Condiciones favorables
Los informes de SDIG revelan que aún mantiene aproximadamente 16.000 equipos dedicados a la minería de Bitcoin, con un hashrate de 1,4 EH/s y un consumo total que oscila entre los 50 y los 55 megavatios. Las previsiones de la compañía reflejan que una vez se vuelvan a dar las condiciones adecuadas de mercado, podrán expandir de nuevo su capacidad para generar nuevos bloques. Para determinar estas condiciones, la empresa prestará atención a cuestiones como los precios de las criptomonedas, los costes de electricidad, la eficiencia y los costes de adquisición de los nuevos equipos.
Como la empresa depende de sus propias centrales eléctricas, en consecuencia, la disminución de la actividad les permitirá reorientar la capacidad de producción de energía hacia otros objetivos y clientes. De este modo, en un momento de sufrimiento de la criptomoneda, se puede vender su electricidad a entidades externas, independientemente de operar en cualquier otro sector.
Producción de energía
Los citados documentos, también revelan una nueva etapa financiada por Whitehawk Finance, que les garantiza una liquidez de 47 millones de dólares para la realización de nuevas inversiones. Uno de los elementos diferenciales de SDIG con relación a sus competidores es el hecho de que también controla varias unidades productoras de energía, capaces de generar hasta 165 MW al mes.
Si bien muchos inversores del mercado de la criptomoneda han "abandonado" durante los últimos meses, varios especialistas aseguran que existen muchas posibilidades de que el sector se recupere. Esto debería sucedería en base a la transición de Ethereum a un nuevo sistema (de consenso) y a una importante disminución de los costes relacionados con la minería tanto de Bitcoin como del resto de opciones populares.