Sin embargo, durante los últimos años hemos visto algunas propuestas que apuestan por introducir el género en videoconsolas domésticas. Apuestas como ‘Dynasty Warriors 8: Empires’, ‘Sid Meier’s Civilization Revolution’ o el reciente ‘Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence’ son algunos ejemplos que indican que la estrategia está lejos de quedarse en las tierras de Steam. Ahora, Meridiem Games y Kalypso Media nos traen a PlayStation 4 ‘Grand Ages: Medieval’, segundo título de la franquicia, que nos lleva a la Europa medieval en aras de unificarla bajo nuestro propio estandarte.
Gestionar nuestra pequeña Europa
‘Grand Ages: Medieval’ nos ofrece una extensa campaña principal donde comprender y ejecutar los aspectos básicos del videojuego. A modo de tutorial comprimido, la escaramuza presenta una historia bien narrada en la cual el jugador se torna como el regente de un pequeño asentamiento. Personajes históricos, romances y sangre son algunos de los elementos que encontramos en las fantásticas secuencias artísticas que aparecen entre los capítulos dándonos pequeñas clases de historia y adentrándonos en el peligroso terreno de la política y la economía.
Así, nuestra primera tarea como regidores será asegurar la supervivencia de nuestro pequeño pueblo. Para ello contamos con una interfaz de juego que pone sobre la mesa los diferentes parámetros a los que nos tendremos que acostumbrar: tipo de producción, alianzas, rutas comerciales, necesidades del pueblo, misiones, encargos, civilizaciones próximas, etcétera. Aunque a diferencia de títulos como los ‘Total War’, ‘Grand Ages: Medieval’ centra su jugabilidad en menús infinitos con un ritmo pausado –que podemos acelerar con un botón en cualquier momento-, y que se traduce como la opción de estrategia más pura de ordenador en PlayStation 4, únicamente lastrada por un mapa de controles gestionado con poco acierto –pero esto lo veremos más tarde-. Enviar exploradores hacia rutas desconocidas, establecer alianzas comerciales y mantenerlas al mismo tiempo que cuidamos de nuestra población, será una constante dentro de la aventura. Más aún si tenemos en cuenta que cada uno de los asentamientos únicamente puede producir cinco tipos de materiales de los más de 20 disponibles en el juego. Esto obliga a mantener buenas relaciones con otras ciudades hasta que, al menos, contemos con un ejército lo suficientemente grande como para dejar de ser amigos.
Lo mejor es que si jugamos bien nuestras cartas, una vez aprendidas las mecánicas básicas, podremos ganar batallas sin necesidad de verter una gota de sangre. De hecho, ‘Grand Ages: Medieval’ apuesta por la economía y el comercio como autentica arma. No sólo se emplea para adquirir productos o mejorar la tecnología y calidad de vida, también podemos utilizarla para establecer monopolios y llevar a la bancarrota a la ciudad rival. Así, la guerra no sólo se librará en formato bélico, el cual no tiene tanto peso en este título como en otros del mismo corte, aunque también juega un papel importante en su formato. En cualquier caso, las batallas son algo simples.
Buscando la fórmula tradicional en un mando de consola
‘Grand Ages: Medieval’ es un videojuego adictivo, sobre todo en ordenador. La experiencia de juego en PlayStation 4, sin embargo, dista en ofrecer el mismo grado de diversión que en su ambiente original, pues la adaptación al DualShock 4 no ha sido tan completa como esperábamos. En primer lugar, la interfaz está pensada para utilizarse con un ratón, ofreciendo el puntero bajo un sistema de control de movimiento apoyado en el joystick del mando. Al mismo tiempo se denota cierta falta de botones, lo que obliga al jugador a conocer numerosos comandos. Si bien es cierto la desarrolladora ha asegurado una experiencia de juego de alto nivel, no deja de echarse de menos a la pareja formada por teclado y ratón. No negamos la dificultad que conlleva trasladar un sistema tan complejo y con tantos matices a un ambiente frecuentado por títulos de acción, sobre todo sin simplificar las mecánicas por el camino, pero la gran cantidad de datos que aparecen en la pantalla –a un tamaño de letra minúsculo, todo sea dicho- y la poca facilidad a la hora de navegar por los menús pueden hacer mella en la experiencia del jugador.
Por otra parte, una vez completado el modo historia del título, donde se nos presentan a grandes rasgos las posibilidades de la obra, podemos adentrarnos en el modo libre, la mejor experiencia de juego del título. Aquí podemos escoger entre diferentes asentamientos iniciales, configurando las reglas de la partida para personalizar nuestra experiencia y comenzar de nuevo nuestra expansión, ésta vez sin ayudas de ningún tipo. La guinda del pastel la tiene la vertiente multijugador, donde podemos construir –y destruir- con hasta 8 jugadores simultáneos.
A nivel audiovisual, ‘Grand Ages: Medieval’ hace uso de un apartado técnico bien aplicado, que recrea a la perfección el contorno europeo y lo presenta a vista de pájaro de una forma muy interesante. El estudio ha apostado acertadamente en centrar los esfuerzos a nivel jugable, dejando el apartado técnico en un segundo plano. La banda sonora ambienta a la perfección y su acertado doblaje al castellano también se percibe como muy bien caracterizado.
Conclusiones
En definitiva, y a pesar de su adaptación mejorable al control del DualShock 4, ‘Grand Ages: Medieval’ entra en el catálogo de PlayStation 4 haciendo feliz a un nutrido grupo de seguidores del género. Aunque no es una obra maestra, una vez que hayamos comprendido sus esquemas, tendremos diversión para rato.
Grand Ages: Medieval - Short Trailer
