Quizá sea por ello que la desarrolladora ha lanzado, por sorpresa, esta nueva versión del título, cuyos protagonistas son vehículos a dos ruedas, dándole un nuevo aire a la serie y añadiendo contenido innovador a un título que suma kilómetros a sus espaldas. ‘Driveclub Bikes’ se estrena en PlayStation 4 como una expansión independiente, integrada para los poseedores del original al mismo tiempo que puede ser disfrutada por separado. Volvemos a quemar rueda, esta vez, a lomos de bestias de gran cilindrada.
Expansión integrada y videojuego independiente
‘Driveclub Bikes’ llega a PlayStation Store con dos precios de venta al público. En primer lugar, los poseedores del original pueden ampliar el contenido de su videojuego por 14,99€, mientras que los nuevos jugadores podrán comprarlo a un precio de 19,99€. Esta distinción es importante, sobre todo de cara a abordar el análisis. En resumen: los nuevos jugadores disfrutarán de una experiencia con multitud de contenido, una puesta en escena brillante y modos de juego para aburrir. Por contra, los que adquieran el título como expansión encontrarán, únicamente, 12 motos con las que definir el concepto de velocidad.
Y es que, la gran premisa que presenta este ‘Driveclub Bikes’ es su docena de bestias a dos ruedas. Las grandes firmas de la industria están presentes, como Ducati, Yamaha, Honda y BMW, entre otras, incluyendo motocicletas con diferentes características con las que tendremos que dominar los 78 circuitos que presenta la expansión. Sin embargo, existe un matiz importante, y es que los poseedores del juego no encontrarán ningún trayecto nuevo y volverán a repetir los mismos circuitos del original. En cualquier caso, la incorporación de la vertiente motorizada obliga a repasar el modo de conducir, como es evidente, pilotar sin tracción a las cuatro ruedas requiere de algunas habilidades extra.
En general, la conducción continúa adoptando esos matices arcade. Al igual que la versión estandar, ‘Driveclub Bikes’ establece ciertos parámetros para hacer la conducción un poco más permisiva, lo que no implica que el jugador pueda olvidarse del freno durante el pilotaje. De hecho, ahora más que nunca se siente como necesario reducir la velocidad para tomar las curvas con sentido, amén de que la estabilidad en la moto requiere de algo de aprendizaje para no terminar involucrado en un accidente.
Las opciones sociales continúan ofreciéndose como el gran ingrediente diferencial de la marca, que como advertíamos, se integra a la perfección con ‘Driveclub’. Sin ir más lejos, al comprar el título como expansión, las motos se añadirán directamente a nuestra interfaz sin necesidad de cargar el videojuego por separado. Diferente es el caso de comprar el título como expansión independiente, pues el jugador verá impotente cómo pasa ante sus ojos la multitud de contenido bloqueado dispuesto para recordarnos a cada momento las virtudes de adquirir el juego completo. Y es que hacer de ‘Driveclub Bikes’ una expansión integrada y a la vez independiente sirve como una golosina para atraer más aficionados al club social de velocidad de Sony. El contenido vuelve a hacer uso del modo tour para presentar, en función del rendimiento del jugador, una serie de retos y pistas a superar, incluyendo desafíos propios de la conducción a dos ruedas. Más allá de conseguir el oro, existen una serie de objetivos adicionales como hacer un caballito -o hacer un caballito invertido- durante cientos de metros o superar una velocidad predeterminada. Por supuesto, la interacción con la comunidad a través de los clubs vuelve a ser primordial para exprimir el videojuego, y entre otras características nos permite competir contra clubs rivales, crear retos personalizados y participar en todo tipo de desafíos para ir aumentando tanto en progresión como en nivel.
Puerta de entrada a Driveclub
Quizá uno de los elementos más impactantes en el lanzamiento del videojuego, independientemente de los problemas que acarreó en sus primeros meses, corresponde a su apartado técnico. PlayStation 4 demuestra mucha potencia una vez más ofreciendo modelados y escenarios fotorrealistas de lo más sorprendentes, con efectos climáticos y multitud de detalles que aportan mucha solidez plástica al conjunto. A esto se le suma la espectacularidad que ofrecen las carreras en moto a grandes velocidades, sobre todo si disfrutamos del título en una buena pantalla donde se aprecien los matices de la cámara en primera persona. Todo un espectáculo audiovisual.
No obstante, las diferencias entre clubs marcan distancias notables si nos dedicamos únicamente a correr sobre dos ruedas. Siempre podremos crear nuestro propio club, sea con amigos o desconocidos motorizados, o crear eventos específicos, pero entrando en esta mecánica enseguida buscaremos la opción de adquirir la experiencia completa. ‘Bikes’ supone una puerta de entrada a ‘Driveclub’ construida de manera muy inteligente.
Conclusiones
‘Driveclub Bikes’, la sorpresa de Sony en tierras parisinas, ha llegado con un pan bajo el brazo revitalizando y aportando más variables a la plataforma de velocidad de Sony. Volver a reconquistar el oro con vehículos de dos ruedas obliga a estudiar de nuevo los esquemas básicos de la conducción, y eso añade docenas de horas a los asiduos al club de velocidad. No obstante, como expansión falla estrepitosamente en el punto de limitar el contenido de forma tan radical, pues si bien es cierto se replantea el método de conducción, la cantidad de vehículos en insuficiente y no añade ningún trazado específico para las motos entre las 70 pistas disponibles.
DriveClub Bikes - Launch Tráiler PGW