La fiebre de ‘Pokémon GO’ ha superado, incluso, a la industria del porno en territorio americano, que es mucho superar, pero es más, durante sus primeros días ha llegado a desbancar hasta el mismísimo Twitter. Las mecánicas del juego son bastante simples: encontrar y atrapar más de un centenar de Pokémon diferentes a medida que los jugadores exploren los lugares del entorno en que se encuentren.
Cada vez que se localice un Pokémon, se podrá atrapar utilizando la pantalla táctil del teléfono para lanzar una Poké Ball. Las Poké Balls y otros objetos especiales pueden encontrarse en Poképaradas situadas en lugares interesantes, como instalaciones de arte, puntos históricos y monumentos públicos. Durante el juego, se animará a los jugadores a que se unan a uno de tres equipos disponibles y participar en Combates de Gimnasio con otros equipos, una parte fundamental de todos los juegos Pokémon, y que en ‘Pokémon GO’ no es una excepción.
Con estas premisas parece que los simpáticos personajes están dispersados por lugares bastante curiosos, de hecho, entre las ubicaciones en las que los usuarios han encontrado algún Pokémon destaca el caso de Shayla Wiggins que al tratar de localizar un Pokémon en una fuente de agua natural, encontró el cadáver de un hombre o el caso de Jonathan Theriot, un usuario de Reddit que encontró un Pidgey mientras su mujer estaba dando a luz.
Por el momento parece que en Niantic y The Pokémon Company están interesados en seguir explotando el filón, ya que han confirmado que en próximas actualizaciones el juego contará con nuevas opciones de realidad aumentada e incluso, además, se plantean compatibilidad con el dispositivo Hololens de Microsoft. Estos buenos resultados ya se han visto reflejados en la economía de la compañía nipona, que ha visto como el valor de sus acciones se ha disparado un 10%. En Europa tan solo nos queda esperar que el desarrollador Niantic solucione los problemas en sus servidores que han paralizado el lanzamiento, y comprobar de primera mano cómo funciona la millonaria aplicación a pleno rendimiento.