Esto permite a los desarrolladores no perder rendimiento independientemente de la calidad de los datos con los que trabajan. Una nueva API de almacenamiento directo también ha llegado a la familia DirectX para ayudar a los desarrolladores a aprovechar al máximo el rendimiento de E/S, priorizando y minimizando la latencia según el contexto. De hecho, será posible hacer viajes rápidos por grandes mapeados sin la necesidad de esperar, como sucede en los juegos de la actual generación. Es decir, gracias a su capacidad de entregar un flujo de datos de 2,4 GB/s, la base de Xbox Velocity Architecture superaría el rendimiento del disco duro de Xbox One, 40 veces aproximadamente. La solución de Microsoft ha sido garantizar a los desarrolladores un rendimiento estable y constante en lugar de picos de rendimiento.
La nueva arquitectura también presenta SFS, o Sampler Feedback Streaming, que se ha mostrado excepcionalmente eficiente en la optimización de texturas a diferentes niveles de resolución y detalles utilizando la GPU del sistema, que es aproximadamente 2.5 veces más eficiente en I/O y uso de memoria. Con esta tecnología, suponiendo una relación de compresión de 2: 1, Xbox Series X podría soportar un flujo de datos que alcanzaría los 4.8 GB/s
Marcando distancias con el sistema de Sony, que se ha centrado en la capacidad del SSD de PlayStation 5, Microsoft se ha inclinado por ofrecer una solución mixta, capaz de combinar las características de hardware de Xbox Series X con un novedoso concepto de software. El lanzamiento de Xbox Series X aún no tiene fecha exacta establecida, pero llegará antes de finalizar 2020.
Xbox Series X - Xbox Velocity Architecture Trailer