde llevar el argumento una vez lanzado el título original, ya que la gran cantidad de obras alternativas –y no numeradas- disponibles para las diferentes plataformas no hacen más que añadir nuevos enigmas a la trama, interrogantes que, esta vez sí, se verán respondidos. Recomendamos encarecidamente leer sobre la trama argumental–ya sea jugando a los videojuegos, viendo los resúmenes que incluye el título o directamente por Internet-, ya que han pasado varios años desde el último lanzamiento de la serie –en Nintendo 3DS- y ‘Kingdom Hearts III’ da por hecho que conocemos a la gran mayoría de sus protagonistas.
En esencia, y sin querer desvelar demasiados destripes argumentales, nuestro cometido en esta aventura es recuperar el poder perdido de Sora y prepararnos para la batalla final contra Xehanort, el villano de la oscuridad cuyo objetivo es hacerse con el Reino de los Corazones. Para ello, Sora deberá volver a la Nave Gumi con sus amigos y explorar los diferentes mundos para rearmarse de cara al encuentro final. Por supuesto existen giros argumentales, momentos de tensión entre personajes y misiones alternativas, pero, en esencia, nuestro cometido no será otro que ir a diferentes mundos –ahora también algunos de Pixar-, explorarlos y terminar con los villanos de turno.
Sin ir más lejos, los primeros mundos del juego como el Olimpo, la casa de Andy de Toy Story y Villa Crepúsculo funcionan como un enorme tutorial sobre el que aprender las bases de la obra. Explorar cada rincón, aniquilar a hordas y hordas de enemigos, prepararse para el enemigo final de turno y, sobre todo, ser testigo de las incontables secuencias animadas –realmente impresionantes- que van explicándonos la historia son el sota caballo y rey de la aventura, que, advertimos, va ganando en calidad a medida que conocemos nuevos mundos.
El sueño de pequeños… y mayores.
Uno de los elementos que más nos ha gustado de la aventura, más allá del argumento y sus personajes, es la calidad con la que se han representado los diferentes mundos de la aventura. ‘Kingdom Hearts III’ tiene un nivel de mimo y detalle elevadísimo, haciendo que cada universo nuevo esté perfectamente integrado en la aventura, aportando novedades jugables y haciendo de cada fase un reto para el jugador. Se rescatan, por supuesto, mecánicas de anteriores títulos, así como se añaden nuevas funciones –sobre todo en materia de combate, de las que luego hablaremos- para ofrecer una jugabilidad robusta y sin fisuras.
Y es que ver a los personajes de Toy Story en acción en el centro comercial, conocer a los protagonistas de Monstruos S.A. o sorprenderse con el fotorealismo que se ve en el mundo de Piratas del Caribe, le da al jugador nuevos motivos para seguir avanzando en la aventura principal, y eso si no tenemos en cuenta tanto misiones secundarias, como enemigos secretos o un buen puñado de minijuegos que podremos ir desbloqueando con nuestro Gumi teléfono. Más de 40 horas de diversión para completar la campaña principal, que se multiplican si queremos hacernos con los trofeos o logros pertinentes.
Rápido, frenético y con multitud de posibilidades
El sistema de combate de ‘Kingdom Hearts III’ bebe directamente de sus predecesores, aumentando sus posibilidades y adaptando mecánicas de anteriores títulos de la serie. Ahora Sora podrá equiparse con diferentes llaves espada a la vez, que podrá ir cambiando a su antojo. A su vez, cada llave espada tiene sus propios ataques finales e invocaciones, que podremos ir activando en función de los golpes que asestemos, y que, en definitiva, hacen de cada encuentro con una horda de enemigos un auténtico espectáculo audiovisual.
Por ejemplo, podemos comenzar atacando a los sin corazón lanzándoles alguna magia en concreto para, después, convertir nuestra llave espada en unas tazas locas –similares a las que se ven en los parques de feria-, un tren pirotécnico e incluso unos rápidos montados en troncos. Cada una de estas habilidades especiales tiene un final poderoso, que, al mismo tiempo, se suman a las habilidades que puede hacer el grupo –Donald, Goofy y Sora, además de los amigos que vayamos conociendo en los diferentes mundos- en determinadas ocasiones.
¿El resultado? Un sistema de combate adictivo, frenético y que, sin lugar a dudas, es mucho más rápido y letal que en anteriores ocasiones. El único problema que le encontramos al sistema de combate dada la cantidad de opciones que tenemos a nuestra disposición es la dificultad. En nuestro caso, y jugando en modo experto –podremos escoger entre tres niveles al comenzar la aventura-, hemos tenido serias dificultades únicamente en tres ocasiones puntuales, siendo los demás encuentros relativamente accesibles.
Un cierre audiovisualmente impecable
Square Enix, en la mayoría de sus superproducciones, suele ofrecer un nivel audiovisual impecable. Vimos como ‘Final Fantasy XV’ nos dejó asombrados por el nivel de detalle de su mundo, y, en ‘Kingdom Hearts III’, no podemos más que aplaudir la gran cantidad de mimo y detalle con el que han recreado cada mundo. No sólo hablamos de las escenas generadas por ordenador, cuya calidad es absolutamente brillante, sino que también hablamos de las animaciones del propio juego. Sora, Donald y Goofy tienen centenares de animaciones que hacen cada secuencia única.
De hecho, en muchísimas ocasiones hemos pensado que estábamos delante de una secuencia generada por ordenador para, segundos después, ver que la cámara se situaba detrás de Sora para continuar con la aventura. En este aspecto, tanto el nivel técnico como el gráfico rayan a un nivel elevadísimo.
Lo mismo ocurre con la banda sonora, que rescata los temas emblemáticos de la serie e introduce nuevas partituras adaptadas a las exigencias de la trama. La música que una vez nos emocionó en las salas de cine está presente en los mundos de Disney; Skrillex se une al elenco de artistas con una buena –aunque criticada- mezcla para la secuencia inicial; y los actores de doblaje originales del séptimo arte hacen que revivamos, en ocasiones, sueños dormidos de nuestro yo más infantil. Un auténtico despliegue de intenciones que, como no podía ser de otra manera, ha terminado por recrear una de las mejores y más diversas bandas sonoras que podemos encontrar en un videojuego.
Conclusiones
Seamos o no seguidores de la franquicia, ‘Kingdom Hearts III’ cierra impecablemente el arco argumental de Xehanort con la mejor entrega de toda la serie. Cada mundo ofrece una serie de retos concretos que van conformando, a la postre, una aventura única y divertidísima, que encantará tanto a los aficionados de la saga como a aquellos que busquen un videojuego de rol con el que pasar horas y horas delante de la pantalla. Por supuesto, si es nuestro primer ‘Kingdom Hearts’ y optamos por no leer nada del argumento nos sentiremos perdidos durante el 60% de la aventura, pero, aún con esas, el videojuego es disfrutable de principio a fin.
Cerrado el arco Xehanort, ahora únicamente tocará esperar para ver si, en el futuro, ‘Kingdom Hearts’ vuelve con una cuarta parte o con aires renovados, pues advertimos que, pese a solucionar las incógnitas principales de la serie, el material creado para la ocasión da para infinitas aventuras en los mundos de Disney, y más teniendo en cuenta las nuevas adquisiciones por parte de la gigante factoría de sueños. Mientras tanto… ¡larga vida a Sora, Donald y Goofy!
Kingdom Hearts III – Lanzamiento