La línea alternativa Dragon Quest
El primer rasgo característico de este ‘Dragon Quest Builders’ es su trama argumental. A diferencia de otros exponentes de género que lanzan al jugador directamente a un mundo abierto en el que construir a tu antojo, Square Enix ha optado por dar personalidad a la obra presentando al protagonista y su mundo con un guion que justifica cada acción en todo momento. A grandes rasgos, y sin ánimo de destripar la trama, el título nos coloca en un universo alternativo donde el héroese deja seducir por su némesis, dando lugar al mundo que nos rodea en ‘Builders’, un universo que ha perdido por completo su capacidad de construcción. Sólo el jugador alberga dicha habilidad.
Comenzamos pues el periplo dando nombre a nuestro constructor o constructora, para despertar desmemoriado en una cueva, donde un ente desconocido marcará inevitablemente nuestro destino. Así, nuestro primer objetivo será combinar una serie de objetos para recuperar energía tras el largo letargo. A partir de ahí, mover una serie de bloques para salir de la mazmorra y, en definitiva, comenzar a degustar la jugabilidad de la obra será nuestra misión. Pronto conoceremos la superficie, y, a partir de ahí, da comienzo el primer capítulo de la trama. Como adelantábamos, el desarrollo del título nos obliga a atravesar una serie de episodios guiados -donde visitaremos varias localizaciones, conoceremos enemigos y recolectaremos recursos- con unos objetivos concretos, como construir habitaciones, rehabilitar espacios o preparar el terreno para los futuros habitantes. De hecho, los primeros capítulos sirven de tutorial para sentar las bases de este ‘Dragon Quest’ alternativo.
Si bien es cierto la historia no es nada del otro mundo, y, de hecho, las misiones secundarias y los objetivos pueden parecer, a simple vista, bastante sencillos, ‘Dragon Quest Builders’ nos anima a continuar el viaje ampliando paulatinamente las posibilidades de juego. El primer habitante, por ejemplo, nos dará los planos necesarios para construir una habitación, así como una estación de trabajo, etcétera. A medida que el jugador va sumando ciudadanos tendrá más objetivos que cumplir, para así, ir completando los diferentes capítulos que componen la aventura.
¡Manos a la obra!
La producción de Square Enix puede disfrutarse tanto en PlayStation 4 como en la portátil de la compañía. El control propuesto es similar, siguiendo el mismo esquema que los juegos de aventura tradicionales. Sin embargo, y a diferencia del rey del género ‘Minecraft’, ‘Dragon Quest Builders’ se juega en tercera persona, por lo que no tendremos un cursor con el que precisar dónde va cada bloque, sino que hay que llevar al personaje al lugar adecuado. Al principio puede resultar un tanto extraño, pero enseguida las habilidades del constructor se dejan controlar a la perfección. Y sino, siempre podremos hacer borrón y cuenta nueva.
De esta manera, la obra alterna entre dos estilos de juego. Por una parte, tenemos la construcción, donde el jugador necesita una serie de recursos -como minerales, madera, plantas, etcétera- que hay que conseguir en el entorno o luchando contra los enemigos que se encuentran fuera de la ciudad. Los diferentes bancos de trabajo nos permitirán construir herramientas diferentes, necesarias para obtener cada componente. Por ejemplo, la forja nos sirve para tener armas más poderosas, mientras que el banco de carpintero se centra más en elementos para la edificación.
Por suerte, el videojuego no es abrumador desde el inicio, pues el concepto de juego va ampliándose a medida que vamos superando los retos propuestos. Esto permite, en primer lugar, que el jugador vaya aprendiendo sobre la marcha, al mismo tiempo que le anima a experimentar saliéndose un poco de la raya. Los planos, eso sí, han de seguirse a rajatabla, así como algunas normas básicas de la construcción.
La otra cara de la moneda la presentan los combates, que se alejan radicalmente de los propuestos en la serie principal. A diferencia de los clásicos turnos, en esta ocasión Square Enix ha optado por ofrecer una acción más directa y sencilla, permitiendo atacar a los enemigos en tiempo real. Sin ser demasiado profundo, los combates cumplen perfectamente con su cometido, e incluso en los enfrentamientos contra los jefes finales de cada capítulo nos encontraremos en más de una ocasión en un apuro si no vamos lo suficientemente preparados. Tener algo de comida -para evitar el hambre que despierta el trabajo- o ungüentos para sanar las heridas será vital si no queremos perdernos por el camino.
Cubismo en un mundo animado y colorista
Hasta cierto punto, ‘Dragon Quest Builders’ combina las posibilidades creativas de ‘Minecraft’ con un estilo gráfico que encaja perfectamente tanto en el televisor como en la pantalla de PlayStation Vita. Tenemos, así, un mundo colorido y preciosista, con una carga gráfica notable y una personalidad que se destila directamente de los diseños de Akira Toriyama, sello de identidad de la franquicia. Por supuesto la obra no aspira a ser un referente en cuanto a técnica se refiere, pero el diseño artístico nos parece, como en todos los títulos de la serie, sobresaliente. Eso sí, la versión para portátil se resiente un poco cuando hay muchos elementos en pantalla, algo que no ocurre en su versión para la doméstica.
La banda sonora de la serie mantiene las piezas clave de la franquicia, con la melodía clásica que da inicio a cada capítulo de ‘Dragon Quest’ y algunas partituras nuevas que encajan perfectamente con el estilo. Los efectos de sonido serán reconocidos por los seguidores de la franquicia, y la traducción al castellano nos ha parecido magnífica, con mucha personalidad.
En otro orden de cosas, completar la trama argumental puede llevarnos tranquilamente unas 45 horas, en función de nuestra pericia con los materiales y nuestro perfeccionismo. El número puede multiplicarse si decidimos hacer todas las misiones secundarias y obtener la totalidad de los trofeos que incluye el conjunto, pero, más allá de eso, tenemos un modo infinito en el que dar rienda suelta a nuestra imaginación: Tierra Incógnita. En este mundo, creado aleatoriamente, el jugador es el encargado de construir lo que se le antoje y compartirlo con el resto de la comunidad. Lamentablemente el título no permite juntar a varios usuarios para colaborar en construcciones, pero sí visitar mundos creados por otros constructores. Una lástima, ya que se nos ocurren expediciones en busca de material con amigos mientras los demás integrantes del mundo ponen orden en la ciudad, por ejemplo.
Conclusiones
‘Dragon Quest Builders’ recoge los mejores ingredientes de ‘Minecraft’ y le añade el sello de identidad de la conocida franquicia nipona. Una historia que guía nuestros pasos sin demasiadas complicaciones, un estilo jugable que permite a todo tipo de jugadores disfrutar de la partida y, en definitiva, una producción que será del agrado de los jugadores más creativos.
Dragon Quest Builders Launch Trailer - Build to Save the World
