Dragon Age II

Analisis

Dragon Age II

Escrito por Carlos de Ayala Martes, 22 Marzo 2011

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El estudio de desarrollo canadiense BioWare y Electronic Arts ya han puesto en la calle Dragon Age II, el esperado regreso de la franquicia RPG que estrenaba la marca con una obra que obtuvo una buena acogida y adquirió gran popularidad gracias a un formato enmarcado en un universo de fantasía que rompía algunos moldes en la interpretación de su argumento y añadiendo a la fórmula un formato lo suficientemente familiar como para permitir al jugador sumergirse en el universo que proponía el juego de forma rápida e intuitiva. Ahora para la secuela y con la intención de los maestros de Bioware de crear una nueva experiencia en la que nuestro protagonista está llamado a convertirse en la figura más importante del universo Dragon Age, acompañaremos a Hawke en un camino plagado de peligros, feroces enemigos, decisiones que variarán el sentido de nuestro viaje y un sistema de repercusiones que ofrece una exposición de nuestra personalidad sobre los habitantes del universo en el que se desarrolla la franquicia.

Jugabilidad

Para comenzar la epopeya debemos recrear físicamente a Hawke, protagonista masculino o femenino – a nuestra elección - del juego y adoptar una de las clases permitidas, es decir: Guerrero, Mago o Pícaro. Hawke es el miembro de una familia obligada a escapar de su hogar a causa de un violento ataque de engendros oscuros que acabaron con la vida del cabeza de familia y padre de nuestro protagonista, además de arrasar con el pueblo y matar una gran cantidad de habitantes de Lothering. De este modo la familia de Hawke decide viajar rápidamente hasta Kirkwall, donde la familia poseía algunas tierras y un apellido respetado para despistar a los engendros tenebrosos que les siguen de cerca y conseguir salvar la vida. Pero una vez en Kirkwall la situación dista mucho de lo que habían previsto inicialmente, ya que la ciudad ha recogido muchos desplazados y no admite nuevas entradas, lo que nos llevará a tomar las primeras decisiones difíciles en el juego.

Durante el transcurso de las cerca de cuarenta horas que ofrece la secuela, nos reencontramos con destacados personajes que ya conocimos en la entrega original, como Flemeth, uno de los personajes más significativos de la primera entrega, y cuya aparición desencadenó acontecimientos de enorme importancia en el desarrollo de Origins. Dejando además para preservar su memoria un tremendo misterio todavía sin desvelar; o el comerciante Bohdan y su hijo adoptivo Sandal, quienes además de vender y comprar armas nos permitían añadir runas al equipamiento de los personajes.

La narrativa, que se extiende durante diez años se reparte en tres capítulos completamente interrelacionados que dejan ver de forma cristalina los resultados de muchas de las decisiones tomadas en capítulos anteriores, formando un inquebrantable conjunto argumental que se extiende por muchas más vías narrativas de lo que hacia Origins, pues en ocasiones una decisión equivocada será el detonante de eventos mucho más importantes, que en algunos puntos nos dejan con un muy malas sensaciones, ya que es realmente difícil buscar siempre la solución adecuada y que no perjudique a nadie. De este modo, misión tras misión y decisión tras decisión, Hawke ganará influencia sobre los asuntos de la ciudad, además de aumentar progresivamente su estatus económico y social, pues el trato que recibimos del resto de personajes variará según sean nuestros recursos económicos.

A diferencia de la primera entrega de la franquicia, en Dragon Age II la elección de clase determina una enorme diferencia entre la aventura que viviremos y la destinada al resto de clases, así podremos crear un Hawke que sea un poderoso mago apóstata, un imponente guerrero o un experimentado pícaro mortífero con su arco. El hecho de poder convertirse en un miembro mortífero sin importar el tipo de clase que elijas, se debe a una sustancial mejora en el sistema de habilidades que nos permite crear un personaje completamente adecuado a nuestras características.

Derrotar enemigos, completar misiones y otro tipo de acciones como abrir cerraduras o encontrar hojas de un códice que podemos recoger para aprender más sobre todo lo que rodea el universo Dragon Age, nos reportan unos puntos que permiten a Hawke y sus compañeros subir de nivel. Estos aumentos de nivel nos permiten distribuir tres puntos para mejorar nuestras características de la forma que creamos conveniente, de este modo podemos crear un guerrero extremadamente fuerte con una vitalidad mínima o un endeble mago increíblemente poderoso. Además, al subir de nivel también recibimos un punto de talento para ampliar nuestras aptitudes. Existen más de cien divididas en arboles temáticos, vitales, ya que son los que nos permiten perfilar el personaje y adecuarlo la forma de juego que queramos. Es posible que pierdas más tiempo del deseado en escoger una nueva aptitud, pero solo se otorga un único punto en cada subida de nivel, por lo que es muy importante estar muy seguro de asignar estos valiosos puntos.

Por su parte, el combate gira directamente sobre las distintas clases y siempre apuntaremos directamente al enemigo que tenemos delante pudiendo cambiar el objetivo con la cruceta. Todos los personajes de Dragon Age tienen dos maneras de atacar. La primera y más importante son las aptitudes activadas, a las cuales se pueden acceder a través del menú radial o los seis atajos que permite el juego y que hay que configurar previamente, mientras que la segunda es un ataque estándar con armamento equipado. A diferencia con el ataque normal, que está disponible siempre, todas las aptitudes activadas cuentan con un tiempo de recarga que se indica a través de una sombra gris que oscurece el icono.

La mayoría de los enemigos de Dragon Age II tienen resistencias y vulnerabilidades establecidas, de este modo si aprendemos como afectan los diferentes ataques a los enemigos en combate podremos planificar estrategias más eficaces para cada clase de enemigo, aunque en términos generales podemos apreciar que todos los enemigos tiene un determinado grado de sensibilidad al ataque físico y mágico. Así un enemigo puede resistir perfectamente ataques físicos mientras que sufre extremadamente recibiendo hechizos. La manera más eficiente de causar daño es a través de los hechizos, aunque los ataques con armas también pueden combinarse con ataques mágicos.

Gráficos

El apartado gráfico de Dragon Age no parece haber evolucionado en ningún aspecto desde la primera entrega, ofreciendo los mismos modelados, mismas texturas y diseños de unos personajes demasiado similares, destacando en contrapartida una ligera mejoría en las animaciones que no sirve como para marcar una línea clara que marque la mejora técnica sobre lo visto en la entrega original, además los escenarios se hacen repetitivos y a la larga acaban cansando debido a la gran cantidad de horas que ofrece el juego y las constantes visitas a los escenarios.

Por otro lado, Dragon Age II acierta eliminado la dichosa cámara frontal y rebajando el absurdo y exagerado nivel de sangre que lucia Origins. Sobre las áreas disponibles destacar que se incluyen los mismos mapeados con iluminación nocturna y diurna, algo que da un toque peculiar al diseño y poco más. Así mismo, apuntar el acertado trabajo realizado con los efectos de iluminación y los derivados del uso de la magia, aunque en resumen y en conjunto, el resultado gráfico ofrece calidades más propias de títulos con un par de años en el mercado.

Audio/Sonido

El apartado sonoro de Dragon Age II destaca por los temas orquestales compuestos por Inon Zur, que vuelve a hacerse cargo de las melodías del juego tras los buenos resultados obtenidos con la primera entrega. Como decíamos, los temas incluidos en el juego siguen al milímetro el estilo y características que se marcaron en el estreno de la marca. El juego cuenta con una extensísima cantidad de líneas de diálogo bien dobladas en inglés con subtítulos en castellano, mientras que el resto de efectos de sonido cumplen perfectamente con su misión.

Conclusiones

Dragon Age II resulta un producto muy recomendable para un amplio espectro de jugadores que va desde aquellos que buscan una enorme aventura, a los amantes de los buenos y bien hilvanados guiones, a los seguidores de la acción, a los que les atrae el concepto de decisiones que repercuten en el devenir de una historia o simplemente a los jugadores que disfrutan de un buen juego de rol. Una opción muy recomendable que ofrece una enorme cantidad de horas que se pueden multiplicar sin perder mucho interés en el conjunto gracias a las variaciones que presenta el sistema de decisiones, de especializaciones y de clases, lo que prácticamente hace única cada partida completa de Dragon Age II.

Dragon Age II - Lanzamiento

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Carlos de Ayala