El proceso de creación de este 'Aliens: Colonial Marines' ha supuesto una larga letanía de retrasos desde su anuncio en 2006, constantes rumores de cancelación y varios estudios implicados directamente, -hasta cuatro se pueden contar- entre los que destacan los tejanos de TimeGate Studios y Gearbox Software que cerraba el pasado año con un balance muy positivo tras el lanzamiento de 'Borderlands 2', su obra más importante hasta el momento. Curiosamente ahora ninguno de los equipos de desarrollo se hace directamente responsable de la creación de esta infamia en forma de disco. Y es que no nos vamos a llevar a engaños, el juego es una mala broma, un auténtico descalabro repleto de errores argumentales, defectos en las animaciones, escenarios de otra generación, momentos de acción tan genéricos como los modelados, que dicho sea de paso, son para el sonrojo, y una inteligencia artificial solo comparable a nivel físico con la de un caballito de mar. Pero tampoco se libran de estos males los modos multijugador, con una ridícula cantidad de mapas y modos.

Bromas de mal gusto

'Aliens: Colonial Marines' es un shooter en primera persona basado en 'Aliens' la secuela de James Cameron que término de dar forma al universo en el que se asienta la franquicia. Nada más comenzar, nos topamos con una versión libre y con la cabeza vendada del cabo Hicks, que informa en una grabación de la situación en la USS Sulaco y sus tripulantes tras la odisea vivida en la colonia LV-426. Ya no quedan soldados, todos están muertos a excepción de una niña civil (Newt), Ripley, y la mitad de Bishop, el famoso sintético que acompaña a la tripulación. Semanas más tarde, otra nave de los marines coloniales, la USS Sephora, recibe la transmisión y se dispone a abordar la nave en busca de respuestas.

Como se puede comprobar el juego arranca razonablemente bien, independientemente de estar contemplando una cinemática de la anterior generación de máquinas, parece correctamente situado y dispuesto a aportar algún detalle interesante a la historia, además a la primera de cambio nos propone volver a la Sulaco, todo muy emocionante. Pero la complicidad argumental entre formatos tarda muy poco en desaparecer. Casi sin dar tiempo a calmar la sed, la argumentación se seca directamente. Rápidamente el jugador se encuentra dando vueltas sin saber muy bien que tiene que hacer, ni porque lo está haciendo. Para colmo de males, al final del juego llega el tiro de gracia, permitiéndose el lujo de rescatar un personaje tan querido como importante en la serie, eso sí, pasándose por el arco del triunfo toda la cronología de la franquicia y demostrando que nadie implicado en la producción con un poco de sentido común ha leído el guión previamente. De otra forma no se explica.

Sin noticias de la Inteligencia Artificial

Aunque por suerte la campaña y por tanto el castigo es realmente corto, tampoco existen mecánicas de juego interesantes o variadas. 'Aliens: Colonial Marines' se juega como un 'Call Of Duty' mal ejecutado. Esto se traduce en paseos por escenarios lineales sin prácticamente la posibilidad de exploración, donde siempre nos toparemos con una horda de aliens a eliminar para pasar al siguiente escenario para llegar hasta un jefe final de broma. No hay nada más a excepción de una serie de tiroteos sin sentido contra los soldados de la Weyland Yutani.

A niveles generales, tanto el sistema de control como la inteligencia artificial dejan mucho que desear, además de combatir contra las peores representaciones conocidas de un alien, la mayor parte del tiempo nos enfrentamos a un tipo de Xenomorph que a pesar de disponer de un comportamiento dinámico y rápidos movimientos, pierde todo el encanto cuando se queda de pie delante del jugador moviéndose lentamente. Estos mismos comportamientos sin sentido los encontramos en la figura de nuestro compañero. Durante toda la campaña estamos acompañados de un marine todopoderoso inmune al daño, de modo que no necesita cubrirse, no obstante los Aliens se centran en la figura del jugador y parecen no ser conscientes de la presencia de nuestro compañero. Increíble, pero tiene más propiedades paranormales, por ejemplo, es etéreo, lo que significa que podemos pasar y disparar a través de él, ya que se olvidaron de programar las colisiones en los personajes no controlables.

La sensación general mejora un poco gracias al arsenal que tenemos a nuestra disposición. Contamos con un gran número de armas, todas representaciones muy acertadas de las mostradas en las películas que se desbloquean gracias a un sistema de progresión de rangos. También se pueden desbloquear y montar accesorios en el armamento, como lanzagranadas, escopetas acopladas al cañón o diferente tipos de miras y apariencias. También iremos encontrando algunas de las armas más conocidas de las películas, armas legendarias que cuentan con algo más de potencia que sus homólogas estándar. El acceso al arsenal se realiza desde un menú radial donde podemos elegir libremente, ya que están disponibles en todo momento.

Un cooperativo capaz de destruir una amistad

Si quieres perder un amigo y no encuentras excusa, ya tienes una perfecta. Invítale a jugar al cooperativo de 'Aliens: Colonial Marines'. Es tan tedioso y frustrante que en poco tiempo os estaréis gritando el uno al otro. Cuando algo tan simple como abrir una puerta se convierte en un verdadero conflicto por lo frustrante de la mecánica, ya no existen razones para involucrar más a los jugadores en acciones conjuntas, y eso han hecho, pues por suerte las interacciones se han limitado a prestar ayuda cuando uno está caído, y a algunos accesos a zonas realmente desesperantes.

El apartado multijugador es tan triste como corto. Encontramos cuatro modos de juego: el clásico Team Deathmatch, donde los marines enfrentan a los Xenomorphs; Extermination en el cual los marines tienen que tomar posesión de diferentes puntos de control para eliminar varios nidos de huevos; Escape, en el cual los marines deben llegar con vida al final de un nivel lineal, mientras, los jugadores que adoptan el rol de alien deben impedírselo; y finalmente   Survivor donde un grupo de 4 marines debe sobrevivir al ataque del equipo alien en un tiempo límite.

El bochornoso trabajo realizado a nivel gráfico, del que vamos a evitar apuntar nada mas, se compensa mínimamente con los buenos resultados obtenidos por la vertiente acústica del juego, que cuenta con una banda sonora orquestada que permite enfatizar la acción cuando aparece. Los efectos de sonidos y las voces también ayudan a mejorar la ambientación gracias a un gran trabajo sobre todo en lo referente al sonido de las armas, los aliens y el famoso, pero en esta ocasión, inútil rastreador de movimientos o Motion Tracker.

Conclusiones

'Aliens: Colonial Marines' es un auténtico despropósito y una nueva ofensa para cualquier seguidor de la serie de ciencia ficción. Pero más allá de los conocedores de la franquicia, es uno de los peores juegos que han pasado por nuestras manos en mucho tiempo. Sus virtudes: la total ausencia de ambientación, una atmósfera de circo, una campaña de 5 horas como mucho, gráficos anticuados dentro del segmento de juegos con gráficos pasados de generación, mecánicas repetitivas, una inteligencia artificial de broma, secuencias genéricas que se repiten sin disimulo y un triste multijugador. Enhorabuena a los cuatro estudios y a SEGA. No se puede hacer peor.

Aliens: Colonial Marines - Lanzamiento

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Carlos de Ayala