En el papel de un Librancero de Fuerte Tarsis (donde se establecen los humanos en el universo de Anthem), y con la compañía de hasta cuatro jugadores, nos enfrentaremos a cantidad de peligros y eventos donde el movimiento está casi totalmente basado en el sistema de vuelo de las Alabardas, empleadas para recorrer el mapa y abusar de la maravillosa verticalidad que proporciona el diseño del juego.
Ahora que hemos reunido algunos antecedentes, nos adentramos en un universo donde la humanidad lucha por sobrevivir en un mundo inacabado por los dioses, que se expande sobre un salvaje entorno plagado de amenazas. Equipados con estos exotrajes, la facción conocida como los Libranceros intenta inclinar la balanza en favor de la humanidad sobre El Dominio, una temible sociedad militarizada de las montañas del norte, que pretende subyugar a toda la humanidad. Lo comprobamos con detalle mientras sacamos un poco de brillo a nuestras Alabardas.
Bienvenidos al universo Anthem
Desarrollar un título que nace con la determinación de plantar cara a los grandes exponentes dentro del género de disparos en mundos compartidos, tiene implícito enfrentarse a una audiencia particularmente exigente. Teniendo en cuenta, además, la planificación de Bioware y la acreditada capacidad de sus creativos para componer, una y otra vez, mosaicos narrativos capaces de dejar una marca imborrable en el colectivo, sería difícil no contemplar las expectativas generadas por lo nuevo del equipo canadiense, puesto que se espera mucho de la historia, de su jugabilidad y de la forma narrativa.
‘Anthem’ es un juego basado, en parte, en la participación de los jugadores en las actividades disponibles para obtener recompensas. Estas recompensas se traducen en equipo para mejorar sus Alabardas, como nuevas armas, habilidades y demás componentes que van a posibilitar enfrentamientos y desafíos cada vez más avanzados. Teniendo esto en cuenta, nos desviamos ligeramente hacia la parte argumental de la obra, que evita dar continuidad al canon típico de las producciones desarrolladas por el estudio en el pasado, pero propone las medidas necesarias de su fórmula para lograr el difícil equilibrio entre la necesidad estructural de un juego de acción enmarcado en un mundo compartido y las de un producto multijugador, en consonancia con los delicados gustos de sus seguidores. Se trata de una composición híbrida, inherentemente complicada, cuyo resultado final está marcado por el millar de historias de una fábula eficaz y polifacética con un valor que supera los límites de cualquier campaña principal y termina aportando a la narrativa una fuerza inesperada, perfectamente complementaria al frenesí desatado en el campo de batalla.
Adaptar nuestro mundo individual a través de decisiones personales
En ‘Anthem’, nos encontramos con la libertad de adaptar el mundo individual a nuestro gusto a través de decisiones personales. Es decir, el desarrollo de cada historia personal tiene repercusiones en las misiones que aceptes en el mundo compartido, y los logros en el mundo compartido contribuirán a dar profundidad a cada historia personal. Una especie de reinvención de la narrativa personal dentro de un título multijugador, un objetivo bastante ambicioso que se ha llevado a buen puerto.
Nuestro protagonista lucha en un mundo abandonado por sus dioses antes de finalizar, un universo incompleto y amenazado por una facción que directamente quiere eliminar cualquier rastro de la humanidad. Entre el Dominion y el antiguo poder que codicia está solo el jugador, que no es ajeno a lo que le rodea, ni se comporta como un héroe pasivo a las gentes de Tarsis y sus historias. La presencia de opciones de diálogo, además de justificar, describen el perfil de la narrativa, desde incluso, las misiones secundarias y se extiende hasta ser capaz de influir en el resultado de tus propias elecciones. Es un enfoque único en el género, que enriquece, sin duda, la experiencia cuando se trabaja sobre un guion de calidad, que en este caso viene firmado con la marca de las producciones de la casa canadiense con tinta indeleble. Esto, a todos los efectos, pertenece a una idea inicial en el contexto de una producción que crea sus propias inspiraciones dentro de la ciencia ficción, dando forma a una historia fascinante y compleja, en lugar de enredarse con interpretaciones y refritos de elementos conocidos.
Comando, Coloso, Interceptor y Tormenta. No salgas de casa sin tu Alabarda
Las mecánicas de juego son otra arteria principal de ‘Anthem’. La base de su inconfundible esencia a aire fresco viene determinada por el estimulante sistema de movimiento creado para la franquicia, que transforma cada excursión más allá de las paredes de Tarsis en una sucesión de momentos de auténtica diversión, además de la impagable integración funcional de este componente en la rutina de enfrentamientos. Cada batalla es una sucesión continua de esquivar cohetes, explosiones apocalípticas, tormentas de proyectiles y estratégicas huidas a la relativa seguridad de las nubes, todo bajo la lluvia del fuego enemigo. Así que no es casual que la correcta gestión del posicionamiento espacial sea un elemento clave para la supervivencia.
Tenemos a nuestra disposición cuatro clases de Alabardas: Comando, Coloso, Interceptor y Tormenta. La primera es ideal para desatar toda la potencia de fuego. La Alabarda Coloso, como puedes deducir a tenor de su nombre es el exotraje más grande de ‘Anthem’ y cuenta con artillería suficiente para acabar con un ejército pequeño. La Interceptor, por el contrario, es idónea para acercarse al enemigo y causarle graves daños gracias a su rápida maniobrabilidad y a sus poderosas habilidades ofensivas. Por último, Tormenta canaliza la energía del Himno a través de sus glifos para flotar sobre el campo de batalla e infligir daño.
Potenciar las Alabardas es clave para sobrevivir, puesto que a medida que nuestro piloto adquiere experiencia en el manejo de una Alabarda determinada, también acumulará un equipamiento variado en cuanto a habilidades y rarezas. Las opciones son innumerables, así que nos veremos obligados a tomar decisiones: desde adaptar las habilidades de la Alabarda a la forma de jugar o incluso descubrir otros estilos de juego. Mejorar armas y afinar el equipamiento también será una parte esencial del progreso en el juego. Si lo que estamos buscando es un personaje fuerte, es muy importante que la personalización y preferencias en materia de progresión estén en consonancia, ya que en el mundo de ‘Anthem’, las dificultades son cada vez más grandes y peligrosas. La combinación correcta de movimientos puede dar lugar a combos, una de las mecánicas más celebradas del juego, movimientos capaces de derrotar rápida y eficazmente a algunos de los enemigos más duros del juego.
Pero hay ciertos aspectos clave a la hora de ejecutar combos, por ejemplo, en primer lugar, se necesita un elemento preparatorio. Normalmente se trata de un ataque elemental que inflige cierto estado en el enemigo (de fuego, hielo, eléctrico o ácido). A continuación, viene el detonante (el mecanismo desencadenante del combo). Ten en cuenta que el primer jugador en descargar el detonante desencadenará el combo. Con los enemigos de menor nivel es bastante fácil realizar la preparación, pero con los de mayor nivel y blindaje tardaremos más y será necesario más daño elemental. Cuando lo hayamos conseguido y se aplique el efecto negativo elemental, una habilidad detonante será la encargada de desencadenar el combo. El efecto variará en función de la alabarda que utilicemos, por ejemplo, Comando infringe un extra de daño a un único objetivo además de la habilidad. Coloso causa un extra de daño a todos los objetivos cercanos. Tormenta propaga el efecto negativo elemental a todos los objetivos cercanos e Interceptor recibe un aura basada en el estado aplicado al enemigo.
Los baluartes en el mayor nivel de dificultad son uno de los elementos más complejos del juego y la fuerza bruta no será suficiente para conquistarlos. Si queremos triunfar, habrá que trabajar en equipo para preparar el combo perfecto, cubrir a los compañeros a los que están atacando y usar las habilidades necesarias para abrirse hueco. Planificar los encuentros de forma que podamos usar los puntos fuertes del escuadrón es uno de los pilares del juego avanzado.
Cuando hayamos conseguido el nivel máximo, la atención se centrará en los baluartes y los contratos legendarios. También se desbloquearán el resto de dificultades: Gran maestro 1, 2 y 3. Estos niveles superiores ofrecen la oportunidad de obtener equipo de mayor rareza, esencial para crear matrices más potentes y conseguir mejores bonificaciones. Pero no todo el equipo ni armas que encontremos serán necesarias. Por suerte podemos optar por la fabricación, ya que se puede desmantelar el equipo que no es necesario, o explorar el mundo en busca de nódulos que recolectar para obtener materiales de fabricación. Una vez que dispongas de los materiales necesarios, podrás fabricar el artículo que desees.
Alabardas personalizadas. Que no te confundan
Cada alabarda dispone de dos unidades de equipo ofensivo, una de equipo de apoyo, seis componentes y dos armas que pueden intercambiarse para personalizar la matriz. Por su parte, cada unidad de equipo tiene un nivel de potencia que se añade a la puntuación de equipo general de la alabarda, que determina la potencia del traje. A medida que subamos de nivel, encontraremos y utilizaremos equipo de mayor potencia al explorar el mundo y completar misiones. Lleva todo lo que encuentres a la Fragua de Fuerte Tarsis, allí podremos personalizar la matriz para adaptarla al estilo de juego que prefieras.
Una vez adaptada la alabarda a tu gusto, es hora de darle un poco de estilo. En la Fragua, se puede modificar el aspecto de los trajes con diferentes materiales, pinturas, adornos y más. La apariencia no influye en el rendimiento, por lo que puedes hacer que tanto la matriz como el aspecto se adapten a tus preferencias. Esto es importante, porque especialmente en los niveles de mayor dificultad, una correcta coordinación de los diferentes parámetros de la Alabarda se convierte en prácticamente un imperativo. Administrar de la mejor manera posible el equipo, acertar con los componentes (seis accesorios que garantizan mejoras de diversos tipos), habilidades y armas, es una de las actividades más importantes para sobrevivir, en lógica consonancia con la naturaleza claramente influida por mecánicas RPG de un sistema de equipo complejo, que agrega profundidad al juego y contribuye, junto con la diversidad de las clases, positivamente a la variedad en la acción.
Tener estos parámetros en cuenta es realmente importante, por ejemplo, cuando nos enfrentemos a Los baluartes, que suponen los mayores desafíos del juego durante su lanzamiento. Son misiones, que, a modo de asalto, nos proponen objetivos diversos y varios jefes finales. Pero hay mucho que hacer, puesto que además de las misiones dependientes de la narrativa principal, la trama de apoyo y los eventos, hay otras actividades en el juego, como, por ejemplo, el modo libre, que te dará la oportunidad de explorar el mundo de ‘Anthem’ como desees, realizando actividades aleatorias y participando en eventos con otros jugadores.
Fiel a su naturaleza como un juego de disparos basado en recompensas, ‘Anthem’ hace gala de una de las piedras angulares de los sistemas de progresión y para ello se ha creado una herramienta de fabricación con gran cantidad de esquemas desbloqueables y recursos para recopilar.
La potencia de Anthem es más que palpable
En relación a las ambiciones técnicas de ‘Anthem’, el recién nacido de Bioware se confirma como un título visualmente poderoso. El análisis se ha realizado en PlayStation 4 Pro y PC con un HP OMEN 880-012nl, con un procesador i7-7700K y GPU GTX 1070 que nos ha mostrado un soberbio funcionamiento del motor Frostbite, que inunda la pantalla con cantidades clamorosas de efectos avanzados, entre los que se incluye iluminación volumétrica y sobreabundancia de partículas en movimiento.
El sombreado, las texturas y animaciones (especialmente fuera de los límites de Tarsis) alcanzan excelentes niveles de calidad y contribuyen a reforzar la efectividad general de un mundo caracterizado por la dirección artística, fuertemente inspiradora, que mezcla con mucha inteligencia las arquitecturas y los paisajes. Una obra, por momentos aún más vívida gracias a la adición de un sistema dinámico que controla los efectos atmosféricos.
Para cerrar el plano técnico, destacamos las inspiradas notas marcadas por un acompañamiento musical que combina sonidos electrónicos y orquestales, ritmos explosivos e impulsos sinfónicos, prácticamente neo románticos. Un estándar de excelencia que también incluye efectos de sonido y doblaje en castellano, este último por encima del promedio.
Por último, no queríamos dejar pasar el tema de las microtransacciones. En realidad, se trata de varios artículos cosméticos que se pueden adquirir usando dinero real o puntos del juego, pero en ningún caso influyen en la jugabilidad. Además, todos estos elementos se pueden comprar usando la moneda del juego, que se obtiene jugando normalmente, cumpliendo contratos y desafíos.
Conclusiones
‘Anthem’ es el resultado de una ambiciosa apuesta creativa que ha resultado ser el juego de disparos de mundo abierto más prometedor y emocionante de los últimos años. Una rica y delicada composición narrativa envolvente, es el escenario para un juego frenético y divertido, que obtiene su fuerza de un sistema de combate y desplazamiento sorprendentemente efectivo, capaz de ofrecer una ráfaga de aire limpio bajo un formato único tanto para el combate como para la exploración, donde incluso la trama de apoyo deja la clara impresión de ser solo el prólogo de una historia más grande.
A todo esto, hay que sumar una vertiente técnica y artística memorable, pero sobre todo a una progresión bien calibrada y gratificante, respaldada por un sistema que añade claras notas estratégicas al juego cooperativo. En resumen, un título con mucho más que un potencial incuestionable, algo que podría llevarlo a alcanzar la posición de liderazgo entre los más destacados de su segmento, pues está destinado a continuar su andadura mucho después de su nacimiento y cuyo primer acto llegará en menos de un mes de forma gratuita, como el resto del contenido que recibirá la obra.
Anthem – Lanzamiento